Una Copa trampa para el Madrid

72 horas despu¨¦s de consumarse el fracaso de LaLiga con el en¨¦simo varapalo del curso, este ¨²ltimo ante la Real Sociedad, al Real Madrid le llega el turno de la Copa. Considerada en Chamart¨ªn como una copetici¨®n sin pedigr¨ª, ¨²ltimamente m¨¢s causante de sofocos que de otra cosa, se le presenta a Santiago Solari y los suyos como una trampa m¨¢s en medio de la depresi¨®n de mayor calado que se recuerda en el club desde la llegada de Florentino P¨¦rez a la presidencia en el a?o 2000.

Repleto de bajas, con cinco hombres en la enfermer¨ªa (Kroos, Llorente, Asensio, Bale y Mariano) y otros dos entre algodones (Varane y Courtois, que no se entrenaron ayer), y lastrado por una alarmante falta de pegada y unidad, al Real le amenaza esta noche el Legan¨¦s (21.30 horas, beIN Sports), su verdugo en los cuartos del curso pasado en el que fuera el patinazo que m¨¢s disgust¨® a Zinedine Zidane durante su triunfal periplo al frente del banquillo del Bernab¨¦u.

La sombra del peligro sobrevuela ahora sobre un Solari que en la conferencia previa al choque asumi¨® la cr¨ªtica que realiz¨® el domingo uno de sus jugadores franquicia, Luka Modric. El entrenador reconoci¨® que su equipo acusa, principalmente, los efectos de dos carencias: la primera, la escasa concentraci¨®n de sus jugadores en el inicio de los partidos; y la segunda, una sequ¨ªa goleadora sin precedentes en el Madrid desde hace m¨¢s de 70 a?os.

"Tenemos que prestar atenci¨®n a los primeros minutos de los partidos, es una autocr¨ªtica que hacemos hacia dentro. Y ser m¨¢s resolutivos arriba", apunt¨® Solari. El argentino lo reconoci¨® por segunda vez cuando le recordaron las palabras del volante croata. "Aqu¨ª se arregla todos juntos. Es cierto lo que dijo sobre que tenemos ser m¨¢s certeros y estar m¨¢s concentrados al inicio de los partidos".

Los datos confirman las conclusiones que han hecho p¨²blicas desde el vestuario del Madrid en los ¨²ltimos d¨ªas. De las 18 jornadas ligueras disputadas hasta la fecha, los blancos empezaron perdiendo en nueve de ellas. Se fueron de vac¨ªo en seis ocasiones, empataron en dos, y solo consiguieron darle la vuelta al marcador una vez, en la segunda fecha del campeonato ante el Girona. Ocurre que el gol en contra no suele tardarle en llegar a un Real que ha recibido siete tantos antes del minuto 15 en 29 partidos. El primero de ellos lo encaj¨® en el primer duelo oficial del curso, la Supercopa europea ante el Atl¨¦tico, cuando el marcador reflejaba el segundo 49; el ¨²ltimo, hace tres d¨ªas contra la Real con el 2:24 en el reloj. Entremedias, otros tres goles antes del minuto seis (frente a CSKA, Levante y Villarreal) y dos entre el diez y el 15 (de nuevo ante el Levante y en el cl¨¢sico del Camp Nou).

La ¨²nica remontada se consum¨® en la victoria m¨¢s holgada que ha cosechado el Madrid en LaLiga. Los blancos anotaron cuatro goles en Girona. Era el tercer encuentro oficial del curso. Desde entonces, solo han alcanzado esa cifra en cinco ocasiones, dos de ellas ante el Melilla, equipo de Segunda Divisi¨®n B. La falta de p¨®lvora es la mayor preocupaci¨®n de la plantilla. Los jugadores creen que si se encuentran en esta situaci¨®n es, en gran medida, por la escasez de gol. No se ve¨ªa un Madrid con menos efectividad en Liga desde la temporada 1990-91 y el balance goleador (26-23) es el m¨¢s pobre en lo que va de siglo.

Los dirigentes del club encomendaron a Bale, Benzema y Asensio la misi¨®n reemplazar la figura de Cristiano Ronaldo. De los tres, solo el franc¨¦s supera los diez goles (12). El gal¨¦s alcanz¨® la decena en el Mundialito y Asensio registra solo cuatro. Mariano, el rematador incorporado en verano para completar el ataque, solo vio puerta en su debut ante la Roma. La eficacia de este Madrid se sit¨²a bajo m¨ªnimos: un 11% de acierto por el 13,5% del curso anterior. El n¨²mero de remates a puerta tambi¨¦n ha disminuido: de 7,2 de media por partido a 6,6.

A rega?adientes con el gol, a diez puntos del liderato de LaLiga, y sin un patr¨®n de juego definido, el Madrid vuelve a enfrentarse al plebiscito de un Bernab¨¦u despoblado e irritado. La afluencia es cada vez menor (poco m¨¢s de 53.000 ante la Real) mientras que el estado de indignaci¨®n va en aumento. El domingo, la bronca trascendi¨® del c¨¦sped y apunt¨® al palco por primera vez en los ¨²ltimos a?os. En medio de la tormenta llega la Copa, una trampa m¨¢s para un Real en ca¨ªda libre.