La realidad se impone al Madrid
Al equipo de Solari, inconsistente y desnortado, no le bast¨® con el despunte de Vinicius ante una Real Sociedad acongojada de inicio y m¨¢s fluida tras el descanso
El Madrid ha tocado fondo. O a¨²n no, qui¨¦n sabe, pero todas sus se?ales son fat¨ªdicas. Quiso aferrarse a la romer¨ªa del mundialillo de clubes y sus lun¨¢ticas serpentinas. Y hasta su t¨¦cnico, Solari, intent¨® que cotizara al alza un empate con el Villarreal. Pero la realidad a veces es la escoria de la ilusi¨®n y de vuelta a la Liga la auditor¨ªa del Madrid es incuestionable: un punto de seis. La Real, que tambi¨¦n zozobraba, le dio un azote may¨²sculo en el Bernab¨¦u y casi quince a?os despu¨¦s se llev¨® una victoria en la catedralde La Castellana, hoy convertida en una caldera, con el p¨²blico harto de monsergas con un equipo hueco y de aspecto necrosado a la vista. Sin m¨¢s percha que Vinicius, el ¨²nico gancho local de un chasco que pudiera tener consecuencias si en el palco advierten la necesidad de un escudo. Tambi¨¦n quedar¨¢ el pretexto arbitral al que aludi¨® su portavoz, Emilio Butrague?o: que si un posible penalti, que si una expulsi¨®n rigurosa... Que si hubo ocasiones... Trat¨¢ndose del Real Madrid se supone que la mirada debiera ser otra, m¨¢s categ¨®rica, m¨¢s introspectiva.
R. MADRID, 0 - R. SOCIEDAD, 2
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo (Reguil¨®n, m. 77); Modric, Casemiro (Isco, m. 56), Kroos (Ceballos, m. 80); Lucas V¨¢zquez, Benzema y Vinicius. No utilizados: Navas, Nacho, Valverde y Odriozola.
Real Sociedad: Rulli; Elustondo (Zald¨²a, m. 68), Llorente, H¨¦ctor Moreno, Aihen Mu?oz (Zubeldia, m. 84); Illarramendi, Zurutuza, Merino (Rub¨¦n Pardo, m. 73), Januzaj; Oyarzabal y Willian Jos¨¦. No utilizados: Zubiaurre, Le Normand, Juanmi y Bautista.
Goles: 0-1, M. 3. Willian Jos¨¦, de penalti. 0-2, M. 82, Rub¨¦n Pardo.
?rbitro: Munuera Montero. Sac¨® tarjeta amarilla a Willian Jos¨¦, Marcelo, Modric e Isco. Expuls¨® a Lucas V¨¢zquez por doble amarilla en el minuto 60. VAR: Melero L¨®pez.
53.412 espectadores en el Santiago Bernab¨¦u.
Hay partidos malos. Y otros mal¨ªsimos. El Madrid-Real del primer acto estuvo entre medias. Desquiciado el equipo de Solari, tan desnortado que puso a Vinicius al remo. Sin perfil definido el conjunto de Imanol Alguacil, cobijado con un penalti favorable a los dos minutos que gestion¨® de mala manera hasta el segundo periodo. La gente de Chamart¨ªn, no tanta para lo que es la realeza del Bernab¨¦u, percibi¨® el bodrio y abri¨® fuego contra Solari, Marcelo, el ¨¢rbitro... Poco m¨¢s y alg¨²n almohadillero hubiera pagado el pato. Son los tiempos de este Madrid confuso, de tufo marchitado.
El duelo madrug¨® con un atropello juvenil de Casemiro a Merino. En una jugada sin hueso, el medio madridista fue al asalto como un legionario al l¨ªmite. Willian Jos¨¦, cegado desde hace meses, fusil¨® a Courtois: el primer gol en contra en Liga en casa con Solari como t¨¦cnico. Curioso. El desenlace tanto hizo tiritar al Madrid como a la Real, dos equipos sin trazos, sin guion, que se buscan y no se encuentran. La Real, esmirriada al comienzo, tuvo a tiro de gracia al Madrid, pero se acongoj¨®. Esta Real hace tiempo no se cree la Real.
