El Barcelona, un l¨ªder que hace agua
El equipo de Valverde, condenado por las contras y los centros laterales, firma el peor registro de goles encajados en 54 a?os
Es el l¨ªder de LaLiga, est¨¢ en octavos de la Champions cuando faltan dos jornadas para acabar la liguilla y no tiembla en la Copa. Pero este Bar?a es contradictorio. En 12 jornadas ligueras ha recogido el bal¨®n de su porter¨ªa en 18 ocasiones, solo unas pocas veces menos que el Levante y el Celta, adem¨¢s del Athletic, Rayo y Huesca, que pelean por no descender. Los 18 tantos encajados suponen, tambi¨¦n, una marca negativa en la historia desde la temporada 1964-65, cuando C¨¦sar Rodr¨ªguez primero y despu¨¦s Vicen? Sasot dirigieron a un conjunto en el que el meta Sadurn¨ª encaj¨® 21 tantos en dichas jornadas. De eso hace 54 a?os, por m¨¢s que en el curso 1974-75, el conjunto de Rinus Michels, tambi¨¦n recibiera 18 dianas como este Bar?a.
La paradoja azulgrana la ejemplifica Ter Stegen, que a pesar de la pifia que cometi¨® este fin de semana ante el Betis, cuando se le escurri¨® de los guantes y a la red un bal¨®n d¨®cil chutado por Lo Celso, est¨¢ siendo uno de los mejores. As¨ª lo reconoce el Camp Nou cada ocasi¨®n que puede con su c¨¢ntico personalizado. Pero ni con esas puede cerrar el boquete el Barcelona, que hace aguas por definici¨®n y que si es l¨ªder es porque desde la temporada 2001 el primer clasificado, entonces el Valencia y el D¨¦por, no ten¨ªa tan pocos puntos (24) a estas alturas.
Indigesti¨®n de centros. Con una defensa mixta en las jugadas a bal¨®n parado, el Bar?a apenas sufre cuando est¨¢ atornillado en su ¨¢rea y recibe faltas o c¨®rners, pues solo ha recibido dos tantos en esa suerte. Pero al equipo le pilla una fuerte indigesti¨®n cuando tiene que correr hacia atr¨¢s y, sobre todo, cuando recibe centros laterales. As¨ª, 13 de los 18 tantos encajados (72%) son despu¨¦s de un centro (en tres ocasiones le ganaron la espalda a Sergi Roberto y en una a Semedo, por ninguna a Alba). La tardanza de los medios en el repliegue, la escasa iniciativa a despegarse de los palos en este tipo de jugadas del portero y la poca contundencia de los centrales en el juego a¨¦reo ¡ªsobre todo Lenglet¡ª son una mala mezcla. Tesis que valida otro dato: casi la mitad de los goles (45%) que ha recibido el equipo se han producido con un remate en el ¨¢rea chica y una tercera parte del total (66%) se produjeron con un solo toque en la ejecuci¨®n.
El problema de la manta. La frase la acu?¨® el brasile?o Elba de P¨¢dua, conocido como Tim, t¨¦cnico de San Lorenzo en la d¨¦cada de los 60: ¡°El f¨²tbol es como una manta corta; si te tapas la cabeza, te destapas los pies. Y si te cubres los pies, te destapas la cabeza¡±. Seg¨²n los int¨¦rpretes del Bar?a, esta es la principal causa de los males defensivos. ¡°No podemos ser el equipo que menos encaja porque hacemos un f¨²tbol muy ofensivo y eso va ligado¡±, dijo Piqu¨¦ tras caer ante el Betis por 3-4. ¡°Cuando nos robaban el bal¨®n, en ese cuatro contra cuatro, nos pillaban desprevenidos¡±, ampli¨® Valverde.
Sucede que la aseveraci¨®n del vestuario, capaz de marcar 34 goles en 12 duelos, no se corresponde con la realidad porque el Bar?a siempre jug¨® al abordaje. As¨ª, por un lado, el equipo tambi¨¦n festej¨® tantos sin parar en los ¨²ltimos siete a?os (33 en la 2017-18 y, en orden descendiente: 32, 29, 30, 34, 39 y 38), pero los goles encajados siempre fueron menos: 4, 13, 12, 6, 7, 15 y 6. Y, por el otro lado, tampoco recibe en este curso m¨¢s disparos a puerta (120) que en ejercicios pasados. A estas alturas del torneo, el Bar?a del a?o anterior sufri¨® 134 remates, por los 127 de la campa?a 2015-16. La diferencia, sin embargo, estriba en los que van a puerta porque ahora suma 52 por los 38 y 48 de las temporadas comparadas.
Lo que s¨ª es cierto es que un efecto lateral de la manta mal puesta son la cantidad de contras que recibe el Bar?a, seguramente porque Messi se hace el longuis a la hora de lanzar la presi¨®n del mismo modo que a Coutinho, Demb¨¦l¨¦ y Malcom les cuesta horrores jugar sin la pelota. No resulta extra?o, entonces, que la mitad de los goles que ha encajado el Bar?a en esta temporada sean de esta guisa. ¡°Nos han llegado bastante sueltos¡±, lament¨® Valverde tras el duelo ante el Betis. ¡°Cuando ataquemos, debemos estar todos atentos para presionar todos juntos si perdemos el bal¨®n¡±, se sum¨® Piqu¨¦.
Rachas para el olvido. Con estos desajustes defensivos, el Bar?a suma 10 encuentros seguidos recibiendo goles, una racha que recuerda al anterior desaguisado, entonces con Van Gaal en el banquillo en el curso 1997-98, que se cifr¨® en 15 duelos. La derrota que le infligi¨® el Betis, adem¨¢s, cort¨® una racha de 42 duelos consecutivos sin perder en el Camp Nou (34 triunfos y ocho empates), que databa desde septiembre de 2016, cuando el equipo de Luis Enrique cay¨® por 1-2 ante el Alav¨¦s. ¡°No pueden venir aqu¨ª y meternos cuatro goles. Si queremos ganar el t¨ªtulo tenemos que mejorar mucho¡±, reflexion¨® en voz alta Arturo Vidal.
No solo eso, puesto que este Bar?a ha ca¨ªdo con rivales menores como el Legan¨¦s y concedido empates frente al Girona o el Athletic, que est¨¢ en la cuerda floja de Primera, adem¨¢s de absorber goles del Huesca (2) y el Rayo (2), en la zona de quema. ¡°Igual la tensi¨®n es diferente cuando juegas contra el Madrid o un grande¡±, expuso Sergi Roberto antes de medirse al Inter en la Champions. Aunque matiz¨®: ¡°Pero para ganar una Liga tienes que ganar todos los partidos¡±. Algo que les ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil si no encajan tanto.
Insultos desde la grada a Pau y al Espanyol
Durante el partido ante el Betis se escucharon repetidos insultos hacia el Espanyol desde la grada de animaci¨®n. Con Pau L¨®pez ¡ªexportero blanquiazul que juega ahora de verdiblanco¡ª como excusa, se escucharon diferentes c¨¢nticos reprobatorios que LaLiga denunciar¨¢ para que le apliquen la sanci¨®n. ¡°Perico, recuerda, que eres una mierda¡± o ¡°Estoy hasta los huevos del puto Espanyol¡± fueron algunos de los c¨¢nticos. Tambi¨¦n se insult¨® al colegiado y a varios jugadores, por lo que se supone que la multa engordar¨¢.
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