Una Vuelta a Espa?a moderna para ciclistas antiguos
Etapas cortas, poca contrarreloj, ocho finales en alto y dos d¨ªas dur¨ªsimos en Asturias, con el Acebo y la Cubilla, claves de la ronda espa?ola de 2019
El maillot rojo cumple solo 10 a?os, aunque parezca que lleva toda la vida vistiendo al ganador de la Vuelta. Tiene ya un valor como hist¨®rico, un s¨ªntoma del misterio de la carrera espa?ola, de su hallazgo de un nuevo clasicismo del ciclismo, que profundiza el recorrido de la Vuelta de 2019, presentado este mi¨¦rcoles en Alicante. Es su forma de encajar el ciclismo, un deporte antiguo, de sudor y sufrimiento, en los tiempos posmodernos, de apariencias.
Es un recorrido de los llamados modernos, de etapas cortas, intensas, presuntamente espectaculares, tan televisivas, dibujadas para ciclistas antiguos, puro escaladores, que desprecia a los ciclistas m¨¢s completos, los hombres de todos los terrenos, de todos los vatios, a los que, como el Tour, deja ayunos de su alimento favorito, las contrarrelojes. Frente a tres puertos hors cat¨¦gorie y 15 de primera, y ocho finales en alto (en 21 etapas), los kil¨®metros de contrarreloj individual se reducen a 36 (entre Juran?on y sus vi?edos y Pau, la ciudad m¨¢s hisp¨¢nica en los Pirineos franceses), y a 18 los recorridos en equipos, el primer d¨ªa de Vuelta, 24 de agosto, en las Salinas de Torrevieja, donde las habaneras. Un recorrido de toda la vida, como el maillot rojo, y desequilibrado, como siempre, que encandilar¨¢ al ganador saliente, Simon Yates, y a todos los escaladores que crecen, pero, al menos, menos desequilibrado que el del Tour, que ha aterrado a los ciclistas grandes con sus solo 26 kil¨®metros de contrarreloj en la misma Pau.
Geogr¨¢ficamente, la Vuelta del 19, olvida Andaluc¨ªa y Galicia, escenarios intensos en el 18, y se articula en cuatro grandes n¨²cleos: costa mediterr¨¢nea, Pirineos andorrano-franceses-navarros; costa cant¨¢brica de Bilbao a Asturias, y monta?as de los alrededores de Madrid, sierras de Guadarrama y Gredos. Ninguna etapa alcanza los 200 kil¨®metros.
Se comenzar¨¢ en la quebrada costa mediterr¨¢nea entre Alicante y Barcelona, con incursiones ya bien tempranas (de la quinta a la octava etapa) en territorios escarpados. Se subir¨¢ hasta el telescopio del observatorio del Javalambre, ascensi¨®n hasta casi 2.000 metros de altura, en el Teruel fronterizo con el Maestrazgo, comarca que tendr¨¢ las dos etapas siguientes, con subidas finales en Mas de la Costa y Ares del Maestrat. Ser¨¢n el pr¨®logo de la etapa quiz¨¢s m¨¢s simb¨®lica, la octava, la que homenajeando los viejos recorridos de la Setmana Catalana y la Volta, ir¨¢ de Valls, en Tarragona, hasta Igualada, ciudades con alcalde del PDeCAT, pasando por la subida al Monasterio de Montserrat, santuario sentimental del nacionalismo catal¨¢n. Ser¨¢ el 31 de agosto, s¨¢bado. La Guardia Civil dejar¨¢ a los Mossos d¡¯Esquadra el cortejo en moto del pelot¨®n, y el ciclismo volver¨¢ a demostrar su valor integrador de los pueblos, como el de todo el deporte, por encima de las fronteras que se quieran erigir.
Despu¨¦s del show de los Machucos, en Cantabria y su vaca pasiega y sus sobaos, las etapas decisivas se disputar¨¢n, como casi siempre, en Asturias, que no ofrecer¨¢ el 19 ni el Angliru ni los Lagos, sus dos monta?as consagradas, sino una versi¨®n salvaje e in¨¦dita del Alto del Acebo, la subida cl¨¢sica de la Vuelta a Asturias por su vertiente m¨¢s desconocida, precedido por los duros Connio y Pozo de las Mujeres Muertas, de nombre aterrador. Si esta no es la etapa reina, quiz¨¢s lo sea la del d¨ªa siguiente, la 16?, lunes 9 de septiembre, en que los profesionales conocer¨¢n el gigante asturiano de la Cubilla, hasta m¨¢s de 1.600 metros tras 20 kil¨®metros de interminable ascensi¨®n, como los grandes cols alpinos, y precedido de los duros Marabio y Cobertoria.
La traca final estallar¨¢ entre Gredos, con la Pe?a Negra y ascenso final a su Plataforma, y la habitual sierra madrile?a, con Navacerrada, Cotos y Morcuera, y final en Becerril, al estilo de la etapa en la que Aru destroz¨® a Dumoulin el pen¨²ltimo d¨ªa de la Vuelta de 2015.
El domingo 15 de septiembre, en la tradicional meta de Cibeles, en Madrid, terminar¨¢ la Vuelta del 19. Habr¨¢ bonificaciones de 10s, 6s y 4s a los tres primeros de cada etapa y los maillots distintivos ser¨¢n cuatro: el rojo de ganador de la general, el verde de los puntos, los lunares azules del rey de la monta?a y el blanco, que dejar¨¢ de premiar la curiosa combinada para pasar a distinguir al mejor joven, menor de 25 a?os (nacidos a partir del 1 de enero de 1994).
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