Colapso emocional en Buenos Aires con el Boca-River de la Libertadores

Si ya podr¨ªa ser considerada la capital mundial del f¨²tbol en circunstancias normales, con sus 66 estadios de clubes de diferentes categor¨ªas dentro de su conglomerado urbano, 12 de ellos en la actual Superliga argentina, la final de la Copa Libertadores que River y Boca jugar¨¢n los s¨¢bados 10 y 24 de noviembre en la Bombonera y el Monumental reconvirtieron a Buenos Aires en una ciudad colapsada emocionalmente por los dos supercl¨¢sicos sin precedentes. Desde ayer, en la atm¨®sfera porte?a solo parecen sobrevolar part¨ªculas de Boca y River.

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¡°Es algo ¨²nico. Adem¨¢s de ser maravilloso desde lo deportivo, es una gigantesca oportunidad para todos los argentinos de demostrar madurez¡±, dijo el presidente Mauricio Macri ayer, mucho m¨¢s pol¨ªtico que hace dos semanas, cuando hab¨ªa deseado que no llegaran los dos equipos argentinos a la final porque ¡°nos quedaremos de cama tres semanas¡± y ¡°el que pierda va a tardar 20 a?os en recuperarse¡±.

Macri tambi¨¦n pidi¨® que los cl¨¢sicos transcurran ¡°en paz y armon¨ªa¡± pero Buenos Aires se convirti¨®, m¨¢s que nunca, en una gran tertulia futbolera al aire libre. Las conversaciones en las calles, los colegios, las oficinas y los grupos de WhatsApp se volvieron monotem¨¢ticas desde el momento que Boca cerr¨® su pase ante Palmeiras (2-2 en vuelta, 2-0 en la ida en la Bombonera) y asegur¨® su pase a la final contra River, que el martes hab¨ªa eliminado a Gremio, tambi¨¦n en Brasil. El ganador final ir¨¢ en diciembre al Mundial de clubes, donde tambi¨¦n estar¨¢ el Madrid como campe¨®n de Europa.

En realidad, la Conmebol todav¨ªa no confirm¨® a River como finalista ya que el equipo de Porto Alegre pidi¨® ante la Unidad Disciplinaria de la entidad sudamericana que le dieran por ganado el partido. La reclamaci¨®n se basa en que el t¨¦cnico argentino, Marcelo Gallardo, que estaba sancionado, incumpli¨® el reglamento al haber ingresado en el vestuario en el descanso.

A la espera de la confirmaci¨®n oficial de la Conmebol, los hinchas de los dos equipos conviven en una situaci¨®n curiosa. Nunca fueron tan rivales pero a la vez nunca tuvieron tanta empat¨ªa. ¡°No puedo dormir¡±, ¡°esto es incre¨ªble¡± y ¡°voy a pedir ansiol¨ªticos¡± se convirtieron en s¨²bitas y privadas confesiones entre hinchas de River y Boca.

La alusi¨®n al cardi¨®logo no es un mito. ¡°Esta ma?ana recib¨ª dos mensajes de pacientes que me pidieron que les adelantara los chequeos programados para antes de la final, porque estaban muy nerviosos¡±, dice Roberto Peidr¨®, cardi¨®logo a cargo del Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro y exm¨¦dico de la selecci¨®n argentina. ¡°Las situaciones de estr¨¦s muy grandes, como los enojos o alteraciones emocionales, aumentan el doble el riesgo de infartos¡±, agrega Soledad Palacio, cardi¨®loga de la cl¨ªnica Santa Isabel. ¡°En los grandes partidos, el n¨²mero de ingresos por infarto es mayor. Un estudio m¨¦dico en Inglaterra ped¨ªa que se eliminaran las definiciones por penaltis porque lo consideraban un problema de salud p¨²blica¡±, dice Peidr¨®.

Lo que el periodismo y los hinchas califican como ¡°el partido de todos los tiempos¡± y ¡°el supercl¨¢sico del siglo¡± ser¨¢ la primera vez en que la Libertadores se definir¨¢ entre dos rivales de la misma ciudad desde que en 2005 la Conmebol permiti¨® que dos clubes nacionales se enfrentaran en la final.