Valverde busca el arco¨ªris en el infierno
Una subida con un paso al 28% decidir¨¢ el Mundial de Innsbruck, en el que el murciano, tras seis podios, espera ganar a los 38 a?os
Del infierno charlan Alejandro Valverde y Enric Mas, plet¨®ricos. El infierno es una met¨¢fora, claro, un espectro que parece lejan¨ªsimo en la placidez tirolesa para ricos, tan buc¨®lica en el verano que no se va, de la que disfruta la selecci¨®n espa?ola para preparar su Mundial. El infierno llaman al Gramartboden, la subida de 2,8 kil¨®metros al 11,5% (y un trocito al 28%) hacia un barrio alto de Innsbruck que los mejores ciclistas del mundo afrontar¨¢n con desarrollos de mountain bike (tipo 36/32) en el kil¨®metro 250 de una carrera ya dura. De all¨ª, a meta, siete kil¨®metros cuesta abajo, donde se decidir¨¢ el Mundial.
¡°Me recuerda a la ¨²ltima subida a Arrate¡±, dice Mas, de 23 a?os; y su afirmaci¨®n podr¨ªa ser una declaraci¨®n de principios. Antes que en la Vuelta a Espa?a en la que maravill¨®, el mallorqu¨ªn se revel¨® ante el mundo en la ¨²ltima Vuelta al Pa¨ªs Vasco justamente all¨ª, en la subida estrecha, empinad¨ªsima y retorcida a Arrate por un sendero ins¨®lito. Por eso, despu¨¦s de decirlo, sonr¨ªe Mas, debutante ambicioso, y su mentalidad de ganador.
La sonrisa de Alejandro Valverde, de 38 a?os, es m¨¢s cansada y m¨¢s cauta. ?l tambi¨¦n tuvo 23 a?os, juventud y una ambici¨®n que nunca ha perdido, y fue segundo en su primer Mundial (en el que guard¨® las espaldas a Igor Astarloa, que atac¨® antes que nadie y gan¨®), y luego subi¨® otras cinco veces al podio de una carrera que desea, pero que nunca ha podido ganar. ¡°El a?o que m¨¢s cerca estuve de ganar fue justo aquel, el de 2003¡±, dice Valverde la v¨ªspera de su 12? Mundial. ¡°Y, vale, se puede pensar que despu¨¦s de eso cre¨ª que ganar el Mundial ser¨ªa f¨¢cil, pero nunca lo pens¨¦. El Mundial es muy dif¨ªcil¡±.
En sus 11 Mundiales anteriores, Valverde, el ciclista de la longevidad y el brillo ¨²nicos que ha pasado por todas las ¨¦pocas y fases del ¨²ltimo ciclismo espa?ol, ha ayudado a ganar a Freire y ha competido con el mismo Freire, Purito y Samuel S¨¢nchez por el liderazgo del equipo espa?ol en los a?os de hartazgo y peleas de celos. En sus ¨²ltimas cuatro participaciones ha sido tres veces tercero y una vez quinto. A Innsbruck, donde Mas, el joven que crece, le ha prometido fidelidad eterna, llega liberado y, asegura, tranquilo: ¡°Lo peor que me ha pasado con esta carrera ha sido obsesionarme¡±, dice. ¡°As¨ª que he llegado a la conclusi¨®n de que la tengo que afrontar como una m¨¢s, no como la m¨¢s importante¡±.
Pendientes de Italia
Giancarlo Ferretti, el viejo director italiano, setent¨®n, de la d¨¦cada del seleccionador espa?ol, Javier M¨ªnguez, est¨¢ ya retirado, pero no ha perdido su capacidad m¨ªtica para expresar lo inefable en el ciclismo. Y cuando Ferretti habla de Vincenzo Nibali habla del ¡°instinto razonado¡±, de c¨®mo la marca del siciliano es la de los ataques imprevisibles y al mismo tiempo calculados. Y es importante hablar de Nibali porque m¨¢s que ning¨²n otro rival, ¨¦l es el antiValverde de Innsbruck. Mucho de lo que ocurrir¨¢ hoy depende del tipo de carrera que quiera la Italia de Nibali, o dura, con ataques repetidos, para que los que florecen en los repechos, como el mismo Valverde, el temido franc¨¦s Alaphilippe, los gemelos Yates, el tremendo tricampe¨®n Sagan, lleguen muertos al infierno, o blanda para jug¨¢rsela all¨ª con los especialistas.
Valverde, el rey de los repechos imposibles, el del Muro de Huy, por ejemplo, no teme al infierno de Innsbruck. ¡°Que lo teman los dem¨¢s¡±, dice. ¡°Que me teman. Sagan ha ganado tres veces el Mundial y seguramente llegar¨¢ con todos a la ¨²ltima subida, pero no tengo claro que la pase¡±.
Una sola cosa es segura. Si Valverde gana el Mundial, por fin, y al 12? intento, no aprovechar¨¢ la ocasi¨®n para retirarse del ciclismo. ¡°?Ni de co?a!¡±, exclama. ¡°No me retiro ni de co?a. Tendr¨¦ que lucir el arco¨ªris un a?o, ?no?¡±.
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