David Silva manda y el United de Mourinho se desploma
El capit¨¢n espa?ol del City destaca en la victoria de su equipo en el derbi de Manchester frente a un rival que solo pudo generar una ocasi¨®n y un tiro a puerta mediante un penalti
El Manchester United es un club deformado. Retorcido por las pr¨¢cticas de Jos¨¦ Mourinho, que all¨ª ejerce de algo m¨¢s que de entrenador. Detenta poderes de directivo. Es el estratega cuya pol¨ªtica deportiva ha convertido a la sociedad m¨¢s rica de Inglaterra, un emblema del f¨²tbol m¨¢s espectacular que han ofrecido las Islas Brit¨¢nicas, en una irreconocible peque?ez. Un drama que en el derbi de Manchester se desarroll¨® seg¨²n el orden natural. El City lo arras¨®. Al equipo de Guardiola le bast¨® con hacer un buen partido, sin m¨¢s, para provocar el derrumbe.
Doblados desde el arranque ante la sabidur¨ªa de David Silva, los visitantes del Etihad fueron incapaces de defender con el oficio debido, ni administraron la pelota con criterio ni provocaron un solo contragolpe. Tampoco desequilibraron de ninguna manera a sus oponentes, ni amenazaron en acciones a bal¨®n parado, cosa de la que presumen con la n¨®mina de mayor estatura de Europa, ni crearon m¨¢s ocasi¨®n que el penalti. El penalti innecesario que le hizo Ederson a Lukaku, un accidente, fue la causa del ¨²nico tiro entre los tres palos del United.
Hay jugadiores de momentos. Silva no permaneci¨® ni un instante sin jugar. Protagonista de una actuaci¨®n integral, inici¨® la maniobra del gol que ¨¦l mismo meti¨® mano a mano con De Gea, gan¨¢ndole la espalda a los defensas. Bernardo Silva, que ejerci¨® de extremo y de interior por momentos, lo asisti¨® desde la derecha cuando todo el United se met¨ªa en su ¨¢rea. Lo que sigui¨® fue extra?o. Apoyado en la ventaja del 1-0 el City dio un paso atr¨¢s y contemporiz¨® las jugadas, a ver si su adversario se mov¨ªa y liberaba espacios. No pas¨® nada. Los contados intentos de Matic y Herrera por salir jugando acabaron en gimoteos, imprecisiones e indecisi¨®n explotada por el sistema defensivo que ha dise?ado Guardiola tras dos a?os y medio de trabajo. Una maravilla de organizaci¨®n repentina que no encuentra resistencia en Inglaterra. Si el United no sabe administrar los partidos, la incapacidad se traduce en miseria cuando va por debajo en el marcador.
La segunda parte discurr¨ªa igual. De Gea sac¨® en largo hacia Herrera y Fernandinho se qued¨® con la pelota. Su pase al Kun fue una forma de relax. El delantero argentino estaba solo. Descuidado entre l¨ªneas por Matic y los centrales, se gir¨® a gusto, tir¨® una pared con Bernardo Silva y remat¨® a la cara de De Gea. El portero apenas dio un manotazo: segundo tiro, segundo gol del City.
El penalti apenas a?adi¨® emoci¨®n a un partido unidireccional. Mourinho cambi¨® a Herrera y Rashford por Lukaku y Alexis. Del otro lado, Guardiola sustituy¨® a Ag¨¹ero por Gundogan. El desenlace fue una jugada sinf¨®nica. Hasta 44 pases seguidos que fueron erosionando el cuerpo y la moral de los jugadores del United, incapaces de cortar una l¨ªnea de pase, obligados a ejercer de pobres perseguidores, impotentes ante el sortilegio de tanta combinaci¨®n. El remate de Gundogan, que recibi¨®, control¨® e hizo la pausa en la raya del ¨¢rea chica, no encontr¨® respuesta ni de De Gea ni de los centrales, que no le vieron venir. El gol cantado acredit¨® las previsiones de las casas de apuestas que antes del partido ofrec¨ªan 9,0 por la victoria del United y 1,3 por la victoria del City.
El United ha dejado de ser un equipo de grandes comportamientos para transformarse en un equipo triste y reactivo. Reactivo ante lo que hace Guardiola. En el campo y en el mercado, a donde Mourinho acudi¨® para comprar a Fred y a Alexis solo para que no jugaran con el rival. Se gast¨® 100 millones en ficharlos y convirti¨® a Alexis en el futbolista mejor parado de la Premier: 21 millones de euros. Solo para que no juegue en el City.
Como se vio en el ¨²ltimo derbi, a la hora de elegir, Mourinho se inclin¨® por descartar a Alexis. Lo dej¨® en el banquillo. Le fue mejor, eso s¨ª, que a Paul Pogba, el mejor futbolista de la plantilla, relegado a la grada por razones m¨¦dicas que el club no revel¨® porque, posiblemente, no existan. Es la comidilla de la ciudad: el conflicto entre los futbolistas y el t¨¦cnico no deja de escalar desde hace un a?o.
La producci¨®n de la televisi¨®n inglesa no dej¨® de enfocar a Pogba en el palco asistiendo impasible a otro desastre del que, hasta hace poco, fue el dominador absoluto del f¨²tbol en Manchester y hoy es un equipo condenado. El United es octavo clasificado en la Premier a 12 puntos del City, que marcha l¨ªder.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.