¡°El juego cada vez importa menos¡±
El escritor y periodista argentino Mart¨ªn Caparr¨®s conversa con su compatriota ?ngel Cappa, ext¨¦cnico, entre otros muchos equipos, de River Plate
El escritor y periodista Mart¨ªn Caparr¨®s (Buenos Aires, 1957) alimenta en Madrid su pasi¨®n por Boca Juniors. ?ngel Cappa (Buenos Aires, 1946) entren¨® a River Plate en 2010, aunque su coraz¨®n es de Hurac¨¢n. Ambos se reunieron para hablar de este supercl¨¢sico interminable que trasciende lo deportivo para convertirse en un debate sobre la sociedad argentina y el f¨²tbol como se?a de una identidad gravemente alterada.
EL PA?S. ?C¨®mo han vivido ustedes el residir en Espa?a, ese cierto desarraigo con Argentina?
?ngel Cappa. Siempre me considero un intruso ¨ªntimamente.
Mart¨ªn Caparr¨®s. Me pasa lo mismo, pero no lo llamo intruso sino pasajero. Me gusta la idea de no formar parte del lugar donde estoy. Por lo tanto, es estar un poco de paso y estar como un poco retirado y poder mirarlo de otra manera, con ayuno de aquello que te pertenece, pero con m¨¢s claridades en algunas cosas. No est¨¢s tan ubicado.
?. C. Tal vez la palabra sea esa, un pasajero. Pero bueno, yo envidio a la gente que se arraiga en este lugar y que ya se siente perteneciente a este lugar. A m¨ª me parece que el sentido de pertenencia es importante. El sentido de pertenencia que, entre otras cosas, le est¨¢n quitando al f¨²tbol. El f¨²tbol era eso, un club de f¨²tbol en los barrios que te daba el sentido de pertenencia. Sal¨ªa el equipo a jugar y en esa camiseta tambi¨¦n estabas vos. Eso tambi¨¦n lo dec¨ªa Di St¨¦fano.
M. C. Ahora que lo dices, como que viene bien porque en realidad los clubes en Argentina se fundaron para armar ese sentido de pertenencia. Era una sociedad de emigrantes a principios del siglo XX que necesitaba sentirse del lugar. Por ejemplo, los chicos de la Boca que dec¨ªan que sus padres eran unos tanos (italianos). ?Por qu¨¦ le ponen el nombre en ingl¨¦s, Boca Juniors? No porque no quisieran ser tanos como nuestros padres. Quer¨ªan armar algo distinto, propio de ese lugar. Para eso se arm¨® todo ese sistema de clubes en Buenos Aires y en Argentina en general que fue tan exitoso como aglutinador social. Ahora est¨¢ desapareciendo absolutamente.
?. C. Me contaban jugadores del Real Madrid no hace tanto, en los a?os 80, que sal¨ªan de jugar y se iban a los bares de enfrente donde la familia los estaba esperando para tomar caf¨¦. Ahora es imposible hacer eso.
EL PA?S. ?Eso est¨¢ relacionado con la idea de sacar al f¨²tbol de la comunidad?
?. C. Lo convirtieron en otra cosa. Por ejemplo, ahora lo ¨²nico que importa es el resultado y antes el juego ten¨ªa un significado propio. Tambi¨¦n el resultado, naturalmente, porque es una competencia, pero ahora el juego cada vez importa menos.
M. C. El Bar?a, en los ¨²ltimos a?os, fue lo que fue porque jugaba de una manera que nadie hab¨ªa jugado.
?. C. S¨ª, s¨ª, el mejor equipo que yo vi en mi vida. Mira que hemos visto grandes equipos, Brasil del 70, Holanda del 74, en fin, un mont¨®n de equipos pero esto es lo mejor que yo he visto y me parece que en ese sentido es una excepci¨®n.
EL PA?S. ?Qu¨¦ significaba hace 50 a?os ser de Boca o de River? ?Ten¨ªa el mismo significado que ahora?
M. C. Ten¨ªa ciertos significados fuertes que se mantienen. Me acuerdo de 1968, el desastre en la puerta 12, en la cancha del River, cuando no retiraron los molinetes a la salida del partido y la hinchada del Boca choc¨® con los molinetes y murieron 60 personas. Ya entonces ten¨ªa ese punto de cierta intensidad dram¨¢tica y en este caso tremenda. Yo creo que lo que cambi¨® b¨¢sicamente no es esa intensidad sino dos cosas. Una es la convicci¨®n cada vez mayor de que al enemigo ni justicia, que si hay que matarlo hay que matarlo, que eso est¨¢ bien y se canta y se proclama y eso es lo que corresponde hacer. Lo vamos a reventar, lo vamos a reventar, etc¨¦tera, etc¨¦tera y se lo cree alguna gente. La gente que se lo cree es la que lo lleva adelante. Y, por otro lado, alguna de esa gente que se lo cree y lo lleva adelante se ha organizado de una manera que hace 40 ¨® 50 a?os no ocurr¨ªa. Quiero decir, se ha constituido en un sistema mafioso que vive de eso y que necesita la violencia para mantener esa organizaci¨®n mafiosa. Creo que hace unos 30 ¨® 40 a?os que empez¨® a conformarse y ahora est¨¢ en todo su esplendor.
