El club de los grandes modestos

Hasta hace cinco a?os la m¨¢xima categor¨ªa apenas hab¨ªa recibido a dos debutantes en lo que iba de siglo, el Getafe y el ef¨ªmero Xerez, que se desplom¨®. En el primer lustro de esta d¨¦cada no hubo estrenos, en el ¨²ltimo nada menos que cuatro. Eibar, Legan¨¦s, Girona y Huesca cataron por primera vez la ¨¦lite. Pero la llegada de esos nuevos invitados conlleva que se engrose el conjunto de los grandes modestos, cl¨¢sicos que languidecen, ciudades que ponen el contador futbol¨ªstico a cero. Entre nueve capitales de provincia (Santander, Alicante, Murcia, Salamanca, Castell¨®n, Logro?o, Huelva, Burgos y Pontevedra) suman 134 campa?as y 4.381 partidos en Primera Divisi¨®n. Las nueve ven hoy f¨²tbol de Segunda B, alguna de ellas tras pasar varias campa?as incluso m¨¢s abajo.

Deudas, gestiones deficientes y una coyuntura que propicia y favorece a quien hace bien los deberes en los despachos han generado ese cambio de guardia en el f¨²tbol espa?ol. Lo saben en Santander porque no hay quien est¨¦ m¨¢s bajo y con m¨¢s historia que el Racing, 44 campa?as entre los grandes, la ¨²ltima de ellas en 2012, tras las operetas de Piterman y Ali Syed. El a?o reci¨¦n vencido abon¨® 1,2 millones de euros de deuda concursal, cantidad que supone la tercera parte de su presupuesto. Todo a cargo de un pr¨¦stamo con un grupo empresarial de capital c¨¢ntabro que hace dos a?os se hizo con el control del club y que le concede una l¨ªnea de cr¨¦dito al 4% de inter¨¦s. El plan de viabilidad pasa porque al cuarto intento el equipo salga de Segunda B, categor¨ªa en la que lidera su grupo con cinco puntos de ventaja cobre el segundo. Y hay apoyo social, con m¨¢s de 10.000 abonados en El Sardinero.

El sost¨¦n popular es esencial para salir del pozo. A veces tarda en articularse. ¡°En Logro?o se repite mucho lo de que a ver si viene alguien que ponga dinero¡±, explica Tato Abad¨ªa, gloria del fenecido Club Deportivo Logro?¨¦s. ¡°Existe la cultura del que nos lleven y el aficionado piensa que si hay un problema econ¨®mico ya lo resolver¨¢n las instituciones¡±, abunda. El Murcia sufri¨® hace cuatro a?os un descenso administrativo a Segunda B y, al borde de la disoluci¨®n, lanz¨® este oto?o la oportunidad de comprar acciones para inyectarle capital al club. La campa?a ¡°Hazlo tuyo" foment¨® la venta de acciones a 0,12 euros cada una con un tope de 12.000 euros y gener¨® una movilizaci¨®n similar a la que en su d¨ªa salv¨® al Oviedo. Ahora una plataforma conformada por peque?os accionistas gestiona desde primeros de noviembre la entidad. Las empresas del entorno han entrado con peque?as, pero significativas participaciones. ¡°A los murcianos nos cuesta ser due?os de nuestro destino¡±, clam¨® el nuevo presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Almela al llegar al club. El Murcia, que debe trece millones de euros a Hacienda y tres a la Seguridad Social, tiene ahora m¨¢s de 20.000 peque?os propietarios, una recobrada autoestima popular y empieza a dar pasos significativos: ha pagado varias n¨®minas a los jugadores para evitar rescisiones unilaterales y, por primera vez en diez a?os, cumpli¨® en el ¨²ltimo trimestre con los pagos de IVA e ingreso de retenciones de IRPF. El equipo es sexto en un grupo de Segunda B que lidera el UCAM, otra escuadra de la ciudad que lleg¨® a estar una categor¨ªa por encima, pero que jam¨¢s suscit¨® el mismo fervor popular.

