La Roja solo recibe goles cuando todos los jugadores est¨¢n en su campo
Espa?a encaj¨® 11 de los 12 goles del ¨²ltimo a?o cuando cedi¨® terreno a los rivales. Esto provoc¨® un debate interno entre los jugadores, que quieren defender m¨¢s arriba
Andr¨¦s Iniesta lo dijo totalmente convencido ayer, la v¨ªspera de enfrentar a Ir¨¢n en Kaz¨¢n: ¡°Individualmente tenemos a los mejores defensas del mundo¡±.
El mediapunta opina como Busquets o Silva. Los jugadores que mueven los hilos del equipo en el mediocampo creen que, uno por uno, los zagueros de Espa?a no solo conforman la mejor defensa de las selecciones acantonadas en Rusia. Ning¨²n club supera la l¨ªnea de Alba, Ramos, Piqu¨¦ y Carvajal ¡ªe incluso Odriozola¡ª en el arte de defender en campo rival, manejar la presi¨®n y protegerse mediante el intercambio de pases. Los veteranos lo saben y desean potenciar esta forma de jugar para reforzarse y no volver a encajar la clase de goles que tanto reciben ¨²ltimamente.
El prejuicio se?ala que la posesi¨®n del bal¨®n expone a Espa?a a los contragolpes de sus adversarios. La estad¨ªstica confirma que solo uno de los ¨²ltimos 12 goles encajados fue en una situaci¨®n de claro contragolpe. La selecci¨®n sufri¨® estos 11 tantos cuando todos sus futbolistas estaban metidos en campo propio, maniobra que suele relacionarse con una mayor seguridad. No es el caso de Espa?a.
El ¨²nico gol evidente de contraataque que recibi¨® Espa?a desde junio de 2017 lo meti¨® Ristovski en Macedonia (1-2) hace un a?o, aprovechando un error cuando Piqu¨¦ y Ramos hab¨ªan llevado la l¨ªnea de zagueros hasta la l¨ªnea del mediocampo. Los hechos avalan las palabras de Iniesta: los defensores de Espa?a son maravillosos a 40-50 metros de su porter¨ªa, pero resultan muy normales cuando se meten en su ¨¢rea.
Traspasado el umbral del debut en la Copa del Mundo, los datos son abrumadores. Como sucedi¨® en los amistosos contra Rusia, Colombia, Argentina, Alemania o Suiza, los goles encajados frente a Portugal en Sochi se produjeron cuando los once espa?oles estaban replegados en bloque o acomod¨¢ndose frente a su ¨¢rea. Nacho hizo el penalti que precede al 1-0 con nueve de sus compa?eros en campo espa?ol; Cristiano meti¨® el 2-1 tras un pase que salta las l¨ªneas rojas; y Piqu¨¦ cometi¨® la falta previa al 3-3 con Espa?a entera replegada en su campo.
¡°Me preocupan los goles que recibimos contra Portugal¡±, dijo Hierro; ¡°hemos estudiado los goles que hace Ir¨¢n y m¨¢s del 40% son a bal¨®n parado¡±.
Hierro anunci¨® que Dani Carvajal lleva una semana entren¨¢ndose con sus compa?eros y est¨¢ listo para jugar. Por su valent¨ªa y habilidad para combinar, el madrile?o es otro de los expertos en defender lejos de su porter¨ªa a que se refiere Iniesta. ¡°Nuestros defensas te permiten en momentos determinados tener cierta garant¨ªa¡±, dijo el mediapunta. ¡°Pero en un juego de equipo la defensa tiene mucho que ver con lo que hagan los delanteros y los centrocampistas. Es tarea de todo el mundo. La clave es encontrar el equilibrio, saber d¨®nde presionar y d¨®nde defender¡±.
Iniesta sabe que solo un avance masivo en campo contro permite aumentar al m¨¢ximo la eficacia defensiva espa?ola. El hombre es un fervoroso representante del estilo que permiti¨® conquistar el Mundial de 2010. Eso que vulgarmente se llama tiki-taka, la forma de jugar que ha patentado Espa?a en las ¨²ltimas d¨¦cadas y que los jugadores m¨¢s determinantes de la selecci¨®n sienten como propia, consiste especialmente en el arte de defender con bal¨®n y trasladar la presi¨®n al campo contrario en caso de p¨¦rdida.
Esta costumbre ha sido objeto de revisi¨®n por un sector del cuerpo t¨¦cnico de la federaci¨®n con el pretexto de que es preciso ¡°saber sufrir sin bal¨®n¡± porque, tarde o temprano, los adversarios te dominan. Advierten en el vestuario de La Roja que con esta premisa el exseleccionador Julen Lopetegui comenz¨® a tirar el equipo atr¨¢s, y que, cuanto m¨¢s persisti¨® en esta idea, m¨¢s vulnerables se volvieron. Solo Diego Costa se benefici¨® de los espacios creados en el frente de ataque a consecuencia del repliegue de sus colegas.
"Tenemos muchos jugadores de calidad y sabemos que ellos se sienten m¨¢s c¨®modos con la pelota", opina Sa¨²l; "entonces cuanto antes la recuperemos y la tengamos nosotros, mejor".?
Un f¨²tbol "m¨¢s directo"
Prevenido de que todo debate interno merece ser secreto, el cuerpo t¨¦cnico se pas¨® los ¨²ltimos dos a?os negando aquello que evidenciaban los partidos. Lopetegui nunca lo admiti¨® en p¨²blico pero varios jugadores confesaron fuera de micr¨®fono que el exseleccionador dedic¨® horas de entrenamiento a tirar el equipo unos metros atr¨¢s para practicar un f¨²tbol ¡°m¨¢s directo¡±. Los veteranos cuestionaron la viabilidad de esta pr¨¢ctica, dadas las cualidades de la mayor¨ªa, m¨¢s aptos para defender con bal¨®n que sin ¨¦l.
En Sochi, Hierro aplic¨® el plan de su predecesor. Ahora Espa?a suma tres goles en contra, los mismos que en toda la fase de clasificaci¨®n y uno m¨¢s que en todo el Mundial de Sud¨¢frica. Los n¨²meros son un mal indicio. Ning¨²n equipo logr¨® el Mundial despu¨¦s de encajar tres goles en el partido inaugural. Espa?a lo hizo ante Portugal (3-3). Pero los tantos no se produjeron al contragolpe, como tem¨ªa Lopetegui. Lo dijo Koke hace una semana: ¡°Cuando estamos juntos atr¨¢s defendemos muy bien. Recuerdo el partido contra Italia en el Bernab¨¦u, hubo momentos en que el equipo se meti¨® atr¨¢s y defendi¨® espectacularmente. Lo que nos cuesta es cuando los equipos rivales nos hacen transiciones r¨¢pidas¡±.
Acostumbrado en el Atl¨¦tico a defender con gran eficacia alrededor de su propia ¨¢rea, Koke es un de esos espa?oles que sirven a la selecci¨®n para practicar un f¨²tbol menos relacionado con el control del bal¨®n. Contra Portugal fue uno de los destacados. De todos modos Portugal meti¨® sus tres goles cuando los 11 espa?oles estaban metidos en su campo. Desde 1990, cuando Alemania sufri¨® 1,7 goles por jornada, todas las selecciones campeonas han recibido un promedio de menos de un gol por partido.
Espa?a, a diferencia de lo que enfatioz¨® Koke, no defiende bien en su campo. Como indic¨® Carlos Queiroz, seleccionador de Ir¨¢n: ¡°Espa?a es un equipo de superhombres; pero no hay equipos perfectos¡±.
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