El hambre infinita de Sa¨²l Craviotto

¡°No puede vivir sin competici¨®n. Adem¨¢s de su poder¨ªo f¨ªsico, tiene una fuerza mental incre¨ªble. A la hora de competir, su cabeza es una m¨¢quina¡±, dice Miguel Garc¨ªa, posiblemente una de las personas que mejor conoce al pirag¨¹ista Sa¨²l Craviotto. Lleva entren¨¢ndole m¨¢s de 15 a?os y han compartido horas y horas de trabajo desde que Sa¨²l era un j¨²nior. Hoy Craviotto tiene 33 a?os, cuatro medallas ol¨ªmpicas (s¨®lo David Cal tiene m¨¢s entre los deportistas espa?oles, cinco) y ha descubierto que sin piragua no puede vivir.

Antes de los Juegos de R¨ªo se plante¨® dejarlo. Pero ah¨ª sigue con la mirada puesta en Tokio 2020, sus cuartos Juegos. Este s¨¢bado, en el Centro N¨¢utico de Montemor-O-Velho (Portugal), en los Mundiales de pirag¨¹ismo, defender¨¢ el oro ol¨ªmpico y europeo junto a Cristian Toro en el K2-200 ¡ªprueba que no se disputar¨¢ en Tokio¡ª y el domingo buscar¨¢ el primer oro mundial para el pirag¨¹ismo espa?ol en el K4-500.

Craviotto lidera a un grupo de j¨®venes de 23 a?os (Marcus Cooper), 26 (Cristiano Toro) y 28 (Rodrigo Germade). Es el capit¨¢n de la embarcaci¨®n que gan¨® el oro europeo en Belgrado en junio y que lleva paleando junta cuatro meses, despu¨¦s de ganar una criba con cuatro barcos m¨¢s. ¡°Estos tres fieras me han obligado a alargar la carrera...¡±, bromea Craviotto, que despu¨¦s de los Juegos de R¨ªo se tom¨® un a?o sab¨¢tico. Hasta le dio tiempo a ganar el concurso de Masterchef.

¡°?Me hac¨ªa falta! Llevaba pr¨¢cticamente 17 a?os sin parar, yendo a Europeo, Mundial, Europeo, Mundial, Europeo, Mundial, Juegos, Europeo, Mundial... Necesitaba desconectar y descansar. Me vino muy bien de cabeza y f¨ªsicamente. He mantenido el nivel as¨ª que acertamos tomando esta decisi¨®n¡±, explica en un momento de descanso en Montemor, ante un traj¨ªn constante de piraguas. El hotel de la expedici¨®n est¨¢ a 20 kil¨®metros del campo de regatas, cerca de Figueira de Foz, asomado al oc¨¦ano Atl¨¢ntico.

La decisi¨®n de parar durante un a?o la tom¨® Craviotto junto a su entrenador. ¡°Fue la mejor decisi¨®n porque, adem¨¢s de cargar pilas, le volvi¨® el hambre de competici¨®n. A Sa¨²l lo que le motiva es la competici¨®n y m¨¢s en esa distancia, el 500¡±, cuenta Garc¨ªa. El 500 ser¨¢ prueba ol¨ªmpica en Tokio 2020, lo que ha obligado a Craviotto a estirar su carrera durante un ciclo ol¨ªmpico m¨¢s.

¡°El K4-500 es un proyecto demasiado goloso para ¨¦l. A diferencia del 200, el 500 no es tan explosivo, es m¨¢s de resistencia y se adapta mejor a sus caracter¨ªsticas¡±, prosigue Garc¨ªa, la cara tostada por el sol de las ¨²ltimas semanas de entrenamiento en Trasona. ¡°Esta distancia me encaja mucho a mi edad. Con los a?os vas perdiendo explosividad y chispa, as¨ª que pasar del 200 al 500 me ha venido bien. La motivaci¨®n es m¨¢xima, sigo ilusionado y con las ganas de cuando empec¨¦. Mientras la ilusi¨®n y la motivaci¨®n se mantengan intactas, ah¨ª seguir¨¦¡±, apunta Craviotto. El s¨¢bado, tres horas despu¨¦s de disputar la final del K2-200, bajar¨¢ al agua de nuevo para las series del K4-500, el gran objetivo de los cuatro y el buque insignia de la expedici¨®n espa?ola.

Garc¨ªa mima especialmente a Craviotto en los entrenamientos. En invierno suelen prepararse en Sevilla por el clima, y el resto del a?o, salvo alguna miniconcentraci¨®n en el Embalse de Picadas en Madrid, lo pasan en el centro de tecnificaci¨®n de Trasona, cerca de su Gij¨®n, donde siempre le esperan en casa sus dos hijas. ¡°El miedo que le ten¨ªa a la paternidad era que no me dejaran descansar por la noche... Pero mi mujer es consciente de que vivo de mi f¨ªsico y pocas veces tengo que pringar en ese sentido. Las ni?as me aportan mucho¡±, dice Craviotto. ¡°En su planificaci¨®n hay que medir las cargas y los tiempos porque lleva muchos m¨¢s a?os [17] que Marcus, Toro y Germade. Ellos son j¨®venes y no es lo mismo¡±, matiza el entrenador.

A esos tres j¨®venes tambi¨¦n le debe Craviotto la decisi¨®n de seguir compitiendo. ¡°Para aguantar tantos a?os, adem¨¢s de la motivaci¨®n tambi¨¦n es fundamental no tener lesiones, cambiar de modalidad y de compa?eros. Y este proyecto me encanta: es gente joven con la que me llevo muy bien¡±, explica Craviotto. Basta con pasar con ellos unas horas de entrenamiento para ver su armon¨ªa y cachondeo. ¡°Sa¨²l nos aporta experiencia, sabidur¨ªa y tranquilidad en la piragua. Transmite liderazgo. Nosotros a ¨¦l le aportamos ilusi¨®n¡±, cuenta Cristian Toro, que en R¨ªo, hace dos a?os, rompi¨® a llorar en el podio despu¨¦s del oro en el K2-200 que consigui¨® junto a Craviotto. Todav¨ªa se emociona cuando habla de ello.

Lejos quedan las reflexiones de una tarde de junio de 2016, en una de las salas del centro de tecnificaci¨®n de Trasona. Craviotto se hab¨ªa vaciado tanto para clasificarse para R¨ªo (donde consigui¨® un oro en el K2-200 y un bronce en el K1-200) que s¨®lo se ve¨ªa compitiendo hasta el 21 de agosto el 2016. ¡°Es mucha presi¨®n la que vives en un ciclo ol¨ªmpico y m¨¢s si te la juegas en un preol¨ªmpico. Te vac¨ªa mentalmente. Yo ya he hecho lo que ten¨ªa que hacer, ahora se tratar¨¢ de mirar motivaciones, tambi¨¦n tengo ganas de disfrutar de la familia, pasar m¨¢s tiempo con mi hija. Es una balanza al final...¡±, contaba antes de poner rumbo a Brasil. Dos a?os despu¨¦s, sigue el pie del ca?¨®n y con el hambre de cuando empez¨®.