Solari en la tempestad
El t¨¦cnico del Castilla debuta en Liga en una de las peores crisis del Madrid en este siglo, mientras vestuario y directiva expresan su desencuentro en la b¨²squeda de entrenador
Alarmados ante las noticias que situaban a Antonio Conte o a Jos¨¦ Mourinho en la caseta del Madrid, los jugadores m¨¢s representativos del vestuario se pusieron en contacto con la directiva la semana pasada, en v¨ªsperas del cl¨¢sico, ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica de Julen Lopetegui al frente del equipo. El intermediario fue un viejo empleado del club. Los futbolistas le dieron un mensaje para la junta. Const¨® de tres argumentos contra el fichaje de un tipo de entrenador que los veteranos consideran perjudicial para un equipo necesitado de ¡°soluciones futbol¨ªsticas¡± y no de un l¨ªder autoritario.
Con el cartel de ¡°provisional¡± impuesto desde los despachos, el debut de Santiago Solari en el banquillo del Madrid en Liga es un rompecabezas. La brecha entre los jugadores m¨¢s influyentes de la plantilla y el presidente Florentino P¨¦rez se agranda desde el verano. El Madrid ha despedido a Lopetegui, el t¨¦cnico contratado para conducir la transici¨®n tras la salida de Cristiano, y las negociaciones con Conte se han parado. Mientras se descartan otros t¨¦cnicos, la enfermer¨ªa se llena de jugadores importantes. Varane, el segundo central, es baja junto con Mariano, el ¨²nico nueve puro; Marcelo y Carvajal, los futbolistas m¨¢s desequilibrantes en ataque, tampoco se recuperan y el tiempo precipita la visita del Valladolid, este s¨¢bado en el Bernab¨¦u (16:15 horas, Movistar), con el imperativo de frenar la ca¨ªda. El equipo marcha noveno en la clasificaci¨®n de la Liga y los dirigentes consultados coinciden en se?alar que el t¨ªtulo est¨¢ perdido.
Los tiempos son tormentosos. Casi tanto como la ¨²ltima vez que Solari pis¨® la hierba de Chamart¨ªn, el 10 de abril de 2005, sustituyendo a Ra¨²l en el minuto 85 de un cl¨¢sico que el Madrid gan¨® 4-2 sin que sirviera para nada m¨¢s que asegurar el billete para la siguiente Champions. El entrenador era Luxemburgo y la f¨®rmula de los gal¨¢cticos se degradaba.
Aquel fue el final traum¨¢tico de una era. Florentino P¨¦rez, que no hall¨® el modo de resolver la crisis sin presentar la dimisi¨®n en 2006, ahora busca una salida al atolladero. Fuentes de la directiva indican que ya ning¨²n camino es bueno y que el entrenador que m¨¢s le gusta al presidente en estos momentos ¡ªdicen sus colaboradores¡ª sigue siendo Mourinho. Mientras no lo echen del United, cosa improbable a corto plazo, comentan que lo mejor que pueden hacer es ganar tiempo. Estas fuentes aseguran que lo que piensen los jugadores no condicionar¨¢ la estrategia. ¡°Les ha faltado profesionalismo¡±, dicen.
El mensaje de la plantilla
La posici¨®n de la mayor¨ªa del vestuario se refleja en el mensaje que trasladaron los jugadores a la directiva la semana pasada. Primero, que no tienen nada contra Mourinho pero creen por experiencia que la naturaleza vindicativa del portugu¨¦s no cambiar¨¢ ya que, adem¨¢s, se siente traicionado por jugadores que formaban el tronco de la plantilla cuando se march¨® al Chelsea, en 2013. Segundo, que ni Mourinho ni Conte han ganado nada con grupos tan exitosos como el del Madrid, conquistador de cuatro Champions. Y tercero y ¨²ltimo, que los jugadores del Madrid no necesitan sargentos de mano dura, especialistas en guerras psicol¨®gicas, sino un entrenador que les ofrezca est¨ªmulos y soluciones futbol¨ªsticas sobre el terreno.
El capit¨¢n Ramos reafirm¨® esta postura cuando, tras el 5-1 del Camp Nou, le preguntaron qu¨¦ le parec¨ªa que el Madrid negociara el fichaje de un mast¨ªn como Conte: ¡°El respeto se gana, no se impone. Hemos ganado todo con entrenadores que no hace falta que nombre ahora. La gesti¨®n del vestuario es m¨¢s importante que el conocimiento t¨¢ctico¡±.
Solari responde al patr¨®n que describen los capitanes. Si la directiva madridista alberga dudas respecto a su idoneidad tienen que ver con su car¨¢cter. Se trata de un hombre educado, incapaz de tratar a nadie con crueldad, sin el punto arbitrario que tanto entusiasma al sector del palco que pide ¡°mano dura¡±. Admirador de Vicente del Bosque ¡ªel m¨¢s legendario de los manoblanda¡ª la mano dura de Solari en las categor¨ªas inferiores solo se impuso por celo disciplinario. Como cuando mand¨® que el autob¨²s del Castilla se saltara la tradicional parada gastron¨®mica en el Parador de Lerma ¡ªexcelente asador de corderos¡ª cada vez que jugaban en el Pa¨ªs Vasco.
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