

El regreso de Van Bommel, el ¡®tap¨®n¡¯ de Iniesta
El holand¨¦s no cuaj¨® como futbolista en el Camp Nou, donde gan¨® la Champions pero solo estuvo un a?o


Su padre le pon¨ªa en la tele los partidos del dream team de Cruyff y le contagi¨® su pasi¨®n por el Barcelona, hasta el punto de que era raro no verle con la camiseta azulgrana por las calles de Salou, Lloret y Malgrat de Mar, donde de ni?o encadenaba los veranos junto a su familia. Por lo que con 27 a?os, cuando el Bar?a le dijo que contaba con ¨¦l si no renovaba por el PSV, ni se lo pens¨®. ¡°Cerr¨¦ la carpeta de ofertas y no escuch¨¦ ni una m¨¢s, ni la del Madrid¡±, reconocer¨ªa despu¨¦s Mark Van Bommel (Maasbracht, Holanda; 41 a?os). Tan querido era en el club de los Boeren [granjeros], que el presidente Harry Van Raaij le regal¨® un diccionario holand¨¦s-espa?ol, que a buen seguro utiliz¨® durante esa semana que fue a un convento de monjas para estudiar el idioma. Era su sue?o jugar en el Camp Nou. Pero un a?o m¨¢s tarde se fue por la puerta de atr¨¢s, elogiado por unos pocos por su capacidad de correr de ¨¢rea a ¨¢rea y sus llegadas desde la segunda l¨ªnea; criticado por muchos porque su juego f¨ªsico no casaba con el estilo azulgrana. Ahora, Van Bommel regresa al Camp Nou como t¨¦cnico del PSV, consciente de que es culer por convicci¨®n antes que por aceptaci¨®n.
¡°Estic molt orgull¨®s de poder jugar al Bar?a els pr¨°xims anys¡±,proclam¨® en catal¨¢n en su presentaci¨®n como azulgrana. Le dur¨® poco. Competitivo a m¨¢s no poder ¡ª¡°es como Cocu pero con mala leche¡±, le defini¨® el exazulgrana Johan Neeskens¡ª, a Van Bommel le cambi¨® el semblante porque por primera vez no era titular. ¡°Ya conoc¨ªa el sistema, pero he tenido que cambiar de rol. En este equipo soy m¨¢s obrero que estrella¡±, reflexionaba. Meses despu¨¦s, en la pretemporada de su segundo curso de azulgrana, se despidi¨® de mala manera del club porque discuti¨® de forma airada con Rijkaard en un entrenamiento porque no ten¨ªa minutos ¡ªno disput¨® la Supercopa de Espa?a ni de Europa¡ª y se decidi¨® por el Bayern, donde llev¨® la capitan¨ªa, y m¨¢s tarde por el Milan antes de quitarse las botas en el PSV.
Una apisonadora
Alejado por l¨®gica de la corriente del Ajax y cruyffista, Van Bommel expresa desde el banquillo lo que hizo sobre el tapete, con un equipo vertical, de presi¨®n acuciante y f¨ªsico. Y su PSV es un cicl¨®n ¡ªsuma seis triunfos y una ¨²nica derrota en la tanda de los penaltis¡ª, con un 4-2-3-1 en defensa que concede aire en ataque al pasar al 4-3-3 que les ha dado 21 goles a favor por solo tres en contra. Junto a ¨¦l, en el banquillo, est¨¢ Ruud Hesp como entrenador de porteros, que lleg¨® al Bar?a sin hacer ruido pero que se march¨® con la aureola de santo por sus paradas. Un c¨ªrculo que no pudo completar Van Bommel, se?alado por la afici¨®n por taponar la eclosi¨®n de Iniesta, que no sali¨® de inicio en la final de la Champions de 2006 por las prestaciones f¨ªsicas del holand¨¦s. El manchego se tom¨® su revancha en la final del Mundial de Sud¨¢frica, en un duelo en el que se llev¨® todos los moratones posibles en las piernas por las patadas de Van Bommel, aunque tambi¨¦n el caramelo del gol decisivo. ¡°Disfrut¨¦ con Iniesta¡±, se?al¨® ayer desde las entra?as del estadio; ¡°pero estamos hablando de un partido de 2010. Incre¨ªble. Ahora jugamos contra el Bar?a en la Champions 2018-19¡±.
Iniesta sigui¨® con su f¨²tbol de sal¨®n, tan azulgrana que lo tildaron de guardi¨¢n del estilo antes de irse a Jap¨®n, y Van Bommel se centr¨® en los banquillos. Empez¨® con el Sub-17 del PSV junto al exportero Stekenlenburg. Pas¨® por la selecci¨®n de Arabia como ayudante de su suegro, Bert van Marwijk, retom¨® el sub-19 en Eindhoven y viaj¨® al Mundial con Australia, de nuevo con Van Marwijk. Entonces le llam¨® el director general del PSV, Tom Gerbrands, y le pregunt¨® si asumir¨ªa el cargo porque Cocu, tras cinco a?os de ¨¦xitos, se march¨® al Fenerbah?e. ¡°Por supuesto¡±, respondi¨®. Y su primer partido europeo le lleva al Camp Nou, estadio con el que tantas veces so?¨® cuando era ni?o porque ten¨ªa un p¨®ster del campo colgado en la pared de su cuarto. Un santuario para ¨¦l, por m¨¢s que su historia como culer se acabara en un a?o. No as¨ª su sentimiento, como demostr¨® en 2007 con la camiseta del Bayern y la peineta que le hizo al Madrid tras eliminarle de Europa.
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