El l¨ªder del Bar?a en Girona fue Ter Stegen
Messi fue abucheado durante un rato en Montilivi en un partido muy bien competido por el desafortunado equipo de Eusebio
El mejor de los porteros puede ganar un partido, tambi¨¦n en el Bar?a, el mismo equipo que celebra el fichaje de un volante como De Jong para mantener su ADN. Los signos de identidad del f¨²tbol barcelonista son cada d¨ªa m¨¢s cuestionados despu¨¦s de actuaciones tan descorazonadoras como la de Girona. Vive el Barcelona del poder¨ªo de sus centrales y de su guardameta, excelente con las manos y con los pies, igual de resolutivo con sus paradas que en el inicio del juego, decisivo con 0-0 y 0-1 y en el 0-2 de Messi. El 10 fue muy abucheado en Montilivi, una reacci¨®n que explica la impotencia del Girona, condicionado por el ¨¢rbitro, presa de la fatalidad, abatido por Ter Stegen.
Ya son ocho los partidos que suma el Girona sin ganar, tantos como victorias seguidas lleva el Barcelona. As¨ª funcionan las rachas en el f¨²tbol y en LaLiga. Vestidos de azulgrana o amarillo chill¨®n-fluorescente, el plantel de Valverde ha aprendido a gestionar un torneo de m¨ªnimos: escasean los puntos, los goles y las jugadas, y hay d¨ªas en que hasta escasea Messi. Ni siquiera con un gol a favor tuvieron una tarde pl¨¢cida los barcelonistas, que empeoraron progresivamente, demasiado convencionales y hasta vulgares, faltos de regate y desequilibrio sin Demb¨¦l¨¦, sometidos en la cancha por un valiente y laborioso Girona.
A la carga ambiental de Montilivi, especialmente l¨²dico y nacionalista, dispuesta la hinchada a reivindicar el factor campo, respondi¨® el equipo con una presi¨®n alta y un juego valiente, un plan exigente para el Bar?a. Nadie tuvo ninguna duda de que el partido se disputaba en Girona y no en el Hard Rock Stadium de Florida. La respuesta azulgrana fue tan interesante como inteligente porque se organiz¨® a partir de la posesi¨®n de la pelota y de la finura de Coutinho. Aunque reiterativo en las p¨¦rdidas, el brasile?o se ofrec¨ªa en cada jugada, necesitado de protagonismo despu¨¦s de mucho tiempo de abatimiento, animado tambi¨¦n por sus compa?eros del Barcelona, sostenido por Valverde.
Coutinho intervino en el 0-1. A una llegada suya respondi¨® mal en el rechazo Bernardo y el bal¨®n qued¨® suelto a pies de Semedo despu¨¦s de un tiro fallido de Arturo Vidal. Las dudas de la zaga local contrastaron con la determinaci¨®n del portugu¨¦s, titular por delante de Sergi Roberto. Y Coutinho tuvo tambi¨¦n el 0-2 en una asistencia de Messi que neutraliz¨® Bono despu¨¦s de un excelente mano a mano con el 7 del Bar?a. Al Girona, intenso y admirable por su anticipaci¨®n, le costaba encontrar la l¨ªnea de pase, muy confiado en las acciones de estrategia y en el salto de sus centrales y de Stuani. El uruguayo marc¨® decididamente la ofensiva con un posible penalti por agarr¨®n de Jordi Alba.
Al esforzado Girona le alcanzaba con su poder¨ªo a¨¦reo para desajustar al Bar?a y destemplar a Arturo Vidal. Los muchachos de Eusebio por el contrario no cerraban bien, permeables en su cancha, constantes en las faltas t¨¢cticas para contrarrestar sus deficiencias en el repliegue, poco compactos ante f¨²tbol entrel¨ªneas de Messi. El encuentro estuvo muy abierto durante un buen rato, tiempo para la poes¨ªa e instagram, para contemplar una preciosa cortina de lluvia y admirar despu¨¦s el arco iris del cielo de Girona, un paisaje que ni pintado para olvidar Miami. La buc¨®lica postal dej¨® embobado al Bar?a. La tierra se trag¨® a Coutinho desde que fall¨® ante Bono y se desat¨® el Girona.
No empat¨® Stuani porque Ter Stegen le aguant¨® muy bien y sac¨® con la pierna derecha el tiro del 7. Y no marc¨® tampoco acto seguido Pons despu¨¦s que Piqu¨¦ sacara el bal¨®n debajo de la porter¨ªa del Bar?a. Nadie mejor que Pons, excelente en el despliegue, para expresar la fe y orgullo del Girona. Igual de significativa era tambi¨¦n la presencia de Arturo Vidal para explicar la dispersi¨®n del Bar?a. Tampoco aparec¨ªa Coutinho. Y se administraba mucho Messi. As¨ª que Stuani percuti¨® de nuevo y respondi¨® otra vez Ter Stegen en medio del atropello del Girona. La fogosidad del Girona no gust¨® a Luis Su¨¢rez ni a Messi y el ¨¢rbitro expuls¨® por doble amonestaci¨®n al central Bernardo.
No desfalleci¨® el Girona ni en situaci¨®n de inferioridad y tampoco despabil¨® con un jugador m¨¢s el Bar?a. Hubo hasta tres llegadas locales hasta las narices de Ter Stegen hasta que Valverde dio entrada a Arthur para intentar calmar el partido de Montilivi. No hab¨ªa manera porque tartamudeaba Busquets. A falta de control, inc¨®modos con el 3-5-2 del Girona, los azulgrana se encomendaron a la frialdad de Ter Stegen. El portero tir¨® la contra a campo abierto para Luis Su¨¢rez, Jordi Alba le dio continuidad al giro del uruguayo y el cuero se par¨® en los pies de Messi, impasible al griter¨ªo, sereno en el control, sutil en el toque ante Bono.
El Girona solo se desfond¨® a partir del 0-2. Ya no le quedaba aire ni siquiera para protestar despu¨¦s de salir mal parado de cada una de las decisiones dudosas que tom¨® Gonz¨¢lez Fuertes. Incluso el Bar?a pareci¨® que se apiadaba entonces de un equipo admirable y no meti¨® el 0-3 que para nada hubiera reflejado la tarde vivida en Montilivi y so?ada en Miami. El marcador fue manifiestamente favorable al l¨ªder y en cambio el juego y el ambiente de Girona marcaron distancias respecto al Barcelona, como si por un momento se hubiera roto el v¨ªnculo, expresado en la rechifla a Messi. El Girona no est¨¢ dispuesto a rendir pleites¨ªa al Barcelona ni al 10.
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