Semedo coge el rebufo

Desde que lleg¨® al Camp Nou, N¨¦lson Semedo ha sido un actor secundario porque por delante tiene a Sergi Roberto, futbolista que no es el¨¦ctrico ni veloz, tampoco buen marcador pero s¨ª canterano ¡ªlo que le hace favorito a ojos del aficionado¡ª, por lo que tiene de serie los conceptos t¨¢cticos de La Masia, capaz de mezclar y no renegar del estilo en cualquier parcela del c¨¦sped. Tambi¨¦n de lateral derecho, por m¨¢s que su f¨²tbol le reclame desplegarse en la medular [como hizo ante el Girona, cuando le dio el relevo a Busquets] y no por la zaga. ¡°Semedo es fuerte y con Sergi hay que tener cuidado porque llevaba dos partidos seguidos jugados y ha tenido un par de episodios de problemas musculares¡±, resolvi¨® Valverde tras el triunfo, orgulloso porque Semedo caz¨® al vuelo un rechace y defini¨® con la zurda para abrir el marcador. ¡°Estoy contento por marcar mi primer gol con la camiseta del Bar?a y ojal¨¢ pueda hacer m¨¢s¡±, se?al¨® Semedo, de coletilla inflexible: ¡°Pero lo m¨¢s importante era lograr la victoria¡±.

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Ocurre que Sergi Roberto se pierde cuando le filtran un bal¨®n a su espalda, el mayor de los males del equipo en este curso porque el Bar?a ataca con todo y defiende con lo que puede, expuesto cuando el rival salta la primera l¨ªnea de presi¨®n; e inc¨®modo cuando le obligan a correr hacia atr¨¢s. Una tara de la que carece Semedo, en ocasiones ca¨®tico al mantener la l¨ªnea, pero siempre raudo en la correcci¨®n. As¨ª, la cabeza de Sergi Roberto y las piernas de Semedo dar¨ªan con el lateral perfecto, un Dani Alves que tanto se a?ora. ¡°Me gustar¨ªa levantar la Champions y ganar todo para ser recordado como uno de los mejores laterales de la historia del club¡±, dijo Semedo en su presentaci¨®n. Le falta mucho. Pero en Montilivi, al menos, puso la primera piedra y su gol vali¨® para igualar el r¨¦cord hist¨®rico del equipo de 32 partidos consecutivos marcando a domicilio, como ya hiciera de febrero de 2012 a septiembre de 2013.

Cuando el Barcelona fich¨® a Semedo, los informes eran di¨¢fanos. ¡°Es un lateral moderno con recorrido, m¨²sculo, velocidad, potencia y buen trato al bal¨®n, por lo que no es solo defensivo¡±, se felicitaban desde el ¨¢rea deportiva. Los n¨²meros avalaban al portugu¨¦s, que en su ¨²ltimo a?o con el Benfica regal¨® 12 asistencias de gol y firm¨® dos dianas. Pero de azulgrana perdi¨® el toque o la inspiraci¨®n, toda vez que en el curso anterior se qued¨® en dos raqu¨ªticas asistencias y en esta logr¨® la ¨²nica de la campa?a hace 10 d¨ªas, en el duelo de vuelta de los octavos de Copa ante el Levante. Una alegr¨ªa que encaden¨® en el estadio de Montilivi porque nada m¨¢s abrirse el tel¨®n del partido, en una jugada de doble rechace, el bal¨®n le qued¨® muerto en el ¨¢rea. ¡°Chut¨¦ con fuerza porque estaba cerca de la porter¨ªa y bueno, he hecho gol ?no?¡±, simplific¨® el lateral, que se estren¨® como goleador 59 partidos despu¨¦s. ¡°Le cay¨® el rechace, pero defini¨® muy bien¡±, acept¨® Stuani, delantero del Girona.

Arrebato y velocidad

Dicen en el vestuario del Bar?a que Semedo es poco hablador, que va mucho a la suya aunque siempre tenga una sonrisa para quien la quiera. ¡°Es un chico muy profesional¡±, le definen desde el club; ¡°y en el Camp Nou, que es tan f¨¢cil encumbrar como enterrar, ha seguido su l¨ªnea de progresi¨®n y nunca ha bajado los brazos¡±. Pero su progresi¨®n tampoco ha sido abismal porque como sucedi¨® en Montilivi, cuando el Bar?a se pone a tocar cerca de la frontal, Semedo se encoge hasta desaparecer del radar porque le cuesta mover el esf¨¦rico en horizontal, acostumbrado como est¨¢ a correr con la cabeza gacha, siempre en vertical para dar profundidad al equipo. Es arrebato, es velocidad. Y as¨ª lo demostr¨® cuando le toc¨® correr hacia atr¨¢s, cuando Pere Pons cruz¨® la divisoria sin ning¨²n rival por delante y antes de pisar el ¨¢rea ya hab¨ªa perdido el bal¨®n por el hurto del lateral azulgrana. ¡°Los grandes equipos no siempre tienen buenos partidos. S¨ª que se ha sufrido, pero hemos sabido sufrir¡±, resolvi¨® Semedo, titular y al fin goleador.