Bob Beamon: ¡°De no saltar 8,90 quiz¨¢s hubiera sido presidente de EE UU¡±
El saltador estadounidense que logr¨® en los Juegos de M¨¦xico de 1968 una marca hist¨®rica charla con el exatleta y ex director t¨¦cnico nacional Ram¨®n Cid
Cuando un saltador fantasmea con los saltos que alg¨²n d¨ªa lograr¨¢ hacer los colegas le suelen bajar a la tierra espet¨¢ndole un, ?pero t¨² qui¨¦n te has cre¨ªdo que eres, Beamon? Y lo mismo pensaba responderle Ram¨®n Cid a Bob Beamon en persona cuando, mediada la conversaci¨®n, el norteamericano le solt¨® que su potencial en triple salto era de 18,90m, m¨¢s de medio metro m¨¢s que el actual r¨¦cord mundial. ¡°E iba a decirle eso, ?qui¨¦n te crees que eres, Beamon?, cuando me di cuenta de que, en efecto, era Beamon¡±. Bob Beamon, de 73 a?os, viaj¨® a Espa?a para un homenaje del Festival Internacional de Cine de Atletismo de San Sebasti¨¢n y ofreci¨® a Ram¨®n Cid, de 64 a?os, triplista espa?ol, ol¨ªmpico en Montreal 76 y Mosc¨² 80, la primera ocasi¨®n de su vida de hablar con ¨¦l, el mitificado saltador que con sus 8,90m en su primer intento de la final de longitud de M¨¦xico 68 logr¨® una marca que 50 a?os y unas semanas m¨¢s tarde a¨²n sigue pareciendo imposible.
Ram¨®n Cid. Me cuentan que usted, antes de longitud, saltaba triple, y lo hac¨ªa muy bien...
Bob Beamon. En edad de high school llegu¨¦ a ser el mejor triplista de Estados Unidos. Mi mejor marca la logr¨¦ en pista cubierta en mi ¨¦poca universitaria. Andaba en triple por 16,40m, y 8,30m en longitud. Creo que era mejor triplista que saltador, llegu¨¦ a tener un potencial de 62 pies [18,90m]. En una competici¨®n me pas¨¦ del foso y ca¨ª pasada la arena... No me hice da?o, no me lesion¨¦, y la gente dec¨ªa que no era humanamente posible.
R. C. He visto una medici¨®n de uno de sus triples y era de siete metros en el primer bote, solo tres en el segundo y m¨¢s de seis en el salto final... Es una manera muy peculiar de interpretar el triple.
B.?B. M¨¢s raro a¨²n, en el ¨²ltimo salt¨¦ 7,62m... Pero esto es porque yo saltaba instintivamente, de forma natural, no ten¨ªa tiempo de trabajar la t¨¦cnica. Dej¨¦ el triple porque me falt¨® paciencia para trabajarlo. Solo lo practicaba para sacar puntos para el equipo en las competiciones universitarias. Doblaba longitud y triple y puntuaba en las dos.
R.?C. Pero estar¨¢ conmigo, Bob, en que en Estados Unidos, entonces, al triple no le daban mucha importancia. No tanta como a la longitud, por lo menos.
B. B. No s¨¦, no s¨¦... Hab¨ªa buenos triplistas en mis tiempos, como Art Walker, que era espectacular...
Y Beamon punt¨²a sus palabras, siempre muy lentamente pronunciadas, como si cada una fuera elegida cuidadosamente despu¨¦s de sopesar varias, con la imitaci¨®n del sonido, r¨ªtmico, como un fraseo del James Brown al que admira tanto que usa su I feel good como respuesta cuando le preguntan c¨®mo est¨¢.
R.?C. Jop¨¦, qu¨¦ bien describe un triple salto con el ruido solo, el ritmo...
B.?B. A principios de los ochenta empec¨¦ a entrenar triplistas. Los entrenaba sin mirarlos siquiera, simplemente escuchando el sonido de sus intentos. No hac¨ªa nada de t¨¦cnica, nada, simplemente les dec¨ªa que lo ¨²nico que quer¨ªa o¨ªr poom... poom... poom, con ritmo y espacio. No ten¨ªa ni que mirarlos para saber si saltaban bien o mal. Solo les ped¨ªa a mis muchachos que el ¨²ltimo salto, el tercero, lo dieran lo m¨¢s cerca posible de la arena. Eso era todo. Un par de ellos ten¨ªan potencial para saltar 18 metros, pero eran un pel¨ªn raros, no les gustaba competir...
R.?C. Su morfotipo era tambi¨¦n un poco curioso para lo que se lleva en salto de longitud, muy alto y delgad¨ªsimo, y muy poco musculado.
