El Bar?a triunfa sin Messi

No hay un solo jugador del Bar?a que no quiera ser merecedor de jugar con Messi, y menos Rafinha. El sentido de equipo se impuso en un momento en que se debate largamente sobre la messidependencia despu¨¦s de la ca¨ªda del 10. La lesi¨®n del rosario despert¨® el esp¨ªritu grupal ante el Inter. Jugaron los azulgrana todos a una como Fuenteovejuna. Asociados sus futbolistas, el Bar?a funcion¨® como un colectivo s¨®lido y comprometido, coral y equilibrado, superior a su contrario, una noticia excelente y que habla bien del t¨¦cnico, muy observado en el Camp Nou.

¡°A falta de genialidad, hay que ser efectivos¡±, anunci¨® Valverde para sintetizar c¨®mo afronta la ausencia de Messi. La respuesta de sus muchachos fue estupenda: dejaron dos goles y hasta cinco remates francos, de sobras para abatir con grandeza al siniestro Inter.

Valverde se la jug¨® con Rafinha, un futbolista que da mucho juego a los entrenadores, a veces extremo y en ocasiones volante, indefinido o vers¨¢til seg¨²n los ojos que le miren, s¨ªntoma habitualmente de precariedad o de necesidad en el Camp Nou. El hispanobrasile?o pod¨ªa haberse alineado al fin y al cabo en cualquiera de los dos equipos: formado en la Masia, preferido en su d¨ªa a Icardi, actu¨® como cedido el a?o pasado en el Inter. Jug¨® y triunf¨® Rafinha en el puesto de Messi despu¨¦s que Demb¨¦l¨¦ se extraviara el s¨¢bado contra el Sevilla.

El partido era muy exigente y el entrenador quer¨ªa un equipo serio y responsabilizado, aplicado en la recuperaci¨®n si no pod¨ªa ser en la elaboraci¨®n, esforzado en la presi¨®n ante un rival fuerte t¨¢ctica y f¨ªsicamente como el Inter. A falta de desequilibrio, relegados los delanteros r¨¢pidos y con regate, se impon¨ªa el fondo de los medios, la jerarqu¨ªa de Arthur, la sutileza de Rafinha y el cuerpo a cuerpo de Luis Su¨¢rez.

Alrededor de Arthur, el Barcelona tom¨® la pelota y se fue a por el encuentro con determinaci¨®n a¨²n a riesgo de ser sorprendido por el sibilino Icardi.

Los excelentes movimientos del ariete del Inter se alternaban de vez en cuando con las inteligentes llegadas de Rafinha. El encuentro, solidarios como defend¨ªan y atacaban los dos equipos, parec¨ªa resumirse en una cuesti¨®n personal: Icardi o Rafinha. Y de inicio se impuso el azulgrana, excelente en el f¨²tbol de entrel¨ªneas, h¨¢bil en el juego al espacio, diligente desde los tres cuartos de campo en la apertura hacia la banda derecha para Luis Su¨¢rez y listo en el remate despu¨¦s del centro del 9. Apenas sal¨ªan los chicos de Spalletti, sometidos por el Bar?a, acampado en campo del Inter.

Al descanso se lleg¨® con un remate de Coutinho a la salida de una falta que dio en el brazo de Miranda y se escap¨® por poco a la derecha de Handanovic. El gol rond¨® mucho m¨¢s la porter¨ªa del Inter que la del Barcelona. A Spalletti no le qued¨® m¨¢s remedio que cambiar de plan y recuperar la versi¨®n original con la entrada de un muy buen jugador de banda como es Politano. Y el Inter enfoc¨® el marco de Ter Stegen. El Barcelona no aguant¨® el ritmo por momentos, se destens¨® y concedi¨® el bal¨®n y el campo, sostenido por la personalidad de Arthur.

La valent¨ªa del brasile?o, a veces incluso temerario en la salida del cuero desde el arco de Ter Stegen, y la fiereza de Luis Su¨¢rez resultaron decisivas cuando le toc¨® sufrir al Barcelona. No se asusta Arthur ni cuando pierde el bal¨®n ante el Inter. La confianza del brasile?o fue contagiosa y los azulgrana recuperaron el aliento y la jerarqu¨ªa, hasta el punto de que Lenglet, Su¨¢rez y Coutinho tuvieron tres remates de gol, el del brasile?o negado por la madera, mientras Spalletti insist¨ªa en su ofensiva con Lautaro y Keita.

Valverde respondi¨® con dos cambios que no agradaron a la hinchada, aparentemente contrarios al guion de la noche: retir¨® a las dos figuras del d¨ªa, Rafinha y Arthur, presuntamente desfondados, y apost¨® por Semedo y Arturo Vidal. Y entonces, en medio de un paisaje complicado por la capacidad agon¨ªstica del Inter, apareci¨® Alba para controlar una asistencia de Rakitic y cruzar sobre la salida de Handanovic. Nada mejor que el 2-0 para coronar una actuaci¨®n excelente, en ataque y en defensa, por fin imbatido Ter Stegen. Nadie hubiera dicho que se pod¨ªa ganar al Inter con un partido tan completo, formalmente impecable, sin Messi.