El Rayo madruga para ganar
Un gol de Medr¨¢n a los treinta segundos de partido propicia la segunda victoria consecutiva de los vallecanos y da?a a un Valladolid sin pegada que fall¨® un penalti en los minutos finales
Apenas hab¨ªa amanecido el partido bajo el tibio sol invernal de Pucela cuando marc¨® el Rayo Vallecano. Parec¨ªa un inicio, pero a nivel de resultado fue un final, un objetivo cumplido para los de la franja, victoriosos en un duelo que puede llegar a ser fronterizo. El Rayo encadena dos victorias consecutivas porque hab¨ªa cerrado 2018 con un triunfo sobre el Levante y esos seis puntos le sacan de las catacumbas de la clasificaci¨®n para meterlo en la pelea de la salvaci¨®n en un nutrido pelot¨®n que integra al Valladolid. Ten¨ªa la oportunidad el equipo de Sergio para distanciar a su rival en once puntos, un mundo. Ahora apenas le supera en cinco y con el golaverage cuesta arriba si mira hacia la primavera y una revancha en Vallecas en la pen¨²ltima jornada de liga.
Valladolid, 0 - Rayo, 1
Valladolid: Masip; Moyano (Anto?ito, m.46), Kiko Olivas, Calero, Nacho; Keko (Verde, m.74), Alcaraz, M¨ªchel, Toni (Duje Cop, m.63); ?scar Plano y ?nal.
Rayo Vallecano: Dimitrievski; Adv¨ªncula, Amat, Abdoulaye, Vel¨¢zquez, ?lex Moreno; Embarba (Beb¨¦, m.62), Medr¨¢n, Comesa?a, Trejo (?lvaro, m.84); y De Tom¨¢s (Tito, m.91).
Goles: 0-1, m.1: Medr¨¢n.
?rbitro: Cordero Vega (Comit¨¦ c¨¢ntabro). Mostr¨® cartulina amarilla a Embarba (m.55), Trejo (m.58) y Beb¨¦ (m.65), del Rayo.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimoctava jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Jos¨¦ Zorrilla ante 17.261 espectadores.
Al Valladolid le duele su falta de concreci¨®n. Dice su t¨¦cnico Sergio Gonz¨¢lez que ya han hecho la lista de la compra para el mercado invernal, pero a d¨ªa de hoy el mejor nueve del equipo est¨¢ en el palco. A Ronaldo le debe de arder el pecho por revertir el tiempo y bajar siquiera un cuarto de hora al verde porque el equipo que preside juega bien al f¨²tbol, es paciente, se trabaja las ventajas. Pero tiene problemas para florecer ante defensas cerradas como la que le plante¨® el Rayo.
En puesto de descenso, necesitado y ante un partido que consideraba como una final, el equipo madrile?o empez¨® con el pie derecho. Lleg¨® al gol a los treinta segundos de partido sin apenas darle opciones de tocar la pelota al rival. Se la limpi¨® Medr¨¢n en mediocampo cuando el Valladolid empezaba a acariciarla y ah¨ª naci¨® una acci¨®n perfecta que cont¨® tambi¨¦n con el benepl¨¢cito de una zaga despistada. Grit¨® el gol el mismo futbolista que hab¨ªa recuperado la pelota, le habilit¨® Embarba con un toque sutil en el coraz¨®n del ¨¢rea, de esos que distinguen a los peloteros.
Esa ventaja tempranera condicion¨® el partido. El Rayo se repleg¨®, armado en torno a un esquema de cinco defensores con el que parece haber visto la luz. El paso de los minutos le cort¨® las alas a sus laterales, a los que seguro que M¨ªchel hab¨ªa dibujado largos en la pizarra, pero que acabaron atentos a coberturas y a cerrarse tras los tres centrales. Para el Valladolid iba a ser un partido de f¨²tbol, pero se convirti¨® casi en uno de balonmano por lo que supuso circular el bal¨®n de orilla a orilla, sin apenas vislumbrar un pase vertical que incomodase a la ¨²ltima l¨ªnea rival. Dimitrievski se aplic¨® desde la porter¨ªa a bajar el ritmo del partido, a ara?ar segundos en cada saque. No le obligaron a estirarse hasta que al filo del descanso Keko remat¨® un centro al primer palo. Pudo ser el empate.
Quiz¨¢s el partido debi¨® acabar en igualada. El Valladolid la busc¨®. Tras el descanso hizo circular la pelota con mayor prestancia y dio la sensaci¨®n de que pod¨ªa desequilibrar si lograba activar al fin¨ªsimo Toni Villa, que agit¨® la mediapunta. Tambi¨¦n lo hizo Keko, que volvi¨® a exigir al meta rayista a la hora de partido. Se ilusion¨® la parroquia local con la entrada de Verde porque percibe que el equipo necesita esa marcha de m¨¢s que ofrece el burbujeante futbolista italiano. Le falta descaro al Valladolid en los ¨²ltimos metros, seguramente tambi¨¦n una buena dosis de talento. Y el Rayo sobrevivi¨®, supo sufrir y por momentos estirarse, sobre todo con la entrada de Bebe. Se encamin¨® hacia la victoria hasta que a cuatro minutos un atisbo de verticalidad dej¨® en el ¨¢rea un bal¨®n dividido entre Duje ?op y Abdoulaye Ba. El defensor del Rayo hizo por atropellar y el delantero del Valladolid por ser atropellado. El penalti no lo desminti¨® el videoarbitraje, pero lo marr¨® M¨ªchel, que propici¨® el lucimiento de Dimitrievski con una ejecuci¨®n telegrafiada y a media altura.
Incapaz de anotar siquiera desde los once metros, el Valladolid se fue dolido y el Rayo jaleado por sus aficionados, que se hicieron notar en la grada. Desde septiembre de 2015 no festejaban dos victorias consecutivas en la m¨¢xima categor¨ªa y ahora llegan para pregonar que no cuenten con su rendici¨®n. En Valladolid ya lo saben y tambi¨¦n deben entender, por si a algunos les quedaba alguna duda, que el futuro del equipo pasa por mirar hacia abajo porque, a¨²n siendo un equipo con numerosas fortalezas y capacidades, tienen debilidades que le comprometen. 21 puntos suman los chicos de Sergio, pero apenas ocho los lograron como locales. En el Nuevo Zorrilla hilan tres derrotas consecutivas, dos de ellas ante rivales directos en la batalla de la permanencia como Rayo y Legan¨¦s. Quiz¨¢s por ello deben saludar con alborozo que tres de sus cuatro pr¨®ximos partidos ser¨¢n como visitantes.
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