Una etapa de monta?a, como un infarto

En el Tour de Gaviria y la nouvelle vague colombiana destaca tambi¨¦n Daniel Mart¨ªnez, de Bogot¨¢, que encarna como ninguno el alma del gregario y el coraz¨®n del ciclista.

Lo hace en la contrarreloj por equipos, donde sus relevos son importantes para que el EF, el equipo liderado por Rigo Ur¨¢n, termine entre los mejores; lo hace de nuevo el mi¨¦rcoles, en la recta eterna que lleva a la meta de Sarzeau, cuando, a cinco kil¨®metros de la llegada, un movimiento de acorde¨®n partido de la banda derecha derriba a medio pelot¨®n, y a su Rigo con ¨¦l. Viendo a su jefe y compatriota desesperado, su bici enredada en un amasijo de fibras de carb¨®n enredadas, Mart¨ªnez fue un rayo. Sin dudarlo se baj¨® de su bici, le ayud¨® a Rigo a subir y termin¨® d¨¢ndole un empuj¨®n para que acelerara r¨¢pido, sin perder ni un segundo. ¡°Me sali¨® de puro instinto, no tuve ni que pensarlo¡±, dice Mart¨ªnez, de 22 a?os, un escalador que vive en una nube de felicidad los d¨ªas duros del llano en el Tour. ¡°En el equipo no tenemos establecido qui¨¦n le debe dejar la bici al jefe, pero hace unos meses, cuando nos conocimos en la Oro y Paz, comprobamos que us¨¢bamos la misma talla¡­¡± Y su gesto evit¨® que quiz¨¢s Rigo, segundo en 2017, perdiera el Tour antes de llegar a su terreno.

En el Tour de 176 ciclistas, Mart¨ªnez, y una noche en un hospital de Bormio, personifica tambi¨¦n como nadie qu¨¦ significa el oficio.

El 23 de mayo de 2017, nada m¨¢s terminar la etapa m¨¢s dura del Giro, con la ascensi¨®n del Mortirolo y dos veces la del Stelvio, 227 kil¨®metros, casi ocho horas pedaleando, Daniel Mart¨ªnez se bebi¨® un litro de agua fr¨ªa del tir¨®n nada m¨¢s cruzar la meta de Bormio. Sufri¨® una congesti¨®n y un corte de digesti¨®n. Se puso, aparentemente, tan mal¨ªsimo, que los auxiliares de su equipo llamaron a una ambulancia. El equipo no ten¨ªa m¨¦dico. En el hospital le hicieron an¨¢lisis, y al ver que ten¨ªa la troponina muy alta pensaron que hab¨ªa sufrido un ataque al coraz¨®n. Le internaron en la UCI cardiaca, donde pas¨® la noche. Por la ma?ana, los m¨¦dicos pensaron que hab¨ªa ocurrido un milagro, pues Mart¨ªnez, estaba totalmente recuperado. ¡°Es que no sab¨ªan que era ciclista y que al final de las etapas estamos como estamos¡±, reflexiona comprensivo Mart¨ªnez. ¡°Pero me dieron el alta demasiado tarde, cuando ya hab¨ªa salido la siguiente etapa, y me tuve que retirar del Giro¡±.

¡°Lo que le pas¨® a Mart¨ªnez le habr¨ªa pasado a cualquier corredor del Tour despu¨¦s de una etapa de alta monta?a¡±, dice Jes¨²s Hoyos, m¨¦dico del Movistar. ¡°Cuando llegas con dolores en el pecho lo primero que miden es la troponina, un marcador de da?o muscular, porque el coraz¨®n es un m¨²sculo. Y si es muy alta, piensan que sufres un infarto, y se asustan. Nada m¨¢s terminar una etapa muy dura, los ciclistas la tienen alt¨ªsima, s¨ªntoma de que han llevado su cuerpo al l¨ªmite, de la fatiga extrema a la que llegan. Pero esto es el ciclismo, la b¨²squeda siempre de los l¨ªmites f¨ªsicos¡±.