Peque?ez marginada
Durante d¨¦cadas, el f¨²tbol progres¨® por el impacto de las novedades que surg¨ªan en peque?os pa¨ªses como Holanda, perjudicados ahora por el escaso tama?o de su entorno y el poder del negocio
La implacable l¨®gica mercantil ha destruido una de las grandes tradiciones futbol¨ªsticas, donde lo peque?o y hermoso apenas puede ofrecer resistencia a lo grande y opulento. Estamos en un tiempo irreversible, caracterizado por la expansi¨®n global del f¨²tbol, los dinerales por los derechos televisivos de las grandes Ligas europeas y el enorme peso del consumo en un juego que opera contra algunas de las peque?as naciones que han definido escuelas inolvidables.
La buena impresi¨®n del Ajax frente al AEK de Atenas en la primera jornada de la Liga de Campeones y el regreso del Estrella Roja de Belgrado al torneo, despu¨¦s de 25 a?os de ausencia, invitan tanto a la nostalgia como al des¨¢nimo. Son dos clubes esenciales en la historia del f¨²tbol, por influencia y palmar¨¦s. Dif¨ªcilmente se entender¨ªa el f¨²tbol actual sin su legado, especialmente el del Ajax de ?msterdam, sin cuya aportaci¨®n ser¨ªa casi imposible explicar al Barcelona, la selecci¨®n espa?ola y al Milan de Sacchi.
Durante d¨¦cadas, el f¨²tbol progres¨® por el impacto de las novedades que surg¨ªan en peque?os pa¨ªses. Holanda fue uno de ellos. All¨ª se instaur¨® el denominado f¨²tbol total. Los escoceses refinaron a los ingleses con el famoso passing game ¡ªel juego de toque¡ª y en la escasa distancia (247 kil¨®metros) que separa Viena de Budapest se estableci¨® la legendaria escuela del Danubio, primero con la gran selecci¨®n austriaca de los a?os 20-30 y despu¨¦s con la formidable Hungr¨ªa que transform¨® el juego despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial.
Todos estos pa¨ªses, impagables en el desarrollo del f¨²tbol, tienen una caracter¨ªstica com¨²n: son peque?os en extensi¨®n y demograf¨ªa. Disponen de la historia y de la simpat¨ªa general de los aficionados, pero sus Ligas interesan poco o nada al mercado. Las consecuencias son inevitables. Equipos como el Celtic de Glasgow, primer club brit¨¢nico ganador de la Copa de Europa, o el Glasgow Rangers, cuya hinchada es tan masiva como la de los principales equipos ingleses, se han convertido en anecd¨®ticos a escala europea. Hungr¨ªa ha desaparecido del mapa futbol¨ªstico. Los equipos holandeses han bajado tantos pelda?os en la escala global que no aparecen en una final de la Copa de Europa desde la derrota del Ajax con la Juve en 1996. Por desgracia, cada vez se les espera menos.
El Estrella Roja, v¨ªctima deportiva de la Guerra de los Balcanes, gan¨® la Copa de Europa en 1991 con un equipo inolvidable: Savicevic, Prosinecki, Mijailovic, Pancev, Jugovic y Belodedici, entre otros. Representaba a Yugoslavia. Ahora, a Serbia, otra Liga peque?a y alejada, como el resto del f¨²tbol del Este, del tremendo centro de gravedad que significan Inglaterra, Espa?a, Alemania, Italia y Francia en el f¨²tbol, pa¨ªses que han aprovechado su viejo potencial futbol¨ªstico y se han beneficiado extraordinariamente de su extensi¨®n y sus posibilidades demogr¨¢ficas, con poblaciones que van de los 50 a los 90 millones de habitantes. Es decir, de potenciales consumidores. De eso trata sustancialmente el f¨²tbol de hoy.
La sentencia Bosman, que en 1995 abri¨® las fronteras europeas a jugadores de todo el mundo, anim¨® a las sucesivas transformaciones de la Copa de Europa ¡ªde equipos ganadores de sus Ligas nacionales y eliminatorias directas al sistema actual de grupos y masiva presencia de clubes espa?oles, ingleses, italianos, alemanes y franceses¡ª y al fabuloso matrimonio mercantil que mantienen desde entonces las principales Ligas y la televisi¨®n. El efecto sobre el negocio y el mapa del f¨²tbol es aplastante. Beneficia lo grande y desde?a lo peque?o. Es la l¨®gica irremediable que ahora margina a m¨ªticos equipos perjudicados por el escaso tama?o de su entorno y que previsiblemente devorar¨¢ a los siguientes peque?os: los que no podr¨¢n competir, es decir, la satisfecha clase media actual, con los gigantes econ¨®micos que ha alumbrado el nuevo f¨²tbol.
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