La Champions niega a Su¨¢rez

En el Giuseppe Meazza hab¨ªa muchas ganas de f¨²tbol, de recibir al Bar?a y de ponerle en un aprieto porque el Inter sumaba siete victorias consecutivas en la Serie A, tan solo a cuatro de igualar el r¨¦cord hist¨®rico que logr¨® Spalletti en el curso anterior. En los comercios, los taxis o cualquier rinc¨®n de la ciudad se hablaba del encuentro, grande como pocos desde hac¨ªa a?os en la ciudad ¡ªal menos, en la mitad de la ciudad porque la otra se decanta por el Milan¡ª porque el Inter no disputaba la Champions desde marzo de 2012 ante el Olympique de Marsella.

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Luis Su¨¢rez, el azote del Madrid

Todo eran se?as vitalistas en San Siro, como que la c¨¢mara enfocara a Materazzi y ¨¦ste, entre sorprendido y abrumado por la ovaci¨®n prolongada, acabara por saludar y tocarse el coraz¨®n ante el delirio de la hinchada. Pero los decibelios explotaron cuando por la megafon¨ªa atron¨® el Pazza Inter, amala, acompa?ado con un mosaico negro y azul, tambi¨¦n con las luces del flash de los m¨®viles ¡ªlos mecheros ya quedaron en el olvido¡ª para despu¨¦s acabar cantado a capela por la afici¨®n. Para todos ellos, sin embargo, el Bar?a result¨® ser un analg¨¦sico, toda vez que atesor¨® la pelota durante gran parte del duelo, pase a pase, Valium a Valium. Y peor pudo haber sido si Luis Su¨¢rez no tuviera el gafe con la Champions.

C¨®modo en LaLiga porque hace nada le hizo un fabuloso hat-trick al Madrid, a Su¨¢rez se le resiste la Liga de Campeones. Pero si hay algo que nunca falta en Su¨¢rez es la entrega, el sacrificio por el bien colectivo y su tes¨®n por tener protagonismo en el ¨¢rea rival. Tanto le da el gafe que se prolonga por tres a?os, dado que ha marcado cuatro goles en sus ¨²ltimos 23 encuentros europeos (0,17 de media por partido) y solo uno en los ¨²ltimos 14, que fue en la ida de los cuartos ante la Roma del curso anterior. Y eso que ocasiones no le faltan como explic¨® ante el Inter. ¡°Solo le puedo pedir que insista, que siga haci¨¦ndolo porque ha completado un partidazo ya que desde el primer minuto ha incordiado a la defensa y se ha peleado con todos¡±, se?alo Valverde; ¡°pero que insista porque el gol hay que perseguirlo y Luis es un experto en perseguir el acierto¡±.

Sin chispa

En ausencia de Messi, baja por lesi¨®n, el 9 asumi¨® el liderazgo del equipo. Aunque no coron¨® con un gol. Primero, decidi¨® chutar con la zurda desde la frontal del ¨¢rea cuando ten¨ªa tiempo para perfilarse y romper, por lo que la pelota se fue por arriba. Luego se la puso Alba al desmarque y se bast¨® con poner la cara para amortiguar el bal¨®n, para despu¨¦s girarse y sacar una vaselina preciosa que le hizo cosquillas al poste. La volvi¨® a tener a la salida de un c¨®rner, cuando le peg¨® mal con la zurda y le lleg¨® a Piqu¨¦, quien de chiripa realiz¨® una pared con Su¨¢rez, que volvi¨® a darle con la izquierda pero cruzado. Con el gafe a cuestas, malgast¨® otra oportunidad tras un pase de Arthur en profundidad, cuando se hizo un nudo con las piernas al encarar a Skriniar. Y la m¨¢s clara le lleg¨® tras un rechazo a chut de Coutinho, pero Handanovic intuy¨® y acert¨® su disparo.

No hab¨ªa manera porque le faltaba la chispa, el chut certero en el momento oportuno. Como en esa ocasi¨®n que rob¨® el bal¨®n, pis¨® ¨¢rea y tras un recorte reclam¨® la mano de Perisic sin ¨¦xito. Desde la grada le gritaron repetidamente scemo (tonto, en italiano) y m¨¢s que se irritaron cuando protest¨® frente al linier un gol que bien le anularon porque a Rakitic se le escap¨® la pelota y sali¨® por l¨ªnea de fondo. O cuando tras un centro al ¨¢rea le peg¨® de volea con la zurda y la pelota casi se va al bander¨ªn de c¨®rner. ¡°Una pena que no se haya dado¡±, se?al¨® Valverde. As¨ª, fundido a negro, el 9 encontr¨® en Malcom lo que le fall¨® toda la noche porque el extremo, que jug¨® por sorpresa los minutos finales, pis¨® ¨¢rea y chut¨® a puerta, lejos de las manoplas de Handanovic. No fue definitivo porque Icardi replic¨® en el ¨¢rea rival con un gol de delantero. Justo lo ¨²nico que le falt¨® a Su¨¢rez.