B.?B. En M¨¦xico 68 med¨ªa 1,91 y pesaba 70-72 kilos... Mi potencial entonces era de nueve metros. En los entrenamientos, con solo cuatro pasos de carrera saltaba con mucha facilidad 8,25m, sin correr muy deprisa.
R.?C. Mi compa?ero Jorge Gonz¨¢lez Amo, que corri¨® en M¨¦xico los 1.500m, siempre me cuenta que la v¨ªspera de la final de salto iba por la Villa Ol¨ªmpica con Clifford Luyk, el jugador de baloncesto, y que se encontraron con Ralph Boston [plusmarquista mundial entonces, 8,35m] y cuando le preguntaron qu¨¦ pasar¨ªa en la final les dijo: ¡°Hay uno que puede saltar nueve metros, pero ma?ana ganar¨¦ yo...¡±.
B.?B. Nunca me lo dijo a m¨ª, pero Ralph sab¨ªa mucho de salto de longitud, ten¨ªa mucho ojo, y me hab¨ªa visto correr. Yo estaba para 10,10s en los 100m. Rapid¨ªsimo, rapid¨ªsimo. Me entrenaba con Tommie Smith y John Carlos, solo con ellos, tipos que pod¨ªan bajar de 10s. Todos los d¨ªas a tope, velocidad a tope. Y eso se ve en mi salto de 8,90m, se ve en mi carrera, fue incre¨ªble, tan r¨¢pida como un rayo...
R.?C. Veo que usted entren¨® sobre todo la velocidad, ahora eso es inconcebible. Ahora se entrena la fuerza, las pesas, t¨¦cnica, multisaltos...
B.?B. Nunca en mi vida hice pesas. Solo corr¨ªa, solo corr¨ªa. Me entrenaba todos los d¨ªas dos horas por la tarde con Carlos. La base era 20 series de 200m por sesi¨®n tres veces a la semana...
R.?C. Eso es sorprendente, una exageraci¨®n... A m¨ª, como saltador me gustaban las series de 150m. Y ahora se mete mucha fuerza y la velocidad se hace m¨¢s corta.
B.?B. A m¨ª me fue bien lo que hac¨ªa...
R.?C. L¨®gicamente, 8,90m lo legitima todo.
B.?B. La fuerza te hipertrofia los m¨²sculos, los hace r¨ªgidos, y el salto es lo contrario, el salto es m¨²sculo relajado, flexible...
R.?C. El estilo sovi¨¦tico, s¨ª... Pero a m¨ª lo que me maravilla a¨²n es la forma en que usted super¨® la calificaci¨®n para la final, jug¨¢ndoselo todo en el tercer intento despu¨¦s de dos nulos. Y, tambi¨¦n lo digo como el saltador que he sido, la calificaci¨®n es lo m¨¢s duro. Yo he visto a Carl Lewis temblando de miedo en la calificaci¨®n de Atlanta 96 despu¨¦s de dos nulos. Y no s¨¦ lo que hizo usted en M¨¦xico, c¨®mo los afront¨®, qu¨¦ decidi¨® hacer... Su vida habr¨ªa cambiado si hubiera hecho nulo.
B.?B. Simplemente bat¨ª tres pies [casi un metro] antes de la tabla.
R.?C. Y salt¨® 8,19m...
B.?B. Ten¨ªa la ventaja de que bat¨ªa con las dos piernas y no me fren¨¦ nada antes de la tabla. La derecha era mi pierna buena, pero con la izquierda saltaba 8,30m.
R.?C. Claro, no se agobi¨® en la calificaci¨®n como nos agobiamos los humanos. Usted pudo especular, los dem¨¢s ten¨ªamos que ir a muerte...
B.?B. ?Tensi¨®n? ?Para qu¨¦?
R.?C. Dos d¨ªas antes de su salto, Tommie Smith y John Carlos levantaron el pu?o con un guante negro en el podio de los 200m. Fue un gesto tan fuerte de protesta contra la discriminaci¨®n racial en Estados Unidos, y tan sorprendente, que ambos fueron expulsados de los Juegos. Supongo que toda la rabia, todo el dolor, que se generaron, todo el terremoto, la emoci¨®n, que supuso su acci¨®n influir¨ªan en su salto, le motivar¨ªan, le dar¨ªan m¨¢s energ¨ªa, desde el rencor, desde la necesidad de demostrar algo,... Ser¨ªan una fuente de energ¨ªa...
B.?B. No, no, nada. Yo estaba en mi burbuja, no pens¨¦ en nada fuera de ella.
R.?C. ?Y tampoco se sinti¨® inclinado a hacer alg¨²n gesto de solidaridad en el podio?
B.?B. No, nunca.
