Sergio Ramos: ¡°Me enorgullece que me carguen la mochila de piedras¡±
El capit¨¢n, diana de una pitada que acab¨® por dirigirse a Bale y Asensio cuando fueron sustituidos, asume la responsabilidad de la crisis de juego del Madrid
Hubo pitos a Sergio Ramos procedentes de seguidores desperdigados por el fondo sur del Bernab¨¦u que se contagiaron a otras tribunas. Ni a Bale, ni a Asensio, ni a Casemiro, ni a Modric, jugadores cuyo rendimiento esta temporada ha estado muy por debajo de sus propios est¨¢ndares. De entrada, la bronca se centr¨® en Ramos, uno de los futbolistas de la plantilla que menos han declinado tras el verano. El ¨²nico que se ha manifestado p¨²iblicamente contra la intenci¨®n de la directiva de fichar un entrenador de "mano dura".
Cuando la megafon¨ªa anunci¨® la alineaci¨®n del capit¨¢n contra el Valladolid, los silbidos pesaron tanto como los aplausos. El partido todav¨ªa no arrancaba y el ambiente en las gradas se enrarec¨ªa. No pareci¨® casual. La cadena SER inform¨® esta semana que el escuadr¨®n de unos 4.000 aficionados oficialmente organizados como ¡°grada de animaci¨®n¡± recibieron orden del club de no cargar contra el capit¨¢n, en previsi¨®n de que una pitada contra los jugadores encienda la mecha que acabe provocando un estallido contra Florentino P¨¦rez. No todos respetaron la orden. La tentaci¨®n resulta demasiado poderosa. Fueron varios cientos los que pitaron, y en esto coincidieron ampliamente con la directiva. Desde la derrota en el S¨¢nchez Pizju¨¢n, hace m¨¢s de un mes, en el entorno presidencial se?alan que los primeros culpables de la crisis son los capitanes: Marcelo, que est¨¢ lesionado, y Ramos.
¡°Cuando las cosas no salen hay que mantener la calma y la insistencia en el esfuerzo¡±, dijo Ramos, a pie de campo, en los micr¨®fonos de BeIN. ¡°El equipo ha cre¨ªdo. El escenario ha sido complicado, por la racha de partidos sin ganar, por el cambio de entrenador¡ Entendemos perfectamente a la afici¨®n. Entendemos los silbidos. Nosotros somos los responsables. Pero despu¨¦s del primer gol, el Bernab¨¦u se ha levantado y nos ha dado la confianza que necesitamos¡±.
Harta de no poder asistir a una victoria en Liga desde el 22 de septiembre, la muchedumbre silb¨® al equipo durante m¨¢s de una hora. Silb¨® cada pase errado de los blancos y cada ocasi¨®n clamorosa de los visitantes. El mano a mano de Anto?ito fallado ante Courtois; el parad¨®n del belga al tiro de Villa; y los disparos al travesa?o de Alcaraz y de Villa, sucesivamente. Solo el gol en contra de Olivas (1-0) aplac¨® la ira de la gente.
Socios cabizbajos
Cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final, el marcador (2-0) record¨® a la afici¨®n que la peor racha de resultados en Liga desde 2005 hab¨ªa concluido. Los vomitorios se llenaron entonces de largas columnas de socios cabizbajos, silenciosos, aplacados por los tres puntos, pero perplejos o aburridos ante el pobre espect¨¢culo ofrecido. Ya nadie se acord¨® de pitar a Ramos, a quien incluso llegaron a provocar con silbidos mientras tomaba carrerilla para lanzar el penalti que supuso el 2-0. Ramos lanz¨® contra la porter¨ªa del fondo sur y lo celebr¨® gesticulando con m¨¢s ¨¦nfasis de lo normal.
¡°Ha sido un gesto de orgullo y dignidad¡±, dijo; ¡°llevo muchos a?os trabajo. Respeto la opini¨®n. Puedo no agradar a todo el mundo y siento el m¨¢ximo respeto por la afici¨®n. Pero no me olvido que el orgullo me ha hecho llegar donde estoy¡±.
Pocos parecieron recordar este s¨¢bado que Ramos ha sido una de las principales palancas del Madrid ganador de la D¨¦cima, la Und¨¦cima, la Duod¨¦cima y la Decimotercera. Pocos repararon en que Ramos es un mito con botas del madridismo, equiparable a Gento o Di St¨¦fano. En estos d¨ªas de crisis nadie en la grada de animaci¨®n se?al¨® a Benzema o a Bale. El gal¨¦s, en cambio, fue pitado con estr¨¦pito por los hinchas apostados en el viejo gallinero cuando Solari lo sustituy¨® por Lucas en el minuto 70. Por entonces, el Madrid empataba y los nervios se multiplicaban.
¡°Es cuanto m¨¢s calma hay que tener¡±, dijo Ramos. ¡°Pasan los minutos y hay que sacar el gen y el orgullo, la actividad que el equipo demostr¨® desde siempre. Los tres puntos dan confianza¡±.
¡°No lo he notado¡±, contest¨® cuando le preguntaron si advirti¨® que hubo un sector que le pit¨® cada vez que toc¨® la pelota al inicio del partido. ¡°Los que m¨¢s tiempo llevamos, tenemos que asumir este rol. Yo soy el capit¨¢n y tengo que dar un paso al frente. Me siento orgulloso de que me carguen la mochila de piedras¡±.
Sergio: ¡°Aparte del gol de rebote, la actuaci¨®n de Vinicius no es para comentar¡±
La voz ronca de Sergio Gonz¨¢lez reson¨® como un lamento: ¡°?El chut va fuera de banda, pega en el defensa y va a gol! ?Ha sido la suerte!¡±.
El entrenador del Valladolid busc¨® explicaciones para la derrota sufrida (2-0) en el Bernab¨¦u despu¨¦s de que sus jugadores lanzaran dos tiros al travesa?o, uno previamente desviado por Courtois; y gozaran de dos situaciones mano a mano con el portero, una rematada con un tiro desviado y la otra parada por el portero.
¡°Hoy", dijo Sergio, se?alando a su plantilla, compuesta al 40% de debutantes en Primera, "futbolistas que llevan poco tiempo en la m¨¢xima categor¨ªa han demostrado aplomo y personalidad ante un grandioso equipo. En la segunda parte incluso hemos estado igual, o por encima de lo que ha hecho el Madrid. El resultado no compensa el enorme partido que han hecho mis futbolistas. Intentamos encontrar una explicaci¨®n al 2-0. De cada diez partidos que juguemos as¨ª perderemos uno¡±.
¡°En la segunda parte no solo nos hemos tapado", se?al¨® el t¨¦cnico. "Casemiro es un jugador que cierra muy bien los carriles interiores, y cuando no estaba hemos logrado enlazar pases a los costados de Kroos. Hemos logrado salir de la primera presi¨®n del Madrid para poder hacer transiciones muy interesantes. Yo ve¨ªa que en esa fase ten¨ªamos opciones de llevarnos el partido¡±.
¡°No creo que la actuaci¨®n de Vinicius sea para comentar", advirti¨®, "aparte del gol de rebote que marc¨®. En ese momento el partido estaba parado. No pasaba nada. Depend¨ªa o de una acci¨®n de ellos individual o de una contra nuestra. Y esa acci¨®n nos ha hecho da?o porque ha sido inmerecida. Despu¨¦s del 1-0 nos hemos desorganizado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.