Freire, Sagan y Marcos, seis arco¨ªris y un ni?o
El tricampe¨®n c¨¢ntabro visita a su hom¨®logo eslovaco para que su hijo Marcos obtenga un aut¨®grafo de su ¨ªdolo ciclista
A Peter Sagan le visita ?scar Freire con su hijo Marcos, que lleva semanas d¨¢ndole la murga, pap¨¢, cuando venga la Vuelta a Cantabria me tienes que llevar a ver a Sagan, tenemos que ir a ver Sagan, quiero que me firme una foto, vamos, pap¨¢. Freire guarda en el armario tres maillots arco¨ªris, los mismo que el eslovaco que tan loco vuelve a su hijo, pero es una persona respetuosa que no sabe si molestar¨¢ a Sagan present¨¢ndose en su hotel junto a la playa de Mogro sin avisar, pero sale de dudas al enterarse de que en el mismo hotel se aloja el Jumbo, el heredero de su Rabobank de siempre. ¡°As¨ª que con la disculpa de visitar a los auxiliares de toda la vida, me acerqu¨¦, y tuve suerte y pude ver a Sagan¡±, dice Freire, un aficionado m¨¢s, que se encontr¨® a Sagan cuando se bajaba de su roulotte, aparcada frente a la playa, de la que sal¨ªa por la puerta el sonido de la m¨²sica de Pink Floyd.
Les rodea una muchedumbre de aficionados curiosos, que a Freire, su paisano, no le hacen ni caso, y Sagan, comprensivo y humilde, le dice que la vida es as¨ª. ¡°Creo que siempre sucede lo mismo, que si corres, eres conocido; si dejas de correr, la gente se olvida¡±, le dice, y a?ade. ¡°Qu¨¦ bella sorpresa que vengas a saludarme¡±.
El encuentro entre dos de los tres triples campeones del mundo a¨²n vivos (el tercero es Eddy Merckx) permiti¨® al ciclista de Torrelavega confirmar lo que ya sab¨ªa, que hablando de ciclismo, el mayor de sus tres hijos, solo ten¨ªa ojos para Sagan, como la mayor¨ªa de los chavales de su edad de todo el mundo. ¡°De m¨ª, apenas sabe nada. Tiene 12 a?os y yo me retir¨¦ cuando ten¨ªa seis. Ni se acuerda de cuando corr¨ªa¡±, dice Freire, de 42 a?os. ¡°Tampoco le interesa mucho preguntarme, aunque de vez en cuando me busca en Google y ve alguna carrera en YouTube¡±.
Pero no es lo mismo. Cuando Sagan le firma la foto, Marcos Freire se queda sin palabras, se siente un privilegiado, y su padre recuerda entonces el d¨ªa que supo que su gloria no dec¨ªa nada ni en su casa. ¡°Hab¨ªa ido a correr un crit¨¦rium a B¨¦lgica y all¨ª coincid¨ª contigo, Peter. Nos hicimos una foto los dos juntos y cuando volv¨ª a Torrelavega se la regal¨¦ a Marcos. ?Y sabes lo que hizo?¡±, le dice Freire (campe¨®n del mundo en 1999, 2001 y 2004) a Sagan, tricampe¨®n consecutivo de 2015 a 2017. ¡°Pues me recort¨® a m¨ª y en el m¨®vil solo te puso a ti¡¡±
¡°Hombre, ?scar, enti¨¦ndelo¡±, le responde Sagan. ¡°?Habr¨ªas llevado t¨² alguna vez una foto de tu padre en la carpeta o tendr¨ªas su poster en tu habitaci¨®n? Un padre es un padre y un ¨ªdolo es un ¨ªdolo. Est¨¢n en la foto un ciclista famoso y su padre, y el ni?o no puede poner al mismo nivel a los dos. El ni?o mira y ve dos cosas diversas. Yo nunca ser¨¦ su padre, le despierto un feeling diferente, un sentimiento distinto. Es diferente. No s¨¦, mi hijo, si dentro de 10 a?os rompe una foto m¨ªa y pone la de un piloto de f¨®rmula 1, y yo digo, ok. Yo soy su padre y el otro es quiz¨¢s un ¨ªdolo de juventud¡±.
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