Beckham en su laberinto de Miami
El plan del ingl¨¦s de tener un equipo en la ciudad de Florida lleva trabado desde 2014 y ahora afronta un nuevo obst¨¢culo: un refer¨¦ndum popular
Miami se ha convertido en un laberinto burocr¨¢tico para David Beckham. Cuatro a?os despu¨¦s de anunciar a bombo y platillo que tendr¨ªa en esta ciudad un equipo de f¨²tbol de la Major League Soccer, su proyecto ¨Csi bien cuenta ya con la aprobaci¨®n de la liga para su franquicia¨C acaba de topar con el en¨¦simo obst¨¢culo t¨¦cnico. Los comisionados municipales han decidido que se realice en noviembre un refer¨¦ndum para decidir si se negocia con Beckham la venta de un terreno p¨²blico, sin sacarlo a concurso, para que se construya el estadio del futuro club.
El exfutbolista del Manchester United y del Real Madrid, reconvertido a sus 43 a?os en un empresario con una red de negocios junto a su esposa Victoria que se estima en m¨¢s de 400 millones de d¨®lares, tiene entre ceja y ceja el proyecto de Miami. El f¨²tbol es un deporte cada vez m¨¢s practicado y seguido en Estados Unidos ¨Ccasi a la par del baloncesto entre la audiencia de entre 18 y 34 a?os, seg¨²n datos de Gallup¨C y Beckham est¨¢ convencido de que la combinaci¨®n de su nombre con el potencial de la ciudad de Florida, con dos tercios de poblaci¨®n latina y cerca de 16 millones de turistas al a?o, har¨ªa del equipo un bombazo comercial global.
Tan tenaz y entregado en las labores de hacer dinero como en su d¨ªa sobre el terreno de juego, Beckham sigue insistiendo en llevar adelante su sue?o americano pero no esconde el desgaste. La semana pasada viaj¨® a Miami para reunirse con los comisionados locales con intenci¨®n de engrasar los permisos y despu¨¦s de la cita dijo en un acto con vecinos: "Hace mucho tiempo que entraba a un lugar sin que la gente me sonriera. No es agradable".
Aunque despu¨¦s de esta frase, entre amarga y chistosa, a?adi¨® con optimismo: "Yo no crec¨ª aqu¨ª, pero [Miami] se est¨¢ convirtiendo en mi casa y s¨¦ que acabar¨¢ siendo mi casa".
Entre el p¨²blico hab¨ªa decenas de ni?os que tienen en el campo de golf donde Beckham quiere levantar su estadio un espacio educativo y de diversi¨®n. La organizaci¨®n The First Tee desarrolla all¨ª a trav¨¦s del golf un programa para chiquillos de familias con pocos recursos y se opone al proyecto, aunque el futbolista y sus socios se comprometen a conservar sus actividades.
El elemento m¨¢s espinoso para los vecinos es que el campo de golf est¨¢ asentado sobre un terreno que fue vertedero de desechos t¨®xicos de una vieja incineradora municipal de residuos. An¨¢lisis recientes han detectado, por ejemplo, niveles elevados de ars¨¦nico. Las obras para hacer el estadio requerir¨ªan excavaciones y existe la preocupaci¨®n de que los movimientos de tierra liberen componentes nocivos al entorno. El grupo de Beckham ha asegurado que se ocupar¨ªa de llevar a cabo una limpieza a fondo del suelo con un coste de entre 35 y 50 millones de d¨®lares.
Ken Russell, uno de los comisionados que votaron a favor de llevar a refer¨¦ndum el proyecto, afirma que el mayor problema ha sido la celeridad con la que se ha intentado cerrar el trato del estadio. "Hubo demasiada presi¨®n para hacer las cosas r¨¢pido y no se dio tiempo a involucrar lo suficiente en el proceso a la gente de Miami", dice. Russell estuvo con el futbolista la semana pasada y lo vio "comprometido" con el proyecto. "Si se hace bien y [los inversores] respetan lo que han prometido puede tener muchos beneficios para la ciudad", opina el comisionado, que destaca que los empleados del estadio cobrar¨ªan 15 d¨®lares por hora, el doble del salario m¨ªnimo de Florida.
El socio clave de Beckham para llevar a buen puerto esta empresa es el magnate de Miami Jorge Mas Santos, hijo del l¨ªder anticastrista Jorge Mas Canosa (1939-1997). Desde que el ingl¨¦s anunci¨® sus planes en 2014 ha tropezado con problemas financieros y ha barajado varios lugares en Miami para hacer el estadio, pero no ha sido capaz de concretar nada. Mas, nativo de Miami y uno de los hombres m¨¢s poderosos de la ciudad, se uni¨® a ¨¦l hace unos meses y ha asumido la tarea de desatar los nudos que mantienen estancado el proyecto.
El complejo que quieren construir en el terreno del campo de golf lleva el nombre de Miami Freedom Park. Tendr¨ªa 44 hect¨¢reas de superficie y adem¨¢s de un estadio para 25.000 espectadores incluir¨ªa entre otras cosas un parque acu¨¢tico para ni?os, edificios para oficinas, una cancha de b¨¦isbol, un hotel y campos de f¨²tbol p¨²blicos. Montar toda esta infraestructura supondr¨ªa unos 1.000 millones de d¨®lares de inversi¨®n privada y crear¨ªa 11.000 empleos en una d¨¦cada, seg¨²n datos del grupo.
El grupo de Beckham se ha venido refiriendo al equipo como el Miami Beckham United, pero a¨²n no se conocen su nombre oficial ni su equipaci¨®n. Jorge Mas ha anunciado que el nombre ya?ha sido elegido, mediante una encuesta, y se revelar¨¢ dentro de unos d¨ªas.
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