El Tottenham pone un pie en los cuartos de final

Tan grande es el premio a estas alturas de la Liga de Campeones que la cautela se impone al juego. Al menos suele pasar en los choques de ida mientras un primer gol no impone roles. A partir de ah¨ª todo, de alguna manera, fluye. Y gana el juego, que suele premiar al mejor. En Londres lo fue el Tottenham por encima del Borussia (3-0), que se cay¨® tras verse por detr¨¢s en el marcador y se aboca a una remontada en la decisi¨®n al calor de su pasional p¨²blico, que deber¨¢ intimidar m¨¢s que nunca.

Los dos equipos llegaron a la eliminatoria con varias tiritas. Los Spurs lo hac¨ªan sin Harry Kane ni Dele Alli, a los teutones les faltaban Paco Alc¨¢cer y Marco Reus. Ya no era una cuesti¨®n de prevenciones sino que sin dinamita el bombazo ofensivo que se presagiaba al conocerse el emparejamiento apenas qued¨® en una traca inicial. Luego lleg¨® el petardazo.

Faltaban referencias y sobraba conocimiento en dos rivales que ya hab¨ªan chocado varias veces en sus ¨²ltimas experiencias europeas. La de la campa?a pasada la solvent¨® el Tottenham al galope, as¨ª que puestos a equilibrar fuerzas lo propio era un cambio de papeles. Eso fue lo que sucedi¨® en este nuevo pulso en Londres, donde Pochettino dise?¨® un partido para encimar, recuperar y lanzar, pero se encontr¨® con la pelota en los pies. El Borussia tampoco acab¨® de estar c¨®modo en el repliegue, demasiado lejos de donde le gusta madurar los partidos.

Un cuentagotas futbol¨ªstico racion¨® las incomodidades de los porteros durante la primera parte. Apenas un disparo lejano de Lucas Moura al poco de empezar o un testarazo del central Zagalou al que respondi¨® Lloris pocos segundos antes de que Mateu Lahoz enviase a todo el mundo al descanso. Todo hab¨ªa ocurrido sin que Eriksen y Sancho tuviesen excesiva relevancia en lo sucedido, as¨ª que entre ausentes y no presentes el f¨²tbol tampoco comparec¨ªa. Pero el clic lleg¨® en el primer minuto de la segunda parte en una cadena de desatenciones del Borussia, excitante en tantas cosas, pero tambi¨¦n biso?o, con una zaga con tres defensores que no pasan de los 22 a?os y un once en el que tiene a cuatro futbolistas que no pasan de los 20. Uno de ellos, el canterano madridista Achraf quiso tejer una florida salida de una presi¨®n en banda y dio vuelo a una de esas emboscadas que traz¨® Pochettino en su planteamiento y que hab¨ªa estado tres cuartos de hora sin poder preparar. Fue tan fren¨¦tico como lo hab¨ªa dibujado y adornado con un gran centro de Verthongen que Son empal¨® con categor¨ªa. Tampoco defendi¨® bien el novel central Zagadou.

El gol removi¨® los cimientos del partido. Y se pudo apreciar que los del Borussia no eran s¨®lidos. El Tottenham los cercen¨® con un poco m¨¢s de ritmo en la pelota, con la ventaja de que su zaga apenas sufr¨ªa porque G?tze, que deb¨ªa operar como delantero, no toc¨® bola. Y a Sancho se le esperaba, pero se debi¨® de apear en Finchley Road y no acab¨® de llegar a Wembley. En desventaja se evidenciaron m¨¢s los achaques del Borussia, golpeado al final en dos minutos de locura con tantos de Verthongen y Llorente, que acababa de saltar al c¨¦sped. Un final que desat¨® la fiesta local.