Stuani se impone a Borja Iglesias
El uruguayo gana el duelo de delanteros y valida el triunfo del Girona ante el Espanyol
Detr¨¢s del glamour de los barcelonistas Messi y Luis Su¨¢rez (nueve goles cada uno), detr¨¢s del buen momento de los internacionales Iago Aspas y Andr¨¦ Silva (ocho), aparecen dos delanteros sin tanto cach¨¦ pero con id¨¦ntico (o m¨¢s) poder goleador: Stuani y Borja Iglesias. El Espanyol y el Girona cuentan con dos artilleros en estado de gracia, tambi¨¦n bendecidos en el derbi catal¨¢n. Y, c¨®mo estuvo m¨¢s acertado el del Girona, el cuadro de Eusebio se llev¨® los tres puntos de Cornell¨¤ para birlarle el invicto al Espanyol en su casa. No entiende de sentimentalismo el uruguayo, que se olvid¨® de su pasado blanquiazul, falta de memoria para subirse a lo m¨¢s alto de la tabla de goleadores (10).
Como si tuvieran asuntos pendientes, heridas que no cicatrizaron de la temporada pasada, cuando el Girona desafi¨® la supremac¨ªa del Espanyol como el segundo club m¨¢s importante de Catalu?a, el derbi regional no tard¨® ni un minuto en carburar. Aceler¨® en la presi¨®n el cuadro de Eusebio, tuvieron paciencia los muchachos de Rubi para no despejar sin sentido el bal¨®n. Y, una vez sorteada la presi¨®n, el Espanyol arremeti¨® contra el ¨¢rea de Bono. Parec¨ªa estar todo claro. Duelo tan intenso como entretenido entre dos equipos ajenos a la especulaci¨®n, con dos delanteros temibles como Borja Iglesias y Stuani.
Amaneci¨® fall¨®n el ariete blanquiazul, no el rojiblanco. Bono se impuso en el mano a mano ante Borja Iglesias; Stuani venci¨® con comodidad a Diego L¨®pez por duplicado. Y todo en menos de seis minutos. Todo de cabeza, ninguna novedad cuando se trata del uruguayo, que primero se sac¨® de encima a Mario Hermoso para mandar a la red el buen centro de Planas y despu¨¦s remat¨® el saque de esquina de Borja Garc¨ªa ante la mirada de Javi L¨®pez. Dos cachetazos de Stuani, dos distracciones sorprendentes en el equipo del meticuloso Rubi.
Bono se crece
Entonces, comenz¨® otro partido. Al Girona ya no le interes¨® apretar en la salida al Espanyol. Arrinconado cerca de Bono, el cuadro de Eusebio cedi¨® sin complejos el bal¨®n. Nada que desconozcan los rojiblancos, nada nuevo para los blanquiazules. Apareci¨® el rematador m¨¢s insospechado en Cornell¨¤: David L¨®pez. El central prob¨® dos veces al meta, que se sali¨® airoso. Tan c¨®modo estaba el Espanyol con la pelota, que hasta desapareci¨® del mapa el ¨¢rea custodiada por Diego L¨®pez. Pero, poco despu¨¦s, la ansiedad desfigur¨® al Espanyol.
Tras el paso por los vestuarios, el equipo blanquiazul perdi¨® precisi¨®n (la posesi¨®n pas¨® de 66% al 55%), atac¨® mal y defendi¨® peor. La habilidad del ingl¨¦s Roberts, invisible en el primer acto, comenz¨® a inquietar a la zaga. Y, con el duelo roto, Diego L¨®pez sufr¨ªa m¨¢s que Bono. Pero cuando m¨¢s desconcertado estaba el Espanyol, apareci¨® Borja Iglesias para rematar el pase de Piatti. Recuper¨® el control el equipo de Rubi, esta vez con m¨¢s ¨ªmpetu que paciencia, suficiente para presionar y acorralar al Girona. Pero donde no llegaban las piernas de los zagueros rojiblancos, lo hicieron las manos de Bono, gigante para frenar el testarazo del Panda, que remat¨® a un palmo del ¨¢rea chica. La seguridad del meta del Girona contrarrest¨® con la del Espanyol: a Diego L¨®pez se le escurri¨® el remate de Doumbia. Punto final al empuje, tambi¨¦n para el invicto del Espanyol en Cornell¨¤.
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