Los salvajes Yates, domados
Simon ha cambiado de mentalidad para ser un l¨ªder s¨®lido en esta Vuelta
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Los hermanos gemelos Adam y Simon Yates son tan salvajes que se negaron a pasar por la factor¨ªa industrial del Sky, temiendo que sometieran su personalidad libre; son dos fuerzas de la naturaleza, dos superdotados a los que les sentaban mal los consejos que les daban los entrenadores del Mitchelton.
¡°Como son superdotados, pensaban que cuando les dec¨ªas algo les estabas diciendo que hac¨ªan las cosas mal, y segu¨ªan en la suya¡±, cuenta Manuel Rodr¨ªguez, m¨¦dico del equipo australiano, y domador de vocaci¨®n. ¡°Nos ha costado domarlos, pero creo que vamos por el buen camino¡±.
El nuevo Simon Yates, el que, a los 26 a?os, est¨¢ a tres etapas de ganar la Vuelta, naci¨® de un hundimiento con pinta catastr¨®fica, el que sufri¨® en la antepen¨²ltima jornada del Giro. ¡°Aquel d¨ªa comprendi¨® que correr todos los d¨ªas a tope, como si no hubiera ma?ana, lo que hab¨ªa hecho toda su vida, le conducir¨ªa siempre al desastre en las carreras de tres semanas¡±, dice su director, Matt White. ¡°Para recuperarse necesit¨® cuatro semanas de descanso absoluto en el mes de junio, algo inusual en las preparaciones de ahora, pero muy necesario. Y de ah¨ª, sali¨® un Simon diferente, capaz de ser paciente¡±.
La semilla de tal convencimiento se hab¨ªa plantado, sin embargo, cinco meses antes, en enero, en una curiosa carrera, la Barcelona-Desierto de Tabernas (Almer¨ªa), 11 d¨ªas, nueve etapas, m¨¢s de 1.000 kil¨®metros, que emprendi¨® un buen n¨²mero de corredores del Mitchelton. ¡°Fue una manera novedosa de organizar la habitual concentraci¨®n de principios de temporada. En ella los corredores se organizaban como en una carrera normal, engrasaban bien los h¨¢bitos de ir en grupo, el reposo, la alimentaci¨®n y hasta los d¨ªas de descanso¡±, explica Rodr¨ªguez. ¡°Y le fue muy bien, a ¨¦l y a su hermano Adam, porque sab¨ªamos que lo que m¨¢s necesitaban era empezar a construir su base aer¨®bica, su resistencia. Hab¨ªan comenzado en un vel¨®dromo y eran muy buenos anaer¨®bicamente, para esfuerzos cortos, y su entrenamiento posterior era tambi¨¦n siempre a tope, porque sal¨ªan a entrenarse juntos y son supercompetidores y convert¨ªan cada salida en una carrera de uno contra otro. Adam todav¨ªa est¨¢ un poco asilvestrado, pero Simon ya est¨¢ pasando por el aro¡±.
Desde la ¨®ptica del Mitchelton, el Giro fue demasiado duro, demasiado largo, para que el nuevo Simon llegara hasta el final. ¡°Las etapas del Giro son m¨¢s largas que las de la Vuelta, y en ellas se notaban m¨¢s las carencias de fondo de Simon. En las etapas llanas, para ir a ritmo de marcha de normal, Simon gastaba m¨¢s energ¨ªa, era menos eficiente que los corredores con m¨¢s entrenamiento de fondo toda su vida. Su motor consum¨ªa mucho¡±, dice Rodr¨ªguez. ¡°En la Vuelta, todo es diferente. Las etapas son m¨¢s cortas, con m¨¢s viveza, m¨¢s adaptadas a su motor¡±.
Y en la Vuelta, Simon cuenta con Adam, perdido en la general, que corre obligado la carrera y que sencillamente ha estado entrenando y durmiendo con su hermano, y llega a los ¨²ltimos d¨ªas preparado para ser su mejor gregario.
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