¡°Jugaremos la final por coraz¨®n, orgullo y car¨¢cter¡±
Dalic, el seccionador croata, revela que sus jugadores no quer¨ªan ser sustituidos pese a las tres pr¨®rrogas que acumulaban
Sonaba el Don¡¯t look back in Anger de Oasis. Un acaramelado hit del brit-pop noventero, pero sobre la hierba del estadio Luzhnik¨ª unos seres diminutos ataviados con las rojiblancas y ajedrezadas camisetas de Croacia se introduc¨ªan con balones en la misma porter¨ªa en la que Mario Mandzukic hab¨ªa regateado la tercera tanda de penaltis para Croacia con su hist¨®rico gol. Los hijos de los internaciones croatas disfrutaban ajenos a la ¨¦pica batalla que acababan de ganar sus progenitores. En el fondo detr¨¢s del arco, a¨²n resist¨ªan entusiasmados los hinchas balc¨¢nicos, que jaleaban al pelot¨®n de ni?os y sus goles. Poco antes, ni el cansancio de los tres tiempos suplementarios consecutivos fren¨® la euforia de los futbolistas croatas. Corr¨ªan, saltaban, se abrazaban, siempre cerca de su hinchada. No hab¨ªa manera de sacarlos del c¨¦sped, extasiados por el esfuerzo y por su tit¨¢nico logro.
Desde Inglaterra, en Italia 90, ninguna otra selecci¨®n hab¨ªa jugado tres pr¨®rrogas en un Mundial. Croacia no solo las disput¨®, sino que tambi¨¦n se ha metido en la final. Justamente ante los pross, los balc¨¢nicos rompieron el r¨¦cord de aquella selecci¨®n que dirig¨ªa sir Bobby Robson. El equipo de Zlatko Dalic super¨® por penaltis a Dinamarca en octavos, repiti¨® con Rusia en la misma fat¨ªdica suerte en cuartos y liquid¨® a Inglaterra, en las semifinales, tambi¨¦n en el tiempo extra, pero sin acudir a la ruleta rusa de los lanzamientos desde los 11 metros.
Dalic apareci¨® euf¨®rico ante los medios enfundado en una camiseta de Croacia. ¡°Fuimos mejores en todos los segmentos del partido. Los analizamos, sab¨ªamos qu¨¦ iban a hacer, presionamos a Stones y a Henderson, no les dejamos jugar. Rakitic y Modric presionaron para recuperar la pelota. Creo que fue nuestro mejor partido. Jugamos mejor que contra Argentina. Para Croacia la historia se est¨¢ escribiendo. Tenemos coraz¨®n, orgullo y car¨¢cter, por eso jugaremos la final¡±, dijo un exultante Dalic.
El dolor de Kane
El t¨¦cnico revel¨® que tuvo problemas para hacer los cambios porque sus futbolistas no quer¨ªan abandonar el campo. ¡°La fuerza que mostraron mis jugadores, la energ¨ªa, fue tremenda. Quer¨ªa hacer cambios, pero ninguno quer¨ªa ser cambiado. Tuve que hablar con los fisios, los m¨¦dicos¡ Algunos jugadores jugaron con lesiones. No jugar¨ªan otro partido estando as¨ª, pero su actitud es fant¨¢stica. Nadie quer¨ªa decirme: ¡®no estoy preparado¡¯. Todos me dec¨ªan: ¡®no me cambies¡¯. Ese car¨¢cter es algo que admiro. Nunca nos hemos rendido¡±.
El seleccionador ingl¨¦s, Gareth Southgate, se plant¨® en la sala de prensa con el elegante chaleco, que le confiere m¨¢s pinta de jugador de snooker que de entrenador de f¨²tbol, arrugado. ¡°En la primera mitad¡±, comenz¨® a disertar, ¡°fuimos realmente buenos, y pudimos haber hecho otro gol. Tuvimos oportunidades¡±, analiz¨® el t¨¦cnico ingl¨¦s. ¡°En la segunda mitad, cuando consiguieron el gol, tuvimos que capear la tormenta. Posiblemente en ese momento, est¨¢bamos esperando un poco atr¨¢s. En la pr¨®rroga volvimos al partido y mostramos algo m¨¢s de compostura. Lo m¨¢s importante son nuestros seguidores y su reacci¨®n al final. Eso te dice lo que han dado los jugadores, no solo esta noche sino durante el campeonato. No puedo pedir m¨¢s¡±.
El goleador Harry Kane era un hombre abatido, pero a la vez orgulloso. ¡°Estamos destripados. Trabajamos mucho. Nuestros hinchas fueron incre¨ªbles. Fue un partido dif¨ªcil, de 50-50. Estoy seguro de que hab¨ªa algo que pod¨ªamos hacer mejor, pero trabajamos duro. Doler, duele un tiempo esta derrota, pero podemos mantener la cabeza alta. Fue un viaje fant¨¢stico, tuvimos m¨¢s de lo que nadie pens¨® que pod¨ªamos, solo tenemos que aprender de ello¡±.
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