R.?C. Su salto ha sido medido en todos los detalles: 19 pasos, 44 metros de carrera, un impulso que le hace volar casi hasta los dos metros de altura con un ¨¢ngulo de 24 grados, 0,93s en el aire... En total, una acci¨®n que durar¨ªa 6s y que cambi¨® su vida para siempre, y tambi¨¦n al atletismo. Esos seis segundos condicionaron los m¨¢s de 1.500 millones de segundos que ha respirado despu¨¦s durante 50 a?os... Si soy yo el que lo salta, habr¨ªa estado toda mi vida pregunt¨¢ndome qu¨¦ habr¨ªa sido de m¨ª si esos 6s segundos no hubieran existido...
B.?B. Si no los hubiera saltado, quiz¨¢s habr¨ªa sido presidente de los Estados Unidos...
Y lo dice como lo dir¨ªa alguien a quien le han hecho millones de veces la misma pregunta y ha encontrado una respuesta ideal, no una boutade, una ocurrencia, sino una respuesta que quiere hacer pensar.
R.?C. Pero si no lo salta, supongo que despu¨¦s habr¨ªa tenido otra trayectoria deportiva, habr¨ªa seguido saltando, podr¨ªa haber llegado a los nueve metros... Y, sin embargo, despu¨¦s de M¨¦xico no volvi¨® a saltar.
B.?B. Probablemente, s¨ª, pero nunca se puede hablar as¨ª, qu¨¦ habr¨ªa pasado si... Lo fundamental es estar preparado para el d¨ªa D, y la mayor¨ªa de los atletas no est¨¢n preparados para ese d¨ªa. Todos los d¨ªas hay que estar preparado por si ese d¨ªa, justamente, es el d¨ªa D de sus vidas, el momento crucial, m¨¢gico.
R.?C. Y a usted le lleg¨® a los 23 a?os... La cima de su existencia como atleta, y casi como persona, tan joven, tuvo que ser duro de digerir...
B.?B. Nunca lo pens¨¦ as¨ª. Simplemente perd¨ª la motivaci¨®n, nunca volvi¨® a ser como en M¨¦xico, y me dije que lo mejor ser¨ªa dedicarme a otras cosas, al baloncesto, a la vida, a terminar la universidad, al dise?o... Ahora dise?o corbatas y zapatillas deportivas. Alcanc¨¦ mi objetivo, que era ser campe¨®n ol¨ªmpico. Y adem¨¢s me convert¨ª en recordman mundial y a¨²n soy recordman ol¨ªmpico... Necesitaba encontrar otras cosas que hacer, algo diferente que me ilusionara, que me diera ganas de vivir. Necesitaba una experiencia completa.
Y todos le han visto en San Sebasti¨¢n sus corbatas tan llamativas, fogonazos de colores vivos en el pecho, y las zapatillas que calza este d¨ªa, un abigarramiento laber¨ªntico de colores.
R.?C. A Willie Banks le pas¨® algo similar, el vac¨ªo, cuando bati¨® el r¨¦cord del mundo. No s¨¦, incluso, si est¨¢ diagnosticado una especie de estr¨¦s pos¨¦xito, la depresi¨®n... Usted super¨®, entonces, muy bien, el vac¨ªo que supone haber alcanzado la cima, el darse uno cuenta de que ya no puede llegar m¨¢s alto... Ha habido artistas que se han suicidado cuando han visto que no pod¨ªan crear m¨¢s... Quiz¨¢s, si usted en vez de como atleta hubiera triunfado como jugador de baloncesto en los Knicks, por ejemplo, que tambi¨¦n se le daba muy bien, no hubiera llegado a ese punto. Habr¨ªa sido una estrella de otra manera.
B.?B. No s¨¦ realmente si hubiera triunfado en el baloncesto. Cuando ten¨ªa 16-17 a?os, los Globetrotters de Harlem quisieron ficharme porque era capaz de tocar saltando la parte superior del tablero [3,95m: la canasta est¨¢ a 3,05m], era capaz de elevarme y meter los brazos de arriba abajo en la canasta y mirar al suelo a trav¨¦s del aro.
R.?C. Dec¨ªan que Kareem Abdul Jabbar era capaz de coger con la mano una moneda colocada en lo alto de un tablero...
B.?B. No, no fue Kareem el que hizo eso, fue Jackie Jackson, de los Globetrotters. Yo no pude coger la moneda, pero s¨ª tocar arriba.
R.?C. Pues yo me quedo con el 8,90m, me gusta m¨¢s.
B.?B. ?Ja, ja, ja, ja!
R.?C. Solo una vez ha sido el ser humano capaz de saltar m¨¢s en 50 a?os. [Mike Powell, 8,95m, 1991]. Seguramente usted no se lo podr¨ªa haber imaginado.
B.?B. No, para nada, yo estaba seguro de que Ralph Boston lo batir¨ªa enseguida...
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