143 goles sin ver la porter¨ªa
Brasil gana el Mundial de f¨²tbol para ciegos, que se celebra en Espa?a por segunda vez. La Roja obtiene el quinto puesto
?Puede un ciego marcarle un gol a un portero que ve? Parece muy dif¨ªcil, pero en una semana, en? Madrid, pas¨® nada menos que 143 veces.
16 selecciones de pa¨ªses de cuatro continentes acaban de enfrentarse en el mundial de f¨²tbol para ciegos. Nunca hab¨ªan competido tantos equipos y esta era la segunda vez que se jugaba en Espa?a. La final fue entre dos eternos favoritos y fue Brasil quien finalmente se proclam¨® campeona frente a Argentina. El brasile?o Ricardinho, con diez tantos, fue el pichichi del campeonato.? El exseleccionador nacional Vicente del Bosque entreg¨® los trofeos.
El conjunto espa?ol qued¨® en el quinto puesto. EL PA?S asisti¨® a uno de los ¨²ltimos partidos de La Roja en el mundial de ciegos. Fue contra Inglaterra y se resolvi¨® en los penaltis.
En las gradas hab¨ªa espectadores con banderas y la cara pintada, como en cualquier campo de f¨²tbol, pero la hinchada estaba muda la mayor parte del encuentro y cuando se alborotaban por una falta, por ejemplo, el speaker por megafon¨ªa y unos asistentes, por carteles, les mandaban callar. En el campeonato del mundo de f¨²tbol para ciegos, el silencio es lo m¨¢s importante porque es lo que permite a los jugadores o¨ªr bien el bal¨®n (lleva dentro un mecanismo para que suene al moverse), a su guardameta y al gu¨ªa que se coloca detr¨¢s de la porter¨ªa contraria para hacerles indicaciones.
No hay bandas. En su lugar, se colocan unas vallas laterales que evitan que el bal¨®n salga. Tampoco hay fueras de juego, ni pases ¨¢reos, y los jugadores tienen que gritar "voy" par evitar golpes y orientar al rival.
"?Te queda uno por la izquierda!", le grita el gu¨ªa, Ceferino S¨¢nchez, a Fito, uno de los jugadores de la selecci¨®n espa?ola. Ubica a la barrera con sus indicaciones cuando hay una falta y en los penaltis orienta con su voz d¨®nde est¨¢ el centro de la porter¨ªa y con una vara toca cada palo para que el futbolista sepa hacia d¨®nde chutar.
Cuando hay un cambio, el ¨¢rbitro acompa?a al jugador hasta la salida del campo. Los cuatro futbolistas invidentes de cada equipo llevan una especie de m¨¢scara sobre los ojos porque no todos tienen el mismo nivel de ceguera.
Iv¨¢n L¨®pez perdi¨® la vista hace cuatro a?os, cuando ten¨ªa 21, por un glaucoma. "Antes de la enfermedad, jugaba al f¨²tbol. Me gustaban mucho Zidane, Cristiano y Messi. Cuando perd¨ª la vista pens¨¦ que se hab¨ªa acabado, que era imposible que volviera a jugar, pero me hablaron del f¨²tbol para ciegos, prob¨¦ y me gust¨® mucho". La plantilla tiene ocho jugadores invidentes y dos porteros. El futbolista m¨¢s joven, Sergio Alamar, tiene 17 a?os, y el mayor, 48.
El portero ingl¨¦s es muy alto. Parece una torre imposible. El partido, que aqu¨ª dura 40 minutos divididos en dos tiempos de 20, termina 0-0. Pero en la tanda de penaltis, Daniel James encajar¨¢ dos tantos que dar¨¢n a Espa?a la victoria.
"Te enga?an mucho m¨¢s. No sabes por d¨®nde los van a tirar. Entrenan mucho y los lanzan de miedo", explica Ceferino S¨¢nchez. En este Mundial ha hecho de gu¨ªa para la selecci¨®n, pero normalmente juega de guardameta. "Hace tres a?os me qued¨¦ sin equipo. Me dijeron que faltaba un portero en el f¨²btol para ciegos y fui a probar. El primer d¨ªa pensaba que ni de broma me iban a meter un gol, pero me equivocaba".?
Jes¨²s Bargueiras entrena a la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol para ciegos desde 2013. Tambi¨¦n es preparador f¨ªsico de los juveniles del Real Madrid. Cuenta que su trabajo es b¨¢sicamente el mismo. "El entrenamiento es similar, pero hay unas adaptaciones de seguridad y aqu¨ª es muy importante crear un v¨ªnculo de confianza para que conf¨ªen plenamente en ti. Tienen que fiarse de nosotros, orientarse con nuestra voz".
El f¨²tbol est¨¢ en la cabeza.
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