Silva y Silva, sociedad ilimitada
Los peque?os centrocampistas del Manchester City desmienten t¨®picos y marcan una ¨¦poca en la Premier League
Aunque la realidad se empe?a en lo contrario, persisten los prejuicios contra la peque?ez en el f¨²tbol, sometido desde sus inicios a una evoluci¨®n atl¨¦tica que deber¨ªa conspirar contra los chiquitos y menudos. Contra la ligereza, en general. Es un mantra que se escucha desde tiempo inmemorial y que, lejos de concretarse, se estrella contra la evidencia de los Pel¨¦, Maradona y Messi, jugadores de escasos cent¨ªmetros pero de estatura m¨ªtica en el f¨²tbol. Son m¨¢s regla que excepci¨®n, y de eso se sabe bastante en Espa?a, cuya edad de oro ha coincidido con una fascinante generaci¨®n de genios en peque?o formato, desde Xavi hasta Iniesta, pasando por Cazorla y David Silva, ¨²ltimo y maravilloso mohicano de aquel cartel irrepetible.
David Silva fue el mejor del partido en el duelo de Manchester, donde el City borr¨® del mapa al United con una mezcla perfecta de inteligencia, creatividad y convicci¨®n. La distancia entre los dos equipos fue enorme, pero se volvi¨® sideral en los ¨²ltimos 20 minutos, cuando el United se situ¨® a un gol del empate. Lejos de sentirlo como una amenaza, el Manchester City destruy¨® a su rival con un despliegue exquisito de f¨²tbol, clausurado con la sinfon¨ªa que precedi¨® al gol de Gundogan: 44 pases y 113 segundos con el bal¨®n entre los pies de los 10 futbolistas que participaron en la jugada.
Un minuto despu¨¦s, David Silva fue sustituido por el juvenil Phil Foden, otro bajito prometedor, en medio de una atronadora ovaci¨®n. Nunca ha sido el m¨¢s medi¨¢tico del equipo, pero s¨ª el m¨¢s apreciado por la hinchada. Hace algunos a?os, en una encuesta entre los aficionados, fue elegido mejor futbolista en la historia del City, por delante de Colin Bell ¡ªespl¨¦ndido centrocampista de los a?os 60 y 70¡ª Ag¨¹ero y Yay¨¢ Tour¨¦. Con 32 a?os, liberado de sus esfuerzos con la selecci¨®n y de las angustias que atraves¨® durante meses, David Silva est¨¢ produciendo la mejor temporada de su vida, con una influencia que tambi¨¦n alcanza el ¨¢rea. Llega m¨¢s y marca m¨¢s goles que nunca.
Otro Silva, igual de peque?o, zurdo y brillante, destac¨® en la victoria del City. Un a?o despu¨¦s de llegar al equipo de Pep Guardiola, Bernardo Silva es mucho m¨¢s que el h¨¢bil pero inconsistente extremo procedente del M¨®naco. Su caso representa la importancia del aprendizaje, la inteligencia y la voluntad competitiva. El discontinuo extremo de la temporada anterior se ha transformado en un formidable centrocampista. Su impacto es tan grande que ha evitado la nostalgia por el lesionado Kevin De Bruyne, bandera del equipo en los dos ¨²ltimos a?os.
Bernardo y David Silva son los dos v¨¦rtices del tri¨¢ngulo que completa Fernandinho en el medio campo. Apenas llegan al 1,70. En un mundo t¨®pico, ser¨ªan v¨ªctimas de todos los prejuicios que definen a la Premier League: los tackles, el vigor f¨ªsico, el juego a¨¦reo, la fricci¨®n rotunda, el pelotazo, el fr¨ªo, la lluvia y el viento. Es decir, la tradicional noche de enero en el campo del Stoke City o un domingo cualquiera frente al escuadr¨®n de tallos que dirige Jose Mourinho.
Lejos de salir aniquilados en Inglaterra, los dos Silva representan mejor que nadie la singular revoluci¨®n que Pep Guardiola ha trasladado a la Premier League. Juegan como los ¨¢ngeles y combaten sin desmayo, dos peque?os gigantes que imponen su ley en el campo y evitan los topicazos que tanto pesan sobre el f¨²tbol. S¨®lo exist¨ªa un problema: hab¨ªa que atreverse a juntarlos. Se atrevi¨® el mismo entrenador que defini¨® una ¨¦poca con Iniesta y Xavi. Ahora son David y Bernardo Silva. Alrededor de estos diminutos jugadorazos, un equipo est¨¢ dispuesto a marcar una ¨¦poca en Inglaterra.
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