Un divertido empate a cero
Valladolid y Eibar no consiguen marcar, pero brillan en la ma?ana gris del Nuevo Zorrilla
Aunque sin goles parece que un partido de f¨²tbol se queda incompleto, a veces no hacen falta para que brille, y que los aficionados que han pagado su entrada, salgan satisfechos del estadio. Basta con la intensidad, con los detalles, con las ocasiones. Sucedi¨® en Zorrilla, donde Valladolid y Eibar protagonizaron un choque entretenido, en el que ocurrieron muchas cosas, y casi todas buenas. La ma?ana estaba gris, hac¨ªa fr¨ªo y llovia, en principio un ambiente desapacible, una jornada de oto?o avanzado en Castilla, en lo que en tiempos fue el estadio de la pulmon¨ªa. Pero a los protagonistas no les import¨® demasiado. Tal vez, incluso, les activ¨® para trabajar con m¨¢s ah¨ªnco en busca del triunfo, que no se decant¨® para ning¨²n bando.
Primero fue el Valladolid el que se lanz¨® al asalto sin complejos. El Eibar hab¨ªa perdido al portero, Dmitrovic, en el calentamiento, as¨ª que fue Asier Riesgo quien cogi¨® la responsabilidad de responder a los ataques pucelanos. A los 7 minutos desbarat¨® con una gran buena parada, la ocasi¨®n del turco Unal, despu¨¦s de una acci¨®n grupal por la izquierda, la banda que mejor le funcionaba al Valladolid en la primera media hora. Por ah¨ª llegaron los sustos para el Eibar, que, sin embargo, respondi¨® pronto con una jugada de Orellana, que se plant¨® frente a Masip despu¨¦s de dos regates en el ¨¢rea. El portero catal¨¢n respondi¨® con entereza.
Tambi¨¦n despu¨¦s, en un centro de Rub¨¦n Pe?a que Orellana remat¨® de cabeza. Para entonces, el cuarto ¨¢rbitro ya le estaba haciendo un marcaje al hombre al hiperactivo Jos¨¦ Luis Mendilibar, que se desga?itaba en la banda para intentar que su equipo se metiera m¨¢s en el partido, porque se conoce la plaza en la que durante tiempo fue venerado y en la que recibi¨® un homenaje la v¨ªspera. El Eibar lo fue haciendo poco a poco. El equipo vasco se march¨® al descanso con una sensaci¨®n de control mucho m¨¢s intensa que al principio del partido, y regres¨® al campo convencido de que esa era la actitud.
Los guipuzcoanos tomaron posesi¨®n del medio campo a medida que el Valladolid se desdibujaba. Jordan y Diop impon¨ªan su presencia en la medular. Su peso inclinaba el campo cuesta abajo hacia la porter¨ªa contraria. Por la izquierda, Cucurella hac¨ªa de la presi¨®n, virtud. Entre estos dos ¨²ltimos fabricaron la primera gran oportunidad del Eibar. El senegal¨¦s control¨® una pelota, burl¨® con el cuerpo a su marcador, y se la dej¨® en bandeja al catal¨¢n, que dispar¨® alto. Mendilibar no se lo cre¨ªa. En el minuto 60, apenas ocho despu¨¦s, un rebote en Moyano casi se cuela en la porter¨ªa de Masip, que reaccion¨® con unos reflejos extraordinarios. En plena avalancha visitante, Cucurella rob¨® un bal¨®n y se la puso a Charles, que hizo lo m¨¢s complicado: enviarla fuera. Mendilibar reaccion¨® con un cambio de delantero. Se fue Charles y entr¨® Kike Garc¨ªa, pero poco m¨¢s tarde, el destino del partido se modific¨® tras una mano obligada de Arbilla, que era su segunda tarjeta amarilla. Con un hombre menos, el Eibar recul¨®, y Sergio decidi¨® utilizar su ¨²ltima bala, al poner en el campo al italiano Daniele Verde. Su golpeo de bal¨®n llev¨® el p¨¢nico a la defensa armera en una falta, un tiro cruzado y dos saques de esquina envenenados. Claro que el Eibar tambi¨¦n respondi¨® en un remate de Kike de cabeza.
Pas¨® casi todo, pero no hubo goles. F¨²tbol s¨ª, y tambi¨¦n intensidad. El p¨²blico, pese a la lluvia y la ma?ana gris, se entretuvo con el juego de los dos equipos, que siguen progresando. El objetivo de ambos, dicen, es la salvaci¨®n, y parecen ir por el buen camino.
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