Rudy y Ay¨®n devoran al Maccabi
El Real Madrid impone su consistencia liderado por dos de sus cl¨¢sicos y logra la 13? victoria en 16 jornadas de Euroliga
Sin excesivos sobresaltos y con mucha solvencia, el Madrid se apunt¨® su 13? victoria en 16 jornadas de Euroliga tras derrotar a un Maccabi inestable. Los de Laso impusieron su rodillo liderados por Gustavo Ay¨®n (18 puntos, 9 rebotes y 31 de valoraci¨®n ¡ªsexto partido por encima de 20¡ª) y Rudy Fern¨¢ndez (13 puntos, 5 rebotes 3 asistencias y 21 de valoraci¨®n). La consistencia permanente venci¨® a la efervescencia variable.
No se hab¨ªan jugado ni dos minutos de partido y el Maccabi ya hab¨ªa cargado con cinco faltas a su rival, dos de ellas de Tavares que generaron el primer contratiempo para Laso. Con Caloiaro y Tyus al frente, los visitantes se presentaron en el WiZink apretando la mand¨ªbula en defensa (8 rebotes en ese tramo) y ense?ando los dientes en ataque. Pero, repasada la lecci¨®n, Rudy y Ay¨®n (14 de valoraci¨®n de salida, 21 al descanso) atajaron en un santiam¨¦n el estir¨®n israel¨ª para cerrar el primer acto con una m¨ªnima ventaja local (21-19, m. 10).
En la reanudaci¨®n, Thompkins y Roll rivalizaron a punter¨ªa con un cl¨ªnic desde el 6,75 y elevaron las revoluciones de un duelo trepidante. Con tres triples consecutivos, el p¨ªvot madridista desatasc¨® el ataque de su equipo, pero no marc¨® tendencia. El Maccabi retom¨® la iniciativa (38-41, m. 18). Laso busc¨® remedio reclutando al desacoplado Prepelic y a Felipe, que regresaba a la competici¨®n continental despu¨¦s de cinco jornadas sin carrete en la Euroliga. Y dos tiros libres del capit¨¢n sellaron el viaje a vestuarios con empate (44-44, m. 20). La suma de Roll, Caloiaro y Tyus pesaba lo mismo que el tr¨ªo Ay¨®n-Thompkins-Randolph. Pero la desequilibr¨® Llull a favor del Madrid con cinco puntos en un parcial de 9-2 a la vuelta del entreacto (53-46, m. 23).
El menorqu¨ªn cortaba as¨ª su mala racha (-10 de valoraci¨®n en sus dos partidos anteriores) con 11 puntos y 10 asistencias, mientras Campazzo retomaba su estado de gracia. Con el Facu a los mandos, se reactiv¨® Tavares a lo grande y entre el punto y la i descosieron el marcador ante el desconcierto macabeo. El segundo triple de Llull increment¨® las dimensiones de la tormenta blanca tras el descanso (20-6 de parcial para el 64-50, m. 26). Ni rastro del Maccabi intenso de la primera mitad hasta que la tercera personal de Tavares volvi¨® a trastocar el plan madridista. Tyus aprovech¨® el vac¨ªo legal para recomponer a los suyos en una r¨¢faga de 2-10 en tres minutos que evit¨® la rendici¨®n anticipada del conjunto israel¨ª (66-60, m. 29).
Sin embargo, la reacci¨®n de los macabeos tras verse contra las cuerdas deriv¨® en otro cortocircuito, esta vez irreparable. La cuenta se fue hasta el 87-69. La met¨¢fora de un equipo de cuerpo y alma inestables. Nadie pierde como el Maccabi en el debate identitario. El conjunto israel¨ª colecciona 11 estadounidenses en su abigarrada plantilla, m¨¢s que nadie en Europa. El curso pasado recuperaron el trono liguero despu¨¦s de tres temporadas fuera incluso de la final, pero la f¨®rmula no termina de cuajar por exceso de volantazos. En las ¨²ltimas cinco temporadas el Maccabi ha tenido siete t¨¦cnicos distintos (Goodes, Tabak, Edelstein, Hadar, Bagatskis, Spahija y, desde mediados de noviembre, Sfairopoulos) y ha fichado 47 jugadores, 27 de ellos estadounidenses. En los veranos de 2016 y 2017 la reconstrucci¨®n fue casi absoluta con 13 altas y bajas por curso, el anterior: solo siete bajas y siete contrataciones. Dos de los cl¨¢sicos del Madrid, Ay¨®n y Rudy, retrataron al Maccabi y demostraron las ventajas de la continuidad para ganar partidos jugando de memoria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.