El VAR auxilia al Valencia en el Coliseum
Un gol de penalti de Parejo decretado tras una revisi¨®n arbitral acaba con el Getafe en un encuentro tenso e intenso
En la mayor¨ªa de casos los empates no se merecen. Son consecuencia directa del desacierto de uno de los dos equipos, o del mismo modo, del acierto de ambos, cuando sucede que las fuerzas de uno anulan las del otro. Ayer en el Coliseum Alfonso P¨¦rez se fraguaba un reparto equitativo entre Getafe y Valencia hasta que una revisi¨®n televisiva dio al traste con ¨¦l. El agarr¨®n de Bruno sobre Gameiro, tan incuestionable como in¨²til, pues el bal¨®n a por el que corr¨ªa el franc¨¦s ya estaba en manos de Soria cuando las primeras fibras de su camiseta empezaron a estirarse, acab¨® por entregar la victoria al Valencia. Parejo no enga?¨® a Soria desde los once metros, pero el bal¨®n se col¨® bajo sus brazos y rebot¨® en las redes de la porter¨ªa de un Getafe que hizo tantos m¨¦ritos como su rival para llevarse algo a la boca.
El ¨ªmpetu f¨ªsico del equipo de Jos¨¦ Bordal¨¢s logr¨® contener el mejor pie del Valencia. Parejo y Coquelin remaron a contracorriente para tratar de ordenar el juego de su equipo frente al frenes¨ª azul¨®n. Corre por obligaci¨®n y por gusto el Getafe, armado como est¨¢ para no jugar con el tiempo y exprimirse permanentemente. Con Amath y ?ngel recorri¨® millas en ataque una y mil veces para alcanzar la porter¨ªa de Neto. Jorge Molina se ocup¨® de todo lo dem¨¢s para lo que no hace falta pisar el acelerador.
Eso s¨ª, quien dispuso de las ocasiones m¨¢s claras para hacer gol fue el Valencia, y de todo el Valencia, Rodrigo Moreno. Por tres veces se plant¨® solo ante Soria el atacante zurdo, a escasos metros de la l¨ªnea de gol, y en todas ellas le gan¨® la partida el portero del Getafe, verdadero art¨ªfice del cerrojo y uno de los jugadores m¨¢s destacados de su equipo. Tampoco vivi¨® tranquilo Neto al otro lado, especialmente cuando el bal¨®n ven¨ªa golpeado desde alguna acci¨®n de estrategia y las cabezas de Cabrera o Bruno asomaban por su portal. Un testarazo del central uruguayo lleg¨® a chocar contra el poste, con mucha menos intensidad, eso s¨ª, con la que lo hizo minutos despu¨¦s un disparo de Jorge Molina desde el ¨¢rea peque?a, que se dio de bruces con el larguero.
Jugaba en largo el Getafe con Molina y en corto a partir de Portillo, mientras el Valencia intentaba permanentemente sacar del letargo a un Guedes de desempe?o ins¨ªpido. Errado en el mano a mano, Rodrigo cay¨® a la banda derecha y desde ah¨ª acert¨® a comprometer a un Antunes en permanente estado de excitaci¨®n. Porque el Getafe es f¨²tbol sin masticar, y al Valencia, de momento, el control de la pelota se le hace bola.
Sin pausa
Sin goles en el marcador los p¨²giles segu¨ªan golpeando, demostrando que la posibilidad de noquear al rival no era una estrategia a abandonar. Transcurr¨ªan los minutos de un lado al otro, con el centro del campo como zona cero del desastre creativo. Un muro de contenci¨®n incapaz de dominar a la corriente en ninguna direcci¨®n. A Arambarri se le cargaban tanto las piernas corriendo detr¨¢s del bal¨®n como le ocurr¨ªa Coquelin tratando de atrapar la pelota. Igual que a Paulista y a Garay remendando cualquier espacio libre en la retaguardia, de la misma forma que funcionaban sus colegas Cabrera y Bruno. Mientras tanto, en la delantera, las escenas ocurr¨ªan a toda velocidad.
Quiz¨¢s por eso, cuando Gameiro entr¨® al campo y su par de piernas frescas amenazaron tormenta a Bruno se le ocurri¨® agarrarle incluso cuando su presa no ten¨ªa ninguna oportunidad de llegar a un pase interior demasiado largo. El ¨¢rbitro del encuentro, De Burgos Bengoetxea, se acerc¨® al monitor para revisar una jugada que en directo no le llam¨® la atenci¨®n y se?al¨® el punto de penalti despu¨¦s de mostrarle la segunda tarjeta amarilla al central azul¨®n. Parejo, que no hab¨ªa disparado a puerta en todo el encuentro, no fall¨® y cerr¨® la segunda victoria de la temporada para su equipo.
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