Tres maratones seguidas y otras locuras por mi equipo
El f¨²tbol es una fuente de promesas y apuestas inauditas que, a veces, hay que cumplir
Kepa Arrizabalaga no tendr¨¢ que aprenderse el popular baile de Swish swish de Katy Perry. Messi tampoco tendr¨¢ que caminar los 70 kil¨®metros que separan su ciudad natal, Rosario (Santa Fe, Argentina) de San Nicol¨¢s de los Arroyos. Solo lo deber¨ªan haber hecho si hubieran ganado el Mundial ¡ªel argentino se comprometi¨® en TyC Sports, televisi¨®n de su pa¨ªs, y el portero vasco hizo lo propio en As¡ª, un premio suficientemente jugoso como para realizar promesas absurdas o desorbitadas. Otros jugadores, entrenadores y aficionados han logrado sus objetivos y se han visto obligados a cumplir. El f¨²tbol atrapa tanto que algunos llegan a hacer locuras por sus colores.
La desdicha de Argentina significa que Messi no peregrinar¨¢ a San Nicol¨¢s, ciudad que pisan cada a?o m¨¢s de dos millones de turistas religiosos que visitan el santuario de Nuestra Se?ora del Rosario. Jos¨¦ Luis P¨¦rez (todos le conocen como Pepelu) s¨ª tuvo que cumplir su apuesta, que supon¨ªa recorrer casi el doble de distancia que la del genio argentino. Este polic¨ªa municipal de Piles (junto a Gand¨ªa), estaba en China de luna de miel cuando el Villarreal, su equipo del alma, descendi¨® a Segunda en 2012. Pepelu no pudo animar a sus jugadores en las jornadas m¨¢s delicadas. ¡°Fue entonces cuando hice mi promesa: ir desde mi pueblo hasta el Madrigal corriendo si volv¨ªamos a ascender al a?o siguiente¡±, recuerda. El ascenso ocurri¨®. Pepelu deb¨ªa honrar su promesa.
Uno de los consejos que da este aficionado a quienes quieran jug¨¢rsela por su equipo es que siempre hagan apuestas que, ¡°aunque sea con mucho trabajo¡±, puedan realizar. Pepelu se enfrent¨® al reto de cubrir 130 kil¨®metros el d¨ªa antes de que el estadio del Villarreal volviera a vivir un duelo en Primera Divisi¨®n. ¡°Era agosto y el partido empezaba a las 11 de la noche. Un horario horrible pero que a m¨ª me ven¨ªa muy bien¡±, relata. Lo prepar¨® todo durante semanas, con ayuda del club y de su patrocinador deportivo. Pepelu ya era entonces aficionado al running y hab¨ªa corrido varias maratones. ¡°Esto era como hacerse tres maratones seguidas y con una ruta complicada. No hab¨ªa hecho nada parecido. Para m¨ª era un desaf¨ªo¡±.
Pepelu, entonces de 31 a?os, sali¨® de su casa la noche del 23 de agosto de 2013 con la camiseta del submarino amarillo firmada por Marcos Senna y con dos amigos acompa?¨¢ndolo en una furgoneta para prestarle ayuda si la necesitaba y avituallamiento. Cruz¨® Gand¨ªa ante la mirada extra?ada de quienes esperaban a entrar en sus discotecas. Despu¨¦s Cullera. Lleg¨® a Valencia cerca de las cuatro madrugada y sali¨® sobre las siete de la ma?ana. Sagunto. Almenara. Y, justo antes de Villarreal, Alquer¨ªas del Ni?o Perdido. ¡°Ah¨ª me dio una p¨¢jara tremenda. Ya ser¨ªa por la tarde y hac¨ªa much¨ªsimo calor, casi 40 grados. No pod¨ªa m¨¢s¡±, confiesa Pepelu. Sigui¨® andando y lleg¨® al estadio sobre las nueve y media.
Pas¨® a los vestuarios y se dio una ducha. Se cambi¨® y sali¨® al campo junto a su familia. Recibi¨® una tremenda ovaci¨®n en el terreno de juego antes de comenzar el partido y despu¨¦s se dirigi¨® al palco donde el club le hab¨ªa reservado un asiento. ¡°Lo dif¨ªcil fue bajar despu¨¦s. Estaba muerto y no me pod¨ªa mover. Menos mal que el partido estuvo entretenido porque si no me duermo¡±, bromea. El Villarreal remont¨® al Real Valladolid y termin¨® ganando 2-1 aquella noche, casi a la una de la madrugada. Ahora Pepelu tiene dos hijos a los que ya inculca su amor por el club y oposita para ser maestro en Educaci¨®n F¨ªsica. Su pr¨®xima promesa llegar¨¢ si el Villarreal gana una Champions. ¡°Pero prefiero no hacerla todav¨ªa porque luego hay que cumplirlo¡±.
