Nigeria resucita a Argentina

Hace unas semanas Islandia y Nigeria formaban parte del grupo de selecciones a las que se les supon¨ªa de paso en Rusia. La primera, sorpresa en la Eurocopa de 2016, pisaba por primera vez la fase final del Mundial mientras que el pa¨ªs africano, algo m¨¢s habituado a dejarse ver por la cita, nunca fue m¨¢s all¨¢ de los octavos. En un grupo con Croacia y Argentina por delante pensar en igualarlo sonaba a historia de ficci¨®n. Pero en la Copa del Mundo m¨¢s imprevisible que se recuerda en d¨¦cadas, la depresi¨®n de Argentina lo convirti¨® en una posibilidad real. Hasta el duelo entre ambas lo ve¨ªa m¨¢s claro Islandia y ahora lo hace Nigeria. Tambi¨¦n Argentina. La victoria africana con dos tantos sensacionales de Musa regala una vida extra a los de Sampaoli despu¨¦s del varapalo ante Croacia. La ¨²ltima jornada ser¨¢ a vida o muerte: si Nigeria gana est¨¢ dentro y se consuma el fracaso de Argentina. Si hay empate o victoria albiceleste entra en escena Islandia, que dej¨® escapar una oportunidad de oro para depender de s¨ª misma.? M¨¢s perdonavidas de lo permitido y endeble y alocada de lo habitual queda resignada a ganar o empatar ante Croacia y esperar. Todo abierto y todo cuenta, hasta una tarjeta, para agarrarse a los octavos.

El fren¨¦tico escenario era dif¨ªcil de imaginar anoche para Argentina. Quiz¨¢s tampoco se lo planteaba Islandia en el momento del descanso, al que lleg¨® relativamente relajada, un par de pasos por delante de una Nigeria excesivamente temerosa en el primer acto. Lo cierto es que ninguna apost¨® por ganar de primeras. Importaba no perder. Pero s¨ª se acercaron m¨¢s los europeos, dirigidos fant¨¢sticamente por Sigurdsson, su hombre m¨¢s talentoso. De sus botas salieron las dos primeras acciones de peligro. No atin¨® en ninguna y eso era peligroso para una Islandia que vive de convertir lo poco que genera. No se asomaba Nigeria, donde permanec¨ªan a la sombra Musa y Kelechi Iheanacho. Solo lo intentaba Moses, pero sus centros laterales ni siquiera cosquilleaban a las torres islandesas.

M¨¢s peligro llevaban los de Bjarnason, Saevarsson o Sigurdsson. Un bal¨®n tras otro se paseaba a un palmo de la meta de Francis sin que nadie que merodease por all¨ª se atreviese a meter la pierna o lo que fuera. Por la parcela de Halld¨®rsson, h¨¦roe patrio tras atajar el penalti a Messi en el primer partido, no se o¨ªa ni un ruido. El portero dej¨® de ser un espectador cuando le toc¨® atajar sin mayores problemas un inocente tiro de Etebo en el primer minuto de la segunda mitad. Era el primer disparo de Nigeria. Y era una declaraci¨®n de intenciones que no se oli¨® Islandia. Los africanos pasaban al ataque: quer¨ªan ganar.

Ni tres minutos m¨¢s tard¨® Musa en dej¨¢rselo claro al combinado de Heimir Hallgr¨ªmsson, extra?amente sorprendido en una de sus jugadas de estrategia. Intent¨® sacar Islandia un centro de un saque de banda y cuando se quiso dar cuenta un corrillo nigeriano celebraba en la banda. Recuper¨® Musa y corri¨® y centr¨® Moses para que el propio punta, un velocista nato, la pinchase en el aire antes de fusilar a Halld¨®rsson. El gol desat¨® a Nigeria y desnort¨® a Islandia, irreconocible hasta el final. Pese a que la derrota por la m¨ªnima no le supon¨ªa un problema ni mucho menos cr¨ªtico, entr¨® al envite del desorden y la ida y vuelta que le propuso el cuadro africano, el escenario menos propenso y que m¨¢s le incomoda a un grupo herm¨¦tico, acostumbrado a lo contrario. Evidentemente le sali¨® mal. Un latigazo de Ndidi puso costarle otro susto y poco despu¨¦s Musa volvi¨® a avisar con un disparo al travesa?o. No se libr¨® a la tercera. Sprint de gacela del delantero del Leicester para zafarse de su marcador, recorte al portero y pausa antes de confirmar a Nigeria en la segunda plaza del grupo y dejar a Islandia igualada con Argentina

M¨¢s informaci¨®n

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Ni la justicia del VAR alivi¨® a los n¨®rdicos en una pena m¨¢xima que mand¨® a la grada Sigurdsson. Sorprendi¨® Nigeria y respir¨® Argentina con la bravura de quien resucita. Una plaza, tres selecciones y una jornada de infarto para resolver el inesperado enredo del grupo D.