El diluvio aplaza la final de todos los tiempos entre Boca y River

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El fruto prohibido

Colapso emocional en Buenos Aires con el Boca-River de la Libertadores

Argentina, siempre un pa¨ªs de exageraciones, esperaba la final del mundo y se despert¨® con el final del mundo: el supercl¨¢sico entre Boca y River que deb¨ªa jugarse este s¨¢bado en la Bombonera (17.00 hora local, 21.00 en Espa?a) para comenzar a dirimir la Copa Libertadores, anunciado como el partido de todos los tiempos, fue suspendido por el diluvio tropical que comenz¨® a caer en Buenos Aires desde la madrugada. Si algo le faltaba a una previa que atraves¨® a la pol¨ªtica, la religi¨®n y a la sociedad argentina era una llamada de la naturaleza, y se dio: el puntapi¨¦ inicial fue postergado para este domingo, a las 16.00 hora local (20.00 hora de Espa?a; Movistar Liga de Campeones), aunque tambi¨¦n est¨¢ amenazado por pron¨®stico de tormentas. La vuelta se mantiene en su fecha original, el s¨¢bado 24 en el Monumental.

Fue como si las condiciones clim¨¢ticas se contagiaran de la atm¨®sfera excesiva, recargada, que vive Buenos Aires desde que los dos colosos del f¨²tbol argentino se clasificaron para la final del torneo: el cielo descarg¨® y en un d¨ªa llovi¨® casi la misma cantidad de mil¨ªmetros que el promedio hist¨®rico de noviembre. Unas 20.000 personas ya ocupaban las tribunas de la Bombonera cuando la Conmebol, a falta de dos horas para el comienzo estipulado, inform¨® de la postergaci¨®n ¡°por motivos de fuerza mayor¡±.

Buenos Aires ya estaba pasada por agua desde temprano: el Servicio Meteorol¨®gico Nacional (SMN) hab¨ªa informado dos horas antes del partido que ya se hab¨ªan acumulado 91 mil¨ªmetros de lluvia en la jornada. El promedio acumulado del mes es 108.

Los equipos ni siquiera llegaron a los estadios. El de River permaneci¨® en la concentraci¨®n de su estadio, el Monumental, y los jugadores de Boca debieron bajarse del bus al que se hab¨ªan subido desde un hotel c¨¦ntrico para viajar a la Bombonera. En un ¨²ltimo intento, el ¨¢rbitro chileno Roberto Tobar sali¨® a recorrer el campo de juego para comprobar en persona lo que desde la ma?ana hab¨ªa empezado a quedar claro: que lo m¨¢s normal ser¨ªa postergar el partido. Muy pronto hab¨ªan comenzado a circular im¨¢genes del c¨¦sped de la Bombonera lleno de charcos, m¨¢s propio de un deporte acu¨¢tico que de f¨²tbol.

Tobar intent¨® un simulacro de juego pero la pelota no rod¨® en la mayor¨ªa de los sectores. Apenas avanz¨® algunos metros en otras partes, para el delirio del p¨²blico presente en el estadio, que se estaba mojando y quer¨ªa que comenzara el espect¨¢culo. Pero el partido no solo habr¨ªa quedado desnaturalizado sino que se habr¨ªa sido un peligro para los jugadores y los espectadores. Los pasillos de la Bombonera se hab¨ªan inundado, por los escalones se formaban cataratas y desde lo alto del estadio cay¨® parte de la estructura para las c¨¢maras de televisi¨®n, que por fortuna no impact¨® en el p¨²blico.

La tormenta fue un problema inesperado para una decisi¨®n at¨ªpica de la Conmebol, que por primera vez desde 1987 organiz¨® una final de Copa Libertadores en horario europeo para mejorar la comercializaci¨®n de sus derechos televisivos. El aplazamiento tambi¨¦n supone un problema para los hinchas que llegaron a Buenos Aires para ver el partido. Durante la ma?ana, varios vuelos no pudieron aterrizar en Ezeiza ni en el Aeroparque Jorge Newbery y fueron remitidos a Montevideo (Uruguay) o C¨®rdoba. A la salida del estadio, algunos hinchas que ten¨ªan pasaje de regreso para sus pa¨ªses de residencia para el domingo por la ma?ana ya hab¨ªan comenzado a intentar un cambio.

A la hora en que deb¨ªa jugarse el partido, cuando la lluvia se hab¨ªa hecho m¨¢s tenue pero ya acumulaba 95 mil¨ªmetros en el d¨ªa, Boca y River improvisaron un entrenamiento liviano en sus respectivos clubes. Pero el pron¨®stico para este domingo no parece mejor que el del s¨¢bado: tambi¨¦n se prev¨¦n lluvias y tormentas, como si el agua se empecinara en apagar la pasi¨®n del cl¨¢sico. ¡°El panorama no es alentador, las lluvias continuar¨¢n hasta el martes¡±, dijo Christian Garavaglia, del SMN. Que Boca y River definan una Copa Libertadores es un hecho tan inusual y extraordinario que habr¨¢ que verlo para creerlo.