El limbo de Jes¨¦

Las Vegas. Prendas y bolsas de lujosas marcas de moda como Philipp Plein, Versace o Gucci. Un v¨ªdeo. Ritmos urbanos y letra extravagante: "Hay muchos billetes de 100; hoy nos vamos de shopping, compra lo que quieras. Gucci, Armani... Hay ticket pa' gastar, mami". Y un protagonista: Jes¨¦ Rodr¨ªguez.

Su exclusiva jornada de compras por un centro comercial de la Ciudad del Pecado durante las vaciones fue el motivo de la ¨²ltima producci¨®n audiovisual de un jugador cuya carrera se asoma al abismo solo cinco a?os despu¨¦s de un mete¨®rico despegue en el Real Madrid. Una fat¨ªdica lesi¨®n de rodilla, dos a?os sin continuidad entre las ligas de Francia, Espa?a e Inglaterra, y una?exc¨¦ntrica vida privada han puesto a Jes¨¦ en una situaci¨®n cr¨ªtica. Por el momento, este mi¨¦rcoles el atacante se ha reincorporado a la pretemporada del PSG como uno m¨¢s.

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El chico conf¨ªa en convencer a Thomas Tuchel de que puede ser un jugador v¨¢lido. No ser¨¢ sencillo. Actualmente no cuenta para el equipo parisino, que lo incorpor¨® en 2016 por 25 millones de euros. Tampoco est¨¢ en los planes de ning¨²n otro gran club europeo. Hace unas semanas aseguraba su entorno que solo el f¨²tbol chino le garantizaba mantener su estatus salarial. Pero Jes¨¦, que el pr¨®ximo curso percibir¨ªa en torno a los cinco millones de euros netos en el PSG, se niega a abandonar la ¨¦lite. Tambi¨¦n a renunciar a una n¨®mina de estrella. Su objetivo prioritario es volver a la liga espa?ola, pero de momento solo habr¨ªa recibido una propuesta en firme con un salario cercano al mill¨®n y medio de euros. Insuficiente para ¨¦l. En los ¨²ltimos d¨ªas, ha sido el Oporto el que se ha interesado por su situaci¨®n.

Mientras aguarda una soluci¨®n, Jes¨¦ vive cansado de todo el ruido que le rodea. Considera que tiene a todo el mundo en su contra injustamente. Dice sentirse maltratado por la cr¨ªtica. Apenas conf¨ªa en un reducido n¨²mero de personas de su c¨ªrculo m¨¢s cercano y, por el momento, opta por el silencio p¨²blico. Pero sus pensamientos contrastan con sus hechos. Su ¨²ltima aventura futbol¨ªstica en el Stoke City result¨® ser un fracaso. Su compleja vida personal y sentimental, agravada por la enfermedad de su tercer y ¨²ltimo hijo, fren¨® su aventura en Inglaterra. El canario apenas disput¨® 705 minutos y anot¨® solo un gol. Permiso tras permiso, pas¨® pr¨¢cticamente el mismo tiempo en Espa?a que en tierras brit¨¢nicas y en mayo decidi¨® renunciar a su sueldo para regresar definitivamente a Canarias.

De vuelta a su tierra se puso a entrenar diariamente con un preparador personal. Jes¨¦ no dud¨® en exhibir sus duras sesiones en las playas o el gimnasio. Quiz¨¢s para reivindicar su profesionalidad, puesta en entredicho en los ¨²ltimos meses. ?l no lo comprende. Aunque todos le cuestionan, se cree capaz de relanzar una carrera que se trunc¨® el 18 de marzo de 2014. Hasta entonces Jes¨¦ avanzaba sin freno hacia a la cima. Discut¨ªa la titularidad a Gareth Bale, la estrella contratada por el Real Madrid por 100 millones de euros, y llamaba a las puertas de la Roja. Sumaba ocho goles, seis asistencias y 31 partidos en Chamart¨ªn cuando en una acci¨®n fortuita con Sead Kolasinac en el minuto ocho de la vuelta de octavos de final de la Champions ante el Schalke se rompi¨® el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Fue el principio del declive de un prodigio que pose¨ªa las condiciones t¨¦cnicas y f¨ªsicas para situarse en lo m¨¢s alto.? Pero entre sus virtudes nunca sobresalieron el equilibrio y la fortaleza mental que se requieren para lograrlo. El trabajo y la insistencia del club durante a?os para moldear y centrar el indomable car¨¢cter del atacante empezaron a tambalearse en los meses posteriores al contratiempo.