El club como aglutinador social va desapareciendo¡± Mart¨ªn Caparr¨®s
A. C. Tengo relatos de barras bravas donde dicen que cierta polic¨ªa, no vamos a decir toda la polic¨ªa porque no es verdad, cobraban un fijo y entonces despejaban zonas. M¨¢s o menos lo que pas¨® ahora. Liberaban zonas paras que ellos pudieran actuar normalmente. Y la barra de Boca ahora lleva turistas para que vivan la emoci¨®n en medio de la barra, es un negocio enorme. Los van a buscar al hotel, naturalmente los protegen. Bueno, m¨¢s o menos como en las favelas de Brasil, que tambi¨¦n llevan a gente para que los burgueses sufran la emoci¨®n de estar ah¨ª ante el peligro. Y la barra brava de Boca tambi¨¦n hace eso. Fueron tomando poder y se les fue de las manos. Muchas veces tienen autonom¨ªa. Yo ahora pregunto, ¡®dejaron venir a un barra de Boca que tiene que pedir permiso a un juez para salir del pa¨ªs y yo quiero saber por qu¨¦¡¯.
M. C. Eso es ya la quintaesencia de la cat¨¢strofe y de la tonter¨ªa. Se est¨¢n jugando mucho con este partido las autoridades argentinas, si es que todav¨ªa existen autoridades, si es que son argentinas, y consiguen entender que se juegan algo de vez en cuando. Se est¨¢n jugando mucho. A menos que sean mucho m¨¢s inteligentes y m¨¢s astutos que nosotros y que digan ¡®vamos a probarles a los espa?oles que ellos tampoco pueden controlarlo, que no es un problema argentino¡¯. Y entonces mandan a todos los que te van a pudrir el asunto hasta el final para demostrar que no s¨®lo pasa en Argentina.
A. C. Le¨ª que puede venir a Espa?a, pero no a la cancha, entonces, ?qu¨¦ va a ir al Museo del Prado?
M.C. Voy a contar una an¨¦cdota. Fui al Mundial 2002 de Jap¨®n para trabajar con un programa de televisi¨®n de Argentina y fuimos en avi¨®n de Buenos Aires a Tokio. En el vuelo hab¨ªa tres muchachos con un aspecto un poco de temer. En la escala en Kuala Lumpur me acerqu¨¦ para ver qui¨¦nes eran y me contaron que eran de la barra de Boca y que iban all¨¢ porque les hab¨ªan dado unas entradas y las iban a vender, iban a hacer negocio. Un pibe me dio su celular. Dos o tres d¨ªas despu¨¦s sali¨® Julio Grondona [entonces presidente de la AFA] diciendo que no hab¨ªa barras bravas argentinas en Jap¨®n. Llam¨¦ por tel¨¦fono al Vaca, uno de ellos. Le quer¨ªa pedir una entrevista para desmentir los dichos del presidente. El Vaca me dijo que en un par de horas estar¨ªa en mi hotel. Llegaron tres y el Vaca me dijo que le ten¨ªa que hacer un gran favor. ¡®Todav¨ªa no hemos podido vender nada y andamos bien jodidos, ?t¨² nos puedes alojar en tu hotel unos cuatro o cinco d¨ªas?¡¯ Le dije v¨¦nganse y se vinieron los tres. Lo que m¨¢s me llam¨® la atenci¨®n es que solo hablaban de la pol¨ªtica de la barra. Uno se llamaba Maxi Mazzaro [deportado en Barajas el pasado jueves], el que sac¨® de la barra a Di Zeo, otro era Mauro Mart¨ªn. Al volver a Buenos Aires, yo estaba escribiendo el libro Boquita y le ped¨ª a Di Zeo que quer¨ªa ir a la 12 y me cit¨® en una gasolinera en Barracas para preguntarme por qu¨¦ yo les hab¨ªa dado este aire, por qu¨¦ hab¨ªa puesto en televisi¨®n a esos muchachos, cu¨¢nto les hab¨ªa pagado o cu¨¢nto me hab¨ªan pagado y que ellos le tendr¨ªan que haber pedido permiso a ¨¦l y no se lo hab¨ªan pedido.
?. C. Yo he hablado con varios y es as¨ª, es un negocio. En este caso en concreto, estuve leyendo la decisi¨®n de la Conmebol y fue absolutamente arbitraria, porque River no tiene ninguna responsabilidad en lo que ocurri¨®, eso es de la municipalidad de Buenos Aires. Ahora bien, ?a qu¨¦ responde esta medida de decir que no se juega en la cancha del River? No hay ning¨²n fundamento para decir que esto es una medida. Ninguno. Porque inclusive si hubiera habido violencia se juega en otra cancha o se juega en Mendoza.