Porque no siempre se a¨²nan esfuerzos ante crisis futbol¨ªsticas. El Logro?¨¦s Club de F¨²tbol naci¨® para sustituir al hist¨®rico Club Deportivo, que estuvo nueve temporadas en Primera. Pero ni siquiera lleg¨® a sobrevivirle. Con los dos ya en la tumba se tom¨® en la capital riojana una doble v¨ªa, la de la Uni¨®n Deportiva y la de la Sociedad Deportiva. Ambas coincidieron en Segunda B un par de campa?as al inicio de esta d¨¦cada. Abad¨ªa pilot¨® desde el banquillo aquel tr¨¢nsito de los segundos, que de nuevo juegan en Tercera, una categor¨ªa por debajo de su rival, con mismos colores y nombre similar. Antes incluso compart¨ªan estadio, un galimat¨ªas. ¡°Parece que la gente se decanta ahora m¨¢s por la Uni¨®n porque est¨¢ m¨¢s arriba y juegan en Las Gaunas¡±, explica Abad¨ªa, que cree que el mayor problema en Logro?o tiene que ver con el sentimiento de la gente. ¡°No hay una identificaci¨®n entre un club y ciudad. La divisi¨®n cansa y sirve de pretexto para no ir al f¨²tbol ni buscar soluciones¡±, lamenta.

Disgregar esfuerzos e ilusiones no ayuda, pero hay divorcios sin soluci¨®n. ¡°Cuando hay sangre es d¨ªficil la reconciliaci¨®n¡±, zanja Abad¨ªa. En Salamanca ni se la plantean. Unionistas y Salamanca Club de F¨²tbol UDS, nueva denominaci¨®n que reemplaza a la de Salmantino, ascendieron este verano a la divisi¨®n de bronce. Ambos se disputan el legado de la Uni¨®n, desaparecida en 2013 tras noventa a?os de trayectoria, m¨¢s de la mitad en alguno de los dos primeros escalones del f¨²tbol nacional. Miguel ?ngel Sandoval, presidente de Unionistas, lleva tatuado en el brazo el escudo del viejo equipo, el que ahora emplea el otro equipo de la ciudad. El derecho a usarlo junto a la marca, trofeos y documentaci¨®n hist¨®rica de la Uni¨®n le cost¨® 150.000 euros al Salmantino tras un litigio judicial. ¡°Luchamos y sufrimos por la Uni¨®n y cuando la liquidaron por respeto a su historia nos opusimos a una refundaci¨®n o a suplantarla¡±, explica Sandoval. Unionistas tiene 2.700 socios, todos con derecho a voto y expone ese valor ante el rival ciudadano, que apenas tiene tres, los imprescindibles. El resto son abonados. Pero doblan en ese concepto a su vecino porque tienen un valor, la propiedad del estadio Helm¨¢ntico, comprado en su d¨ªa por la propiedad mexicano del club por apenas un mill¨®n de euros.

Unionistas juega en el campo de atletismo anexo y negocia con el ayuntamiento la construcci¨®n de un peque?o estadio, un hogar. ¡°La fusi¨®n es imposible. Son dos ideas diferentes, una homenajea a la Uni¨®n y la otra quiere hacerse pasar por la Uni¨®n¡±, explica Jes¨²s Hern¨¢ndez ¡°Piojo¡±, uno de los futbolistas que estaba en el ¨²ltimo plantel de la UD Salamanca. ¡°Jugaba en el club de mi ciudad y de mi vida y tuve que salir a buscarme la habichuelas¡±, recuerda. Tras pasar por Huesca, Tarragona, UCAM Murcia y Guijuelo se alista desde hace a?o y medio en Unionistas. ¡°Puede suceder que uno de los dos proyectos se imponga sobre el otro, pero ahora lo importante es que la ciudad ha recuperado la ilusi¨®n por el f¨²tbol¡±, abunda Piojo.

Las respuestas de una ciudad ante la zozobra o hundimiento de su equipo de f¨²tbol m¨¢s representativo son variadas. Tambi¨¦n traum¨¢ticas. Ocurri¨® en M¨¢laga o Almer¨ªa. Y all¨ª volvieron de la nada. Tambi¨¦n en Burgos, Ourense, Cartagena, Palencia, M¨¦rida, Badajoz o Almendralejo, donde un nuevo Extremadura acaba de regresar al f¨²tbol profesional. Al final subyace la idea de que, por mucho que traten de matarlo, el f¨²tbol no muere.