Maestros del tiro en huida
Adem¨¢s de su fortaleza mental y f¨ªsica, Nowitzki ha tenido una firma espec¨ªfica: su indefendible tiro a canasta desde sus 2,13m, que le ha colocado entre los m¨¢ximos anotadores de todos los tiempos
La vuelta a las canchas de Dirk Nowitzki lo va a colocar para siempre en un grupo de elegidos al que acceden muy pocos profesionales en cualquier deporte. El jugador alem¨¢n comenzar¨¢ a disputar la que ser¨¢ su 21? temporada consecutiva en la NBA. Estar¨¢ a la altura de hombres como Kareem Abdul Jabbar, Karl Malone o Vince Carter, a los cuales ya mencionamos en una carta anterior dirigida a Joan Creus, nuestro hombre de hierro por excelencia en el baloncesto ACB.
Pero adem¨¢s de esta fortaleza mental y f¨ªsica de la que Dirk ha hecho gala todos estos a?os, su baloncesto ha tenido un estilo muy definido, una firma espec¨ªfica al pie de la carrera deportiva que nos quedar¨¢ en la retina a todos los que hemos tenido el privilegio de verlo jugar; nos referimos por supuesto a ese indefendible tiro a canasta desde sus 2,13m, mediante el cual se ha colocado entre los m¨¢ximos anotadores de todos los tiempos.
En esta carta me dio por pensar cu¨¢les han sido mis jugadores favoritos empleando una variante concreta del tiro, que en Estados Unidos se bautiz¨® como fade away shot (tirar ech¨¢ndose hacia atr¨¢s, huyendo del posible tap¨®n del defensor) que Nowitzki ha usado como pocos, y que podr¨ªa acabar desapareciendo si la estad¨ªstica avanzada contin¨²a su dominio estrat¨¦gico del juego, haciendo de los protagonistas simples kamikazes de la entrada a canasta o el triple.
Empezaremos por nuestra adolescencia. Ah¨ª tenemos que elegir a varios jugadores que lo usaban de un modo radicalmente distinto. Adrian Dantley lleg¨® a mi equipo favorito, los Pistons de Detroit, como fichaje clave para asaltar el cielo de la NBA. Los Bad Boys aspiraban a lo m¨¢ximo y Dantley fue la referencia en el juego del poste bajo como alero fuerte. El equipo lo aislaba, ¨¦l dorm¨ªa a la defensa con miles de botes y terminaba sacando un tiro en huida a dos por hora usando bien el codo para impedir el tap¨®n del rival. A Isiah Thomas no le acab¨® de convencer, y pidi¨® que lo cambiaran por su amigo Mark Aguirre, que haciendo lo mismo con mucha m¨¢s est¨¦tica y movilidad se convirti¨® en la pieza que les faltaba para ser campeones.
En esa misma d¨¦cada de los 80, dos jugadores del equipo enemigo, lamentablemente mejores que los m¨ªos, Kevin McHale y Larry Bird, nos dejaron varias veces a las puertas de las finales por diferentes motivos de peso; uno de ellos el fade away en el poste medio, sobre todo de McHale, con el cual todav¨ªa tengo pesadillas. En paralelo, y con bastante futuro por delante, Michael Jordan y Hakeem Olajuwon lo llevaban a otra dimensi¨®n, como despu¨¦s Kobe Bryant o Lebron James; por mucho que quisi¨¦ramos, los simples mortales no pod¨ªamos ni so?ar con elevarnos de ese modo para separarnos del defensor mientras el partido se deten¨ªa para contemplarlo.
Y, sin embargo, resulta que no mucho despu¨¦s de disfrutar con los mejores por la televisi¨®n, el personal¨ªsimo uso de este recurso del juego por parte de un compa?ero ¡ªentre otras cosas¡ª me estaba ofreciendo una oportunidad como profesional. ¡°?Pap¨¢, t¨² de verdad jugabas con ese se?or tan mayor?¡±. Mi hijo era incapaz de imaginar a John Pinone con camiseta de tirantes en el homenaje por el 25 aniversario de un a?o muy especial para Estudiantes. En no mucho tiempo le podr¨¦ explicar que ese se?or hab¨ªa aterrizado en Espa?a con apenas 24 a?os, y con sus exquisitas maneras de oso gru?¨®n hab¨ªa ido dejando las cosas claras a sus diferentes compa?eros: ¡°Cuando haya problemas, el bal¨®n a m¨ª¡±. Y cuando los buenos te piden el bal¨®n, lo inteligente es d¨¢rselo, porque pueden acabar haci¨¦ndote ganar campeonatos con ese metro de ventaja que siempre encuentran para hacerse indefendibles.
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