El jugador que nos quer¨ªa entrenar a todos
Sobre la pista, Pablo Laso era un t¨¦cnico profesional en pr¨¢cticas al que le permitieron ejercitarse durante 18 a?os vestido de corto
Apreciado Pepe*:
Siempre tengo la sensaci¨®n de que dejamos la conversaci¨®n por terminar. Tampoco podemos pedir m¨¢s en ese rato en que nos cruzamos en el Club Canoe; y que dure muchos a?os. Me llena de energ¨ªa verte como necesario maestro de los que pretenden ganarse la vida como profesionales del baloncesto.
Que sepas, por cierto, que dejaste impactado a mi socio con tu sint¨¦tica definici¨®n de los que acaban siendo buenos en nuestro deporte. ¡°El partido parece el mismo ¡ªdec¨ªas¡ª, pero trata de moverte, de pensar y de producir con el defensor permanentemente a 30 cent¨ªmetros en vez de a dos metros, a ver si puedes. El que puede, es el que acaba dedic¨¢ndose a esto¡±.
¡°Ya, pero al final depende todo tanto de la estatura¡±, sigui¨® ¨¦l, ¡°en f¨²tbol, por ejemplo, eso no pasa¡±. Y entonces le contaste lo que suele decir tu hijo Pablo sobre la suerte que tuvo naciendo cuando naci¨®, porque, seg¨²n ¨¦l, ¡°diez a?os despu¨¦s ya no me hubieran dejado jugar¡±.
En este inicio de temporada, en el que parece que ha rearmado al equipo para que sea de nuevo el faro de todas las competiciones, me ha dado por pensar en aquel Pablo jugador. Tengo absolutamente grabado, por ejemplo, un partido en el Magari?os, cuando el Baskonia era Caja de ?lava. Tuvo que ser en el a?o 85 u 86 porque estaba Abdul Jeelani, y me recuerdo especialmente inquieto ante la llegada de un jugador americano con nombre ¨¢rabe que hab¨ªa logrado estar un tiempo en la NBA. Me interesaba ese d¨ªa Jeelani, y, por supuesto, cada d¨ªa David Russell y Vicente Gil, pero finalmente acab¨¦ impactado con las voces a sus compa?eros y los permanentes gestos de un chaval que parec¨ªa casi de mi edad, y desde luego de mi estatura. La sensaci¨®n que daba desde fuera es que lo de botar con estilo, o tirar bien a canasta, le importaba lo justo, comparado con su necesidad de hablar y hablar a todos sus compa?eros, durante casi todo el partido. Qu¨¦ intensidad. Lo que en aquel momento no pude captar, es que tambi¨¦n le gustaba hacerlo con los rivales. Probablemente con Vicente aquel d¨ªa se cortar¨ªa un poco, menudo era Vicente, pero te garantizo que a tu hijo y a m¨ª a veces se nos iba de las manos la tertulia paralela al partido cuando nos enfrent¨¢bamos. ¡°?Por qu¨¦ me gru?e Bannister as¨ª?¡±. ¡°D¨¦jale, no le hagas ni caso, pero ten cuidado porque si me presionas mucho te va a pillar en un bloqueo ciego y acabas en el hospital¡±. ¡°Oye, ?y Perasovic por qu¨¦ se cabrea tanto?¡±. ¡°Pues porque le he dicho que por mis narices corta donde yo le digo, o le pasa su padre¡±. Estar frente a Pablo, no era competir contra un jugador de baloncesto, era tratar de imponerse a un entrenador profesional en pr¨¢cticas, al que le permitieron ejercitarse durante 18 a?os vestido de corto.
Creo que alg¨²n d¨ªa te cont¨¦ la respuesta de Alberto Herreros sobre el valor de Obradovic como entrenador. ¡°Lo ¨²nico que distingue a Zeljko, de verdad, es que cuando tienes un problema en el campo ¨¦l siempre tiene la soluci¨®n; y normalmente funciona¡±. Resulta que en aquellos a?os en el Madrid, Alberto acab¨® teniendo en realidad a dos solucionadores de problemas cerca; su entrenador, y el base que no se callaba nunca. Y supongo que cuando le dejaron opinar como m¨¢nager sobre su fichaje, a un tipo tan concreto como ¨¦l no le surgieron demasiadas dudas; ¡°?estar¨¢ suficientemente preparado Pablo para un reto como este?¡±. ¡°Estoy convencido de que lo est¨¢, pero, por favor, no le hagamos hablar hoy mucho de baloncesto, que los ni?os me esperan en casa dentro de ocho horas¡±.
Sigue siempre con salud.
Pepe Laso fue jugador del Baskonia, del Real Madrid, internacional con Espa?a, entrenador de ¨¦lite, y es padre de Pablo Laso.
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