Carlsen frustra a Caruana
El campe¨®n neutraliza con negras f¨¢cilmente el br¨ªo del retador, y fuerza el tercer empate (1.5-1,5)
Una partida sosa en apariencia puede ser sustancial en un duelo por el Campeonato del Mundo, como el que Magnus Carlsen y Fabiano Caruana disputan en Londres. La 3? de las 12 previstas termin¨® en tablas este lunes despu¨¦s de cuatro horas sin mucha historia en el tablero pero con frustraci¨®n para el estadounidense, incapaz, por 2? vez, de lograr ventaja alguna con las piezas blancas. El noruego tendr¨¢ la iniciativa el martes en la 4? con el marcador igualado (1-5-1,5).
¡°Estoy dispuesto a exprimir hasta la ¨²ltima gota de las piedras¡±, hab¨ªa advertido Carlsen el viernes, sentado junto a Caruana en la conferencia de prensa posterior al primer asalto, en el que tuvo una gran ventaja pero no logr¨® convertirla en victoria tras siete horas de lucha. Aunque la frase, que recuerda a Anatoli K¨¢rpov, sirve para aumentar la tensi¨®n psicol¨®gica, no sorprende: es justo as¨ª, torturando a sus rivales durante horas a partir de posiciones muy equilibradas, como el campe¨®n gana muchas de sus partidas a lo largo del a?o.
En esta no lleg¨® a tanto porque su ventaja era microsc¨®pica, demasiado peque?a para provocar el error de un rival tan fuerte como Caruana, n¨²mero dos del mundo. Pero Carlsen se apunt¨® un tanto en el imaginario marcador psicol¨®gico: al igual que el viernes, no tuvo problema alguno para salir de la apertura en una posici¨®n c¨®moda con las piezas negras, a pesar de que el inicio de la partida es precisamente uno de los puntos fuertes del aspirante.
Antes de la partida, el dise?ador argentino-brit¨¢nico Daniel Weil, creador de las piezas con las que se disputa este duelo, present¨® en la sala de prensa otro invento suyo: un programa inform¨¢tico que produce cierta m¨²sica seg¨²n el tipo de jugada que se hace en el tablero. La idea podr¨ªa tener mucho ¨¦xito si Weil lograse que las combinaciones m¨¢s brillantes fueran asociadas por la m¨¢quina con la Novena de Beethoven u otras obras maestras. Pero la 3? partida de este Mundial recuerda m¨¢s bien a esas piezas raras de la m¨²sica de c¨¢mara, aburridas para un aficionado normal, aunque interesantes para los entendidos.
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