El Liverpool abruma al Manchester y pone a Mourinho en el disparadero

El Liverpool no tiene freno en casa. Dubitativo en Europa, donde pas¨® ronda de manera ag¨®nica tras perder en sus tres desplazamientos, nadie le echa el guante en la Premier. Lidera la competici¨®n tras ganar en 14 de las 17 jornadas disputadas y ceder apenas tres empates. No importa que su m¨¢gico tridente, tan exuberante la temporada pasada, est¨¦ lejos de su mejor versi¨®n. El Liverpool viaja a todo trapo, en la clasificaci¨®n y en su juego, fren¨¦tico, intenso, pleno de ritmo, codicia y fe, vibrante. Hay muchas maneras de enfocar el f¨²tbol y tambi¨¦n de ganar, pero este deporte es grande porque existen equipos que lo juegan como estos chicos de rojo. As¨ª que no iba a ser este pacato Manchester United el que le pusiese un palo en las ruedas. Sucumbi¨® el equipo de Jos¨¦ Mourinho (3-1), destacado en las apuestas brit¨¢nicas en el concepto que refiere al siguiente t¨¦cnico que perder¨¢ su trabajo. El United est¨¢ ya a 19 puntos de la cabeza y, lo que es peor, a 11 de la cuarta plaza que le dar¨ªa acceso a la pr¨®xima Liga de Campeones. ¡°Es lo m¨¢s alto que podemos llegar¡±, dijo el t¨¦cnico luso tras la derrota. Sin resultados, sin f¨²tbol, sin plan, sin la ambici¨®n que corresponde al club m¨¢s laureado del f¨²tbol ingl¨¦s.

El triunfo del Liverpool es el de J¨¹rgen Klopp, que super¨® al ¨²nico rival al que no hab¨ªa vencido desde que hace poco m¨¢s de tres a?os lleg¨® a Anfield. En ese tiempo ya le hab¨ªa ganado a 25. Se le atragantaba el Manchester United en un duelo que no es cualquier cosa, el que cruza a los dos equipos que aglutinan un tercio de los t¨ªtulos ligueros en la historia del f¨²tbol ingl¨¦s. En los ¨²ltimos ocho enfrentamientos no hab¨ªan ganado los reds, por eso la victoria, por lo que significa y por como lleg¨® les deja un sabor especial.

Porque el Liverpool debi¨® picar piedra para ganar. Lo hizo como acostumbra, a la tremenda, a martillazos hasta generar el desplome rival. Incomodado tambi¨¦n porque recibi¨® un gol por el camino que lleg¨® sin saber c¨®mo, de la nada en la que habita el United. No deja de resultar fascinante como un equipo con tantos recursos econ¨®micos se ha podido vulgarizar de esta manera. A Anfield salt¨® con el ¨²nico plan de contener, con cinco zagueros y dos mediocentros, sin capacidad ni intenci¨®n de gestionar la pelota y desplegarse, encogido ante el torrente que le llegaba. As¨ª empez¨® el partido, con el Liverpool desatado, tan fren¨¦tico que olvid¨® la finura. Fueron quince minutos de exaltaci¨®n del gegenpressing, l¨ªneas avanzadas, recuperaci¨®n inmediata de la pelota y ataque global en un ambiente electrizante.

Anfield empuja al Liverpool. No es novedad, es historia. Pero si existe un estilo que casa con el escenario es el que se disfruta ahora all¨ª. El matrimonio se consuma porque el equipo empuja a la grada y la gente relanza a los jugadores. La estad¨ªstica es aqu¨ª el reflejo del sentimiento: el Liverpool lleva en este campeonato siete triunfos como local y solo ha cedido un empate, ante el Manchester City. El que le marc¨® Lingard para el Manchester United fue el segundo tanto que recibi¨® en todos esos partidos. En Anfield ha edificado su pase a los octavos de final de la Champions, sellado tras perder sus tres desplazamientos y quedarse los nueve puntos como local. En su maravilloso feudo no pierde el Liverpool en partido de Premier League desde hace veinte meses, desde abril de 2017, cuando le derrot¨® el Crystal Palace.

Con ese soporte, el Liverpool se dispar¨® para minimizar todas las emboscadas que se encontr¨® ante el United. Marc¨® cuando su empuje inicial comenzaba a matizarse y ofrecer un leve respiro a su oponente. Lo hizo Sadio Man¨¦, que apenas tuvo dos apariciones en el partido, pero resultaron definitivas. La otra, para hacerle un nudo a Darmian, gener¨® el segundo tanto para su equipo, ya superado el ecuador de la segunda parte. Hasta ah¨ª hab¨ªa llegado apurado el Liverpool porque hab¨ªa encajado el empate al poco de marcar el primero en un error de blocaje de Allison que aprovech¨® Lingard tras un centro de Lukaku. Empuj¨® con todos los sentidos Anfield, minimiz¨® al Manchester, que tras el descanso se acopl¨® en torno a una zaga de cuatro y design¨® como faro a seguir a Fellaini. La sentencia lleg¨® con f¨®rceps, en dos remates de Shaqiri afortunados porque fueron hasta la red tras golpear en sendos defensores. Igual esas cosas ocurren cuando hay tanto tr¨¢fico delante de la porter¨ªa.

Ni con fortuna ni sin ella se atisb¨® mayor respuesta de Mourinho al desastre que darle galones a Fellaini. Pogba vio el partido desde el banquillo y aguant¨® tapado hasta las cejas el chaparr¨®n que, en todos los sentidos, le cay¨® a su equipo. Su entrenador no le consider¨® ni siquiera para calentar por la banda. ¡°Es el mejor equipo¡±, resumi¨® Mourinho cuando le preguntaron por el Liverpool. Por ahora lo es a la espera de la exigente seguidilla de partidos en las fechas navide?as. L¨ªderes con un punto de ventaja sobre el Manchester City, al que visitar¨¢ dentro de cuatro jornadas el 3 de enero. A seis transita el Tottenham, que gan¨® de manera ag¨®nica al Burnley; a ocho est¨¢ el Chelsea, vencedor en Brighton y a once el Arsenal, que cay¨® en su visita a Southampton, y empieza a ver la opci¨®n del t¨ªtulo como una utop¨ªa. El Manchester United, sexto al frente del pelot¨®n de media tabla, ya ni lo sue?a.