Enfrente, el Madrid fue un equipo desali?ado, impulsivo a veces, pedestre siempre. Picaba Vinicius, un cadete, y poco m¨¢s, salvo alg¨²n remangue de Carvajal, Ramos, gente con alma de espartaco. F¨²tbol, nada de nada. Refugiada la Real, gripado el Madrid, pese a alg¨²n fulgurante cometa, como los amagos de Vinicius y un disparo de Modric que rechaz¨® Rulli en ambas ocasiones. L¨®gico. Ausentes atacantes como Bale, Asensio y Mariano, fue m¨¢s evidente a¨²n el dato terminal de Kroos y Modric, volantes sin gol en lo que va de Liga. Son muchos los fallos estructurales de este Madrid. De un Madrid mal cuadrado desde el verano, con un entrenador ¡ªLopetegui¡ª alistado por despecho y a la carrera tras las negativas de otros y un sucesor provisionalizado desde el primer instante ¡ªSolari¡ª.
De paso, Cristiano en vuelo hacia Tur¨ªn. Y ahora, con el becario Vinicius por bandera. Nada mejor se vio por Chamart¨ªn, con el brasile?o como principal agitador, revoltoso, punzante. En todas estuvo Vinicius, s¨ªntoma de este Madrid opaco, descosido, aferrado a cualquier imprevisto, como un centro lateral de Lucas V¨¢zquez que termin¨® estrellado en la escuadra derecha de Rulli. De un Madrid con m¨¢s cornetas que violines.
Coartada arbitral
El atolondrado primer tramo dio paso a un segundo tiempo de f¨²tbol descamisado, an¨¢rquico. Un choque pendular con un desorden infinito, pero m¨¢s emotivo que el anodino pre¨¢mbulo. Se solt¨® la Real, por fin con llegadas de Oyarz¨¢bal y Januzaj. Por fin un equipo algo atrevido a campo abierto ante un adversario sumido en un laberinto. Por fin, Merino como ancla de las operaciones. Pero ni siquiera con la expulsi¨®n de Lucas V¨¢zquez parec¨ªa la Real capaz de abrochar el encuentro, falta de contundencia, equipo fl¨¢cido como es. Antes del balazo final, la Real encontr¨® un sost¨¦n en Rulli, eficaz ante Ramos y alg¨²n otro envite, la mayor¨ªa de Vinicius, lo mejor del Madrid en estos tiempos de emergencia, h¨¢bil y descarado.
Visto el desmadre, intervino Solari, que aparc¨® a tres pretorianos como Casemiro, Marcelo y Kroos. Lo de este Madrid es una noria, por mucho que pareciera un penalti claro un cruce de Rulli ante Vinicius, lo que no debiera servir de coartada a este Madrid. No resiste la unidad A, no despuntan los teloneros de la B. Todo acaba por ser una turbamulta, como si fuera una plantilla a granel, m¨¢s sellada por lo que fue que por lo que es. A este Madrid se le ha visto el tanga con su equipo m¨¢s pinturero y con los reclutas de la reserva. El duelo con la Real fue un exponente. M¨¢xime cuando Willian, ya con el Real indigente, conect¨® con Rub¨¦n Pardo, que cabece¨® con aplomo y super¨® a Courtois. Poco despu¨¦s comenz¨® a vaciarse el Santiago Bernab¨¦u, con la hinchada m¨¢s resignada que con ganas de bronca, como si lo viera venir.
Ni Lopetegui ni Solari. Ni con Bale ni con Vinicius. Este Madrid no encuentra remedio. Ya ni siquiera en los empates que valorizaba Solari tras el choque de Vila-real. A este Madrid le falta mucho. Y, sobre todo, un diagn¨®stico real que no enmascare la realidad con empates sobrevalorados, mundialitos con falso certificado imperial, cruces a ¨¢rbitros poco certeros... Ch¨¢chara que no puede maquillar la flojera actual de un equipo a la deriva. Donde ya no parece asumible que la Copa de Europa sirva de flotador. El f¨²tbol tambi¨¦n vive del d¨ªa a d¨ªa.
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