Del Legan¨¦s y de Boca desde hace 25 a?os
Hay promesas que recorren distancias incluso m¨¢s largas que las de Pepelu. Hern¨¢n Montoro es argentino, de Buenos Aires. De Boca Juniors. Y del Legan¨¦s. Desde hace casi un cuarto de siglo, cuando Montoro era un adolescente y el conjunto pepinero un modesto club reci¨¦n ascendido a Segunda que todav¨ªa estaba lejos de jugar en Primera. Todo gracias a un m¨ªtico videojuego que todav¨ªa hoy los aficionados de aquella ¨¦poca recuerdan con cari?o. ¡°Ten¨ªa el PC F¨²tbol y jugaba much¨ªsimo con mi hermano. En una de esas partidas empec¨¦ a jugar la liga espa?ola con el Legan¨¦s, un equipo del que no sab¨ªa nada. Logr¨¦ llevarlo a Primera. Gan¨¦ la Liga y despu¨¦s la Champions con ellos¡±. As¨ª se empez¨® a enamorar de un club del sur de Madrid y, con el auge de Internet, comenz¨® a investigar sobre la historia pepinera en foros y webs de aficionados.
¡°Me mandaron la camiseta del Lega por correo. En 2003 viajo por primera vez a Europa y al llegar a Barajas me encuentro con el recibimiento de nueve hinchas del equipo que a d¨ªa de hoy siguen siendo mis amigos¡±, cuenta Montoro, empleado administrativo de la propiedad del registro del automotor en Buenos Aires. Hasta la fecha han sido seis viajes cruzando el Atl¨¢ntico para ver al Legan¨¦s, de los que han salido varias promesas. La primera ha hecho que desde hace a?os, el m¨ªtico estadio de La Bombonera, la cancha de Boca Juniors, luzca en sus gradas una bandera blanquiazul con el escudo del club espa?ol. La segunda fue fundar la pe?a Los Pibes con otros amigos, la ¨²nica del Lega fuera de Espa?a.
Hern¨¢n Montoro ha vivido en sus visitas los ascensos a Segunda (2014) y a Primera (2016). Su s¨¦ptimo viaje a Espa?a se producir¨¢ de agosto a septiembre de este a?o. ¡°Cumplo 40 a?os y pens¨¦ que no hab¨ªa mejor manera de celebrarlo que con mis amigos de all¨¢¡±. All¨ª estar¨¢ Mart¨ªn Mantovani, su compatriota y eterno capit¨¢n de los pepineros, a quien conoci¨® en 2014 y con quien ha mantenido una relaci¨®n que ha terminado en amistad. Mantovani tambi¨¦n cumple sus apuestas: con el ascenso a Primera se ti?¨® el pelo de azul claro y el color no se le fue hasta bien entrada la temporada del estreno del Legan¨¦s en la m¨¢xima categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol.
Te?irse o raparse el pelo, como Casemiro o Keylor Navas en el Real Madrid tras ganar la duod¨¦cima Champions (a manos de Marcelo), es una promesa habitual en jugadores y aficionados. Fran Iborra es maestro y miembro de la pe?a Azulones y Punto, del Getafe. A principios de 2017, cuando su equipo lo estaba pasando mal en Segunda y el sue?o del ascenso a¨²n estaba lejos, ¨¦l y sus compa?eros evitaban hacer apuestas para no gafar el objetivo. ¡°La locura es que promet¨ª te?irme de azul cuando volver a Primera empez¨® a estar realmente cerca¡±, bromea. Efectivamente, el Getafe regres¨® a la Liga Santander. Y a Iborra le toc¨® llevar el pelo azul durante unos meses para alegr¨ªa de sus alumnos. ¡°Afortunadamente no dur¨® mucho¡±.
El siguiente nivel son los tatuajes, como el de Sergio Ramos, que tendr¨¢ para siempre una Copa del Mundo en su pierna derecha tras ganar en Sud¨¢frica 2014. Pero eso ya son palabras mayores, y para asistir a gestos similares habr¨¢ que esperar, al menos, otros cuatro a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.