El Eibar gana a la Real Sociedad en el descuento
El conjunto armero remonta despu¨¦s de que los donostiarras se adelantaran de penalti
Los autocares de los equipos de la Liga, esos artefactos dise?ados para viajar con todas las comodidades de ac¨¢ para all¨¢, pero que s¨®lo se utilizan para trayectos cortos, ¨Cdel aeropuerto al hotel, del hotel al campo¨C, aparcan en Ipur¨²a en una cuesta pronunciada, el comienzo de la subida al puerto de Elgeta, de segunda categor¨ªa en las carreras ciclistas.
En el campo del Eibar no hay parkings subterr¨¢neos, ni zonas exclusivas. S¨®lo una carretera estrecha, unos conos y un par de vallas. Los jugadores pasan al lado de una docena de aficionados. Se puede olfatear la colonia que usan. De marca. En Eibar todo es cercan¨ªa. Desde lo alto de la grada tambi¨¦n se huele la hierba, que tiene problemas como los de Zorrilla, aunque m¨¢s leves. Huele a tortilla de patatas en la pausa; se aprecia de cerca el sudor de los futbolistas, se escuchan sus gritos.
Es otro f¨²tbol en la misma Liga de los grandes coliseos, aunque hace un par de a?os que ya no se rifa el jam¨®n en el descanso, sino una camiseta. Se cae Theo Hern¨¢ndez y no encuentra los seis metros que estipula la UEFA para un estadio de cuatro estrellas, sino que se queda encajonado en la cueva de la c¨¢mara de televisi¨®n, entre el operador y las cajas amontonadas. Le cuesta salir. As¨ª es el f¨²tbol en Ipur¨²a, m¨¢s en un derbi.
La Real sabe que la rampa de la carretera de Elgeta, donde estaciona su autocar, no es nada al lado de lo que le espera en el c¨¦sped, un Eibar en tromba, lo que menos le gusta a un equipo de media cocci¨®n como el de Asier Garitano, exquisito de medio campo hacia delante, pero que sufre cuando el rival muerde. Y el Eibar muerde. Por la banda de Orellana, que se recrea en exquisiteces; por el centro, donde bullen Marc Cardona y Enrich, dos pesadillas. Sin embargo, los desajustes se pagan.
Por eso llega el primer gol del partido. Se l¨ªa la defensa del Eibar, muy adelantada, y permite el contragolpe de Oyarzabal, que juega en ventaja para Juanmi. Dmitrovic le derriba en una de esas acciones que no tiene que dirimir el VAR. Por cristalinas. Pero tirar un penalti, que parece un asunto sencillo, visto desde la tribuna, exige templanza, tino y t¨¦cnica. Cuando lo tira la Real Sociedad, la acci¨®n se convierte, adem¨¢s, en un elemento de alto riesgo.
A principios de a?o, Xabi Prieto sufri¨® una lesi¨®n al lanzar una pena m¨¢xima contra el Levante. Retirado el gran capit¨¢n, William Jos¨¦ tom¨® el relevo. Marc¨®, ajustado al poste, sin opci¨®n para el guardameta, y apenas lo celebr¨®. Not¨® una molestia, se tir¨® al suelo y pidi¨® el cambio. Los contratos de la Real tendr¨ªan que llevar un plus de peligrosidad para los lanzadores. El gol, pese a todo, desanim¨® m¨¢s a la Real, que perd¨ªa a su goleador, que al Eibar, que lo interpret¨® como una oportunidad para tirar de orgullo y mirar hacia delante. Incomod¨® a los blanquiazules, les arrincon¨® en su campo, hasta que Arbilla remont¨® la banda hasta la l¨ªnea de fondo y centr¨® para que Enrich dejara pasar y Cardona fusilara a Rulli. El partido se desactiv¨® con el empate.
A la Real no le funcionaba el contragolpe y al Eibar se le estrope¨® Orellana en el ¨²ltimo minuto de la primera parte. Dos de los actores principales quedaron fuera de combate antes de la pausa. Tras ella, el partido se disloc¨® y perdi¨® ritmo. S¨®lo Juanmi le puso picante con un remate en plancha a dos metros de la porter¨ªa, que Dmitrovic rechaz¨® con una espectacular parada. Tras esa ocasi¨®n no hubo m¨¢s durante muchos minutos.
El partido caminaba paso a paso hacia el empate hasta que a la Real, que se enreda casi siempre en los instantes finales, se le vino el mundo encima. En el 87, el joven Mart¨ªn Merquelanz, una de las promesas de la cantera de Zubieta, sustituy¨® a Illarramendi en lo que parec¨ªa un cambio testimonial. Apenas un minuto m¨¢s tarde, el chaval se romp¨ªa junto a la banda en una acci¨®n intrascendente, una desgracia, que se agigant¨® todav¨ªa m¨¢s cuando poco m¨¢s tarde, ya sobre el descuento, Jordan centr¨® desde la derecha y Charles, lanz¨¢ndose de cabeza, bati¨® a Rulli para darle los tres puntos al Eibar. La Real sab¨ªa que Ipur¨²a est¨¢ en una cuesta, pero lleg¨® sin aliento a los ¨²ltimos metros. El ¡°sprint¡± fue para lo de casa.
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