M. C. Hay una cosa que a m¨ª como socio de Boca me da verg¨¹enza, que hab¨ªa como ganas de tomarse la revancha por este hecho que pas¨® hace tres a?os cuando en la cancha de Boca tiraron gas pimienta a jugadores de River. Como aquella vez Boca perdi¨® los puntos por esta acci¨®n yo creo que algunos quer¨ªan ganar los puntos de la misma manera que los perdieron.
?. C. Yo no tengo nada que ver ni con River ni con Boca, soy hincha de Hurac¨¢n y de pibe era de Independiente. River jug¨® en la cancha de Boca con toda la hinchada de Boca, ahora Boca juega en campo neutral con las dos hinchadas. M¨ªnima, pero es una desventaja futbol¨ªstica.
M. C. ?Tanta diferencia supone la hinchada?
?. C. S¨ª, sobre todo la hinchada de Boca. La de Boca siempre alienta por m¨¢s que le vaya mal al equipo. Estuve en un partido en el que Boca perd¨ªa 6-1 y su gente gritaba como si estuviera ganando. El Atl¨¦tico de Madrid es parecido.
M. C. Pero una vez que est¨¢s dentro de la cancha y est¨¢s metido ah¨ª en eso, ?te importa realmente que est¨¦n gritando, lo escuchas?
Hay un sistema mafioso que vive de la violencia¡± ?ngel Cappa
?. C. Te estimula, es un est¨ªmulo muy grande.
EL PA?S. ?C¨®mo se puede explicar esa sensaci¨®n argentina de que hay m¨¢s miedo a perder que la satisfacci¨®n por ganar?
?. C. Porque se ha generado, digamos se ha divulgado, y aqu¨ª tambi¨¦n, pero en menor medida, que ganar es lo ¨²nico importante y lo ¨²nico que vale. Cuando yo dirig¨ªa a Hurac¨¢n y perdimos la final con V¨¦lez, su gente me gritaba ¡®adi¨®s subcampe¨®n¡¯, como si el subcampe¨®n fuera un idiota. Una vez, a Arrigo Sacchi le preguntaron, la primera Copa de Europa que jugaba, contra el Barcelona, con un equipo muy inferior, qu¨¦ pasar¨ªa si perd¨ªa. Y dijo: ¡°Nada. El sol va a seguir saliendo, vamos a tener que ir a trabajar el d¨ªa siguiente. No va a pasar nada¡±.
M. C. Le llamar¨ªa a eso la doctrina del desgaste. No s¨¦ si existe en Espa?a una palabra equivalente al gaste, a gastar a los otros, como recordarles incesantemente lo que han hecho mal. Entonces yo creo que los hinchas de Boca estamos muy c¨®modos con el hecho de que River se haya ido una vez al descenso porque nos permite un gaste infinito. Tiene que ver yo creo con esta idea que comentabas al principio de que el otro es el enemigo mortal, y ten¨¦s que acabar con ¨¦l, destruirlo.
?. C. Aqu¨ª Mourinho quiso hacer eso, y se le resistieron jugadores del Real Madrid, que se juntaron con los del Barcelona. Mourinho trat¨® de generar un ambiente parecido a lo que decimos ahora de Argentina y no lo logr¨®, afortunadamente.
M. C. Es una pena. Me parece que hay muchas cosas por las que vale la pena jugarse el tipo y pelear todo lo que sea necesario, pero el f¨²tbol no es una de ellas.
?. C. No, claro.
EL PA?S. De todos los jugadores que van a disputar el partido, ?cu¨¢les son los que les llaman la atenci¨®n?
?. C. El f¨²tbol argentino es una f¨¢brica para los centros de poder econ¨®mico-futbol¨ªsticos. Palacios, que empieza a jugar ahora, es un proyecto y ya est¨¢ vendido. Entonces, es imposible.
M. C. El campeonato nacional argentino es la segunda divisi¨®n del f¨²tbol argentino. La primera est¨¢ compuesta por jugadores que no est¨¢n ah¨ª, que est¨¢n jugando b¨¢sicamente en Europa. De estar estos, los que est¨¢n ahora tendr¨ªan que hacerse a un lado y jugar abajo, salvo muy poquitos, tres o cuatro. Entonces, es dif¨ªcil. A m¨ª de los jugadores que van a jugar el domingo, el que m¨¢s me atrae de ver es Gago, un gran jugador que no se sabe si va a jugar.
?. C. Tampoco se sabe si va a jugar T¨¦vez. Para m¨ª, tendr¨ªa que jugar, porque es uno de esos partidos que requieren tipos con mucha jerarqu¨ªa, mucha experiencia. Aunque esto lo digo desde fuera. Es muy f¨¢cil hablar desde fuera.
EL PA?S. ?C¨®mo ser¨¢ la atm¨®sfera en el Bernab¨¦u?
?. C. Totalmente diferente para los dos equipos. Es una experiencia distinta. No se sabe a qui¨¦n puede favorecer.
M. C. Tengo curiosidad por ver un Boca-River con hinchas de los dos equipos. Me intriga y me excita la idea.
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