Cubelos y Pe?a, el ¨¦xito del d¨²o m¨¢s opuesto

Hay una competici¨®n paralela en el campo de regatas de Montemor-O-Velho, la de los entrenadores que siguen a sus deportistas en bicicleta en un carril de tierra al lado del agua. Desde all¨ª, gorra en la cabeza, pedalean a toda pastilla y gritan indicaciones y consejos a sus atletas. Dos kil¨®metros se hizo Luis Brasero, el t¨¦cnico de Francisco Cubelos e ??igo Pe?a, plata ayer en el K2-1000, prueba ol¨ªmpica en Tokio 2020. Un kil¨®metro por la tarde y otro por la ma?ana, cuando la pareja del alto y el bajo (Pe?a mide 1,94; Cubelos, 1,70) superaron las semifinales.

80 kil¨®metros se hicieron ¡ªen furgoneta, eso s¨ª¡ª los dos pirag¨¹istas espa?oles que despu¨¦s de la semifinal de la ma?ana (a las 9.30 ya estaban en el agua) volvieron al hotel (20 kil¨®metros desde Montemor) a descansar y regresaron unas horas m¨¢s tarde al campo de regatas para la final. A las 6.30 desayunaban ayer en el Atlantida Sol de Figueira. Despu¨¦s de la semifinal los fisios les llevaron de vuelta al hotel para hacer sesi¨®n de masaje y crioterapia. A las 12.30 ten¨ªan fijada la comida (pasta en blanco y filetes de pollo a la plancha) y a las 13.30 estaban de vuelta al agua. ¡°Necesitan una hora y media de activaci¨®n antes de competir¡±, explica Luis Brasero, su t¨¦cnico.

Desfondados acabaron tras una espectacular remontada en la final. Lo primero que hizo Cubelos al bajar de la piragua fue tomarse dos botecitos de jalea real. ¡°Es pura energ¨ªa¡±, dec¨ªa sin haber recuperado todav¨ªa el aliento. Pasaron cuartos los 250 metros, quintos el 500, sextos el 750 y cruzaron la meta los segundos detr¨¢s de los imparables alemanes. Se colgaron la plata a dos a?os de los Juegos de Tokio, el a?o que viene a estas horas estar¨¢n buscando el pase ol¨ªmpico. La ¨²ltima medalla mundial de un K2-1000 se consigui¨® en 2009, en Canad¨¢ (el oro de Emilio Merch¨¢n y Diego Cosgaya). No hubo tiempo para celebraciones esta tarde para Cubelos y Pe?a que el s¨¢bado disputar¨¢n la final del K4-1000, otro de los barcos espa?oles candidato a medalla.

S¨ª lo celebraron Luis Ramos Mision¨¦ y Jos¨¦ Ram¨®n D¨ªaz-Flor, pioneros del pirag¨¹ismo espa?ol y plata en Monteral 76 en el K4-1000 que han acudido a Portugal invitados por la Federaci¨®n. ¡°?Me hab¨¦is hecho llorar, me hab¨¦is hecho llorar¡±, les dec¨ªa D¨ªaz-Flor que es, adem¨¢s, director de la Blume. ¡°Son como mis hijos¡±, comentaba ayer despu¨¦s de abrazar a Cubelos y Pe?a, todav¨ªa con la ropa empapada de agua. ¡°La forma de palear de Paco [as¨ª llaman todos a Cubelos] es esa, la que se vio en la prueba: regatear detr¨¢s y guardar mucho para el final. ??igo se ha adaptado a competir as¨ª¡±, explica D¨ªaz-Flor.

??igo y Paco llevan algo m¨¢s de un a?o paleando juntos. A lo que se han tenido que adaptar es a la diferencia de altura y de peso. ¡°Nos parec¨ªan incompatibles a todos y nunca entraban dentro de las posibles combinaciones porque no era l¨®gico. Fue fruto todo de la casualidad y vimos que encajaban para el objetivo ol¨ªmpico. Hemos ido ajustando cosas para que no afectaran el deslizamiento de la embarcaci¨®n con la diferencia de peso [70 por 92]¡±, explica Brasero. Para ellos, en realidad, todo es natural. ¡°La primera vez que subimos tuvimos muy buenas sensaciones, el barco caminaba mucho¡±, matiza Cubelos. ??igo admira de Paco la cabeza. ¡°Es un winner [ganador] es un marca [el que encabeza la embarcaci¨®n] muy seguro y te calca la regata planteada¡±, dice. Paco admira de su compa?ero ¡°la capacidad de trabajo, esfuerzo y superaci¨®n¡±.

No hay persona en la Blume, en la federaci¨®n y en el ambientillo que no conteste con un ¡°es lo m¨¢s, un chico de oro¡±, cuando se le pregunta por Cubelos, de 25 a?os. Es el peque?o de tres hermanos con los que empez¨® ¡ªen la categor¨ªa de marat¨®n¡ª en el pirag¨¹ismo. Es el ¨²nico que ha seguido: el mayor, H¨¦ctor, est¨¢ montando una consultar¨ªa de empresas en Panam¨¢ y el mediano, Rodri, est¨¢ terminando arquitectura. Sus padres, en Talavera de la Reina, les dec¨ªan a los tres que para competir hab¨ªa que ser buenos estudiantes. A ellos les encantaba el pirag¨¹ismo y para convertirse en alumnos aplicados sin robar tiempo a los entrenamientos, lo aprovechaban al m¨¢ximo. Tanto que la madre los ve¨ªa por los pasillos con los libros en las manos.

Pe?a, vasco de 27 a?os, empez¨® con 14, desde casa ve¨ªa la r¨ªa de Zumaya y le daban envidia aquellos chavales que se mojaban y se lo pasaban tan bien en la piragua. Le dijo a su madre que le dejara probar. En dos meses y medio han cosechado dos medallas, adem¨¢s de la plata en este Mundial, fueron bronce en el Europeo de junio de Belgrado.