Rohan Dennis es de nuevo el primer l¨ªder de la Vuelta
Victoria del australiano en una contrarreloj en la que su compatriota Richie Porte es el favorito que m¨¢s tiempo cede
Termina tan abrasado Lo?c Chetout su contrarreloj, casi 11 minutos su coraz¨®n a 180 pulsaciones en la M¨¢laga de las cinco y media de la tarde, que en cuanto regresa al punto de partida se lanza sin pensarlo, con zapatos y todo, al agua del puerto, no muy lejos de donde todas las tardes atraca el barco de Melilla. Ya refrescado le rescata del agua su compa?ero Luis ?ngel Mat¨¦. No muy lejos, Imanol Erviti, que a¨²n no ha partido, mide la presi¨®n de sus neum¨¢ticos apretando fuerte el pulgar contra el caucho, deja escapar un poco de aire por la v¨¢lvula y ya satisfecho le dice al mec¨¢nico del equipo, comprueba la presi¨®n que tienen con el man¨®metro y ap¨²ntala, es la que quiero.
El ciclismo de competici¨®n es siempre un compromiso entre la intuici¨®n y la ciencia, el sentido com¨²n y los c¨¢lculos aerodin¨¢micos, y tambi¨¦n la contrarreloj, que gana el favorito, el australiano Rohan Dennis, uno que usa casco, como todos, pero se ha rapado la cabeza al uno, como para indicarle al aditamento qu¨¦ forma quiere que adopte, de la misma manera que otro especialista, el campe¨®n de Europa, Victor Campenaerts, el m¨¢s artesano de todos, muestra el compromiso con sus manos sin guantes y papel secante en las palmas y su casco sin visera ni gafas que dejan ver su mirada ansiosa siempre hacia delante, la barbilla apoyada en las manos sobre su manillar, un poco a lo Graeme Obree, el escoc¨¦s que bati¨® el r¨¦cord de la hora con una bici hecha en casa. Y solo levanta la vista, desesperada, cuando cruza bajo la pancarta de meta y observa que por 1s no ha ganado a Michal Kwiatkowski, el polaco volador que dicen que quiere disputar la general.
A¨²n no hab¨ªa partido Dennis entonces, y la media que consigue el australiano, 49,7 kil¨®metros por hora en una M¨¢laga en la que las palmeras ya dan sombra y no duele ver a los ciclistas bajo el sol que quema, parece un imposible. Un a?o despu¨¦s de vestir el maillot rojo de l¨ªder de la Vuelta por primera vez tras la contrarreloj por equipos de N?mes, el ciclista del BMC, un especialista en la materia, repite en M¨¢laga. Ya gan¨® el pr¨®logo del Tour hace tres a?os y hace cuatro meses perdi¨® el pr¨®logo del Giro por d¨¦cimas de segundo respecto a Tom Dumoulin, pero visti¨® de rosa l¨ªder durante los d¨ªas siguientes. En la Vuelta seguramente lo mantenga toda la primera semana, pues se maneja con suficiencia en la media monta?a. Y los favoritos no tienen prisa por atacarlo.
Los favoritos sobreviven, como era su deseo, aunque con palpitaciones. Dos minutos despu¨¦s de que Dennis hubiera dejado como una exhalaci¨®n con turbo la rampa de salida llega jadeando a ella, apresurado, empujado por su masajista, Nairo, quien ha revolucionado sin querer el protocolo de calentamiento precontrarreloj. Llega en el ¨²ltimo segundo de la hora marcada. Ha apurado tanto que toma la salida sin pararse, y aunque comienza dudoso termina fuerte. Entra el colombiano de pleno en el tramo de medio minuto en el que se encastran las casi dos decenas de corredores de los que todos hablan, una patulea, todos muy juntitos pero separados por segundos que son detalles que todos analizan.
Por delante est¨¢ el holand¨¦s Wilco Kelderman, y tiene a Valverde pegadito a ¨¦l, a 2s, y a Nairo a 6s; por detr¨¢s, a 29s, cierra el grupo Richie Porte, la decepci¨®n esperada del d¨ªa.
La segunda etapa acaba hoy en el repecho de Caminito del Rey. Habr¨¢ que empezar a hablar de Peter Sagan, claro.
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