El Girona se le atraganta al Atl¨¦tico

Ya no hay dudas: el Girona se le atraganta a Simeone. No puede el Atl¨¦tico con el equipo gerundense ni en LaLiga, ni en la Copa, ni en Catalu?a, ni en Madrid. S¨ªmbolo de un Atl¨¦tico m¨¢s dubitativo, solo entregado a la creatividad de Griezmann, el Girona es un fort¨ªn para los rojiblancos mande Mach¨ªn o mande Eusebio en Montilivi. Cuando parec¨ªa que la paciencia con el bal¨®n era la f¨®rmula para batir al Girona, despu¨¦s del gol inicial del franc¨¦s se durmi¨® el Atl¨¦tico. Ya no hubo tiempo para reaccionar, tras el empate Lozano. Apareci¨® entonces la receta de siempre, un v¨¦rtigo que no salvan Lemar, Correa y Vitolo. Todo depende de Griezmann, icono del club en el presupuesto y en el campo.

El dinero se reparte entre pocos en el Atl¨¦tico. El conjunto rojiblanco, el tercer mejor presupuesto de LaLiga, tiene la plantilla m¨¢s corta de Espa?a. Parad¨®jica coyuntura respecto de la ambici¨®n de Simeone. El Cholo quiere ganar todo, tambi¨¦n Griezmann, por supuesto. El t¨¦cnico argentino tuvo que presenciar el partido desde un palco de Montilivi, a causa de una sanci¨®n. Con el franc¨¦s como farol, sac¨® un once con lo mejor que tiene disponible en Montilivi, descans¨® Oblak. Una decisi¨®n, en cualquier caso, m¨¢s de gesti¨®n de plantilla que para cuidar las piernas del portero esloveno. A Eusebio, en cambio, le pas¨® todo lo contrario a Simeone. Tambi¨¦n con una plantilla de 20 futbolistas, opt¨® por cuidar a sus actores principales. Por mucha ilusi¨®n que genere la Copa, la permanencia es el objetivo, sobre todo, despu¨¦s de cinco empates consecutivos: afuera los dos pilares del cuadro gerundense, Stuani y Bono.

Sin sus muchachos franquicias, el alegre Girona se refugi¨®, de entrada, cerca de Iraizoz. Result¨® tan extra?o ver agazapado al equipo de Eusebio como al Atl¨¦tico c¨®modo con el bal¨®n. Reculaba Sa¨²l para sumarse a los centrales en la salida, mientras abr¨ªan el campo los laterales, Arias y Montero. Lemar y Koke se cerraban y los rojiblancos dominan el juego a placer. Eso s¨ª, a ritmo lento. Pero lo que no pod¨ªan acelerar los centrocampistas, lo hizo Griezmann. No se toma fiesta el franc¨¦s, ni descansa su idilio con el gol. En el primer disparo a puerta del Atl¨¦tico, antes de que el reloj marcara los 10 minutos, el 7 cant¨® el 0-1.

La fortuna

La fortuna, en cualquier caso, jug¨® a favor del franc¨¦s. Recibi¨® el bal¨®n de Kalinic en el ¨¢rea y, sin dudar, sac¨® un fuerte zurdazo que se estrell¨® en el travesa?o para despu¨¦s chocar en el pie de Iraizoz y cruzar la l¨ªnea. El gol de Griezmann no alter¨® el guion. Entonces no hab¨ªa ni rastro Girona, mucho menos de Lozano y Doumbia, los puntas de Eusebio. El duelo se visti¨® de pachanga, no lastimaba el Atl¨¦tico ante el inofensivo Girona. Pero despertaron los delanteros del cuadro catal¨¢n, un regalo para el partido, un martirio para la desconectada zaga rojiblanca, sobre todo para el joven Montero, blanco de los ataques de los muchachos de Eusebio.

Comenz¨® a escalar Ramalho por el ala derecha, Aleix Garc¨ªa tom¨® las riendas del juego, mientras Lozano y Doumbia amenazaban a God¨ªn y compa?¨ªa. Avis¨® Lozano con un disparo d¨¦bil que control¨® Ad¨¢n y el chut de cabeza de Doumbia, en la puerta del ¨¢rea peque?a, se march¨® por arriba del larguero. La eficacia de los madrile?os contrarrestaba frente al err¨¢tico Girona. Y cuando Montilivi m¨¢s extra?aba el poder goleador de Stuani, Lozano hizo f¨¢cil lo dif¨ªcil. Aleix Garc¨ªa encontr¨® al hondure?o en la puerta del ¨¢rea, que sac¨® un zapatazo fuerte que dej¨® en nada la estirada a mano cambiada de Ad¨¢n. Se agrand¨® Lozano, al tiempo que Ramalho reinaba en la banda derecha. El larguero salv¨® el Atl¨¦tico del testarazo del hondure?o despu¨¦s del centro del defensa.

No reaccionaba el Atl¨¦tico, s¨ª Simeone. El argentino cerr¨® el boquete de la zaga: Correa por el joven Montero. Arriesg¨® el Cholo, no le funcion¨®. Ni Kalinic ni Correa tienen el magnetismo de Griezmann con las redes. En un Atl¨¦tico m¨¢s reconocible, m¨¢s vertiginoso que pausado, m¨¢s dispuesto a morder que a gustarse, Kalinic fall¨® por duplicado, misma suerte que Correa. Tampoco pudo Vitolo, que hizo lucir a Iraizoz. Estirado el Atl¨¦tico, el Girona volvi¨® a asustar a la zaga rojiblanca. Pero fall¨® Doumbia por duplicado ante un buen Ad¨¢n. Todo qued¨® abierto a un arrebato de alg¨²n delantero. Ya no estaba Griezmann en el campo.