Lo cierto es que la vida de Jes¨¦ en Madrid nunca fue sencilla. Reclutado a los 14 a?os de Las Palmas, diferentes actos antideportivos marcaron su adolescencia. El m¨¢s grave, una agresi¨®n a un colegiado durante un derbi de juveniles que le supuso una sanci¨®n de 15 partidos. La situaci¨®n era de tal gravedad que las normas internas del club exig¨ªan su expulsi¨®n de la cantera. Pero el Madrid, consciente de sus cualidades, opt¨® por hacer una excepci¨®n. El paso del tiempo dej¨® ver cierta madurez en un Jes¨¦ que deslumbraba con el filial: ascenso a Segunda y r¨¦cord de m¨¢ximo goleador de la historia del Castilla en la divisi¨®n de plata con 22 tantos, uno m¨¢s que Emilio Butrague?o en la temporada 83/84. Catalogado como el mejor canterano visto en Valdebebas desde Ra¨²l, su promoci¨®n al primer equipo se consum¨® en el verano de 2013. Jes¨¦ ten¨ªa 20 a?os y, por fin, en su indescifrable cabeza solo exist¨ªa una fijaci¨®n: convertirse en una estrella del f¨²tbol. Hasta la lesi¨®n.

La rotura del ligamento le gener¨® un profundo des¨¢nimo. Jes¨¦ busc¨® abstraerse y el bal¨®n perdi¨® fuerza entre sus prioridades. Se encerr¨® en su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo y form¨® una alianza junto a dos muchachos que apodaron como TeamPresyMoney. Jes¨¦ se autodenomin¨® el Presidente y los otros integrantes se hicieron llamar Sishaman y TheRigthHand. Fuera de los terrenos de juego empez¨® a encontrar consuelo en otro de sus grandes hobbies, la m¨²sica. El chico quer¨ªa ser ahora una estrella del reggaeton. En su intento de lograrlo form¨® un dueto llamado Big Flow junto a un conocido dj de la noche madrile?a. No funcion¨® y Jes¨¦ se decidi¨® entonces a emprender su carrera en solitario bajo el nombre de Jey M.?Por el camino decor¨® su imagen con ostentosas joyas de oro y cerr¨® discotecas de Madrid para filmar sus producciones musicales. Era puro descontrol.

"Si no hubiera sido por la lesi¨®n, estar¨ªa en el Mundial"

Mientras progresaba en la m¨²sica, su recuperaci¨®n se enquist¨®. Jes¨¦ sufri¨® una infecci¨®n en la maltrecha rodilla y no regres¨® hasta el 2 de diciembre de 2014. El atacante retorn¨® con gol. Fue un espejismo. Nunca ser¨ªa el mismo. En el ¨¢mbito musical no tard¨® en empezar a relacionarse con estrellas del g¨¦nero latino. Su nuevo sue?o estaba m¨¢s cerca. Pronto llegaron los videoclips en?lujosas mansiones junto a coches deportivos e imponentes mujeres. ¡°Hagamos el amor como si fuera la ¨²ltima vez, quiero saber m¨¢s de ti, ya no s¨¦ qu¨¦ hacer mujer; si no estoy contigo me siento vac¨ªo y lo sabes bien, aprovecha estoy para ti yo voy a darte place¡±, entona el jugador en una de sus canciones m¨¢s conocidas, Yo sab¨ªa.

De vuelta al bal¨®n y ya en Par¨ªs, un encontronazo con Emery al ser sustituido trunc¨® su progresi¨®n poco despu¨¦s de aterrizar en Francia. El chico, de 25 a?os, crey¨® que regresar a su tierra pod¨ªa ser la soluci¨®n para reencontrarse y cerr¨® una cesi¨®n a Las Palmas. No sali¨® bien y el PSG le busc¨® el pasado verano una salida a la Premier. Tampoco funcion¨®. Ahora su declive se acent¨²a y su futuro es incierto. El Jes¨¦ jugador hace tiempo que se vio atrapado por el Jes¨¦ m¨¢s farandulero. Su f¨²tbol se perdi¨® entre la m¨²sica, la ostentaci¨®n, la fama y una tumultuosa vida sentimental que termin¨® con tres hijos con dos mujeres con las que mantuvo diferentes y sonados desencuentros p¨²blicos en las redes sociales.

Para ¨¦l todo lo provoc¨® la lesi¨®n: "Si no hubiera sido por eso, ser¨ªa fijo en el Madrid y estar¨ªa en el Mundial", se lamentan desde su entorno. La realidad es que solo fue el principio de un desplome al que cada vez le restan menos opciones de escapatoria. Jes¨¦ malgasta las balas, pero de momento rehabilitarse depende ¨¦l. En el horizonte dos opciones: el dinero o el f¨²tbol.