C¨®mo el ciclismo colombiano coloniza el mundo desde Antioquia
Rigo Ur¨¢n, l¨ªder de nuevo del Tour Colombia tras el sprint ganador de Molano en Llanogrande
Se comenz¨® a la colombiana, se termin¨® a la europea y gan¨® un colombiano de equipo europeo grande. As¨ª se sintetiza tambi¨¦n la evoluci¨®n del ciclismo colombiano que desde Antioquia colonizar¨¢ el mundo.
Se podr¨ªa hablar, exagerando, de lucha de clases del pedal, una pura dial¨¦ctica de la bicicleta, que podr¨ªa quedar retratada en el choque que lanz¨® al suelo dolorido a un mexicano, Luis Villalobos, que corre en un equipo estadounidense con colores brasile?os despu¨¦s de topar con el s¨ªmbolo inmutable del ciclismo colombiano, la moto desde la que el gran Parlante Agudelo reparte agua a los sedientos.
Lo describen as¨ª los que corrieron, y habr¨¢ que creerlos, pues la tan infame y pobretona transmisi¨®n televisiva organizada por el coloso ESPN convierte el directo ¨Cuna moto, una c¨¢mara en helic¨®ptero, mala se?al¡ªen un juego de adivinanzas sobre un cuadro impresionista, borroso, paisajes del Oriente h¨²medo confundidos con los colores de los ciclistas empe?ados. De ¨¦l y de la espalda tricolor del campe¨®n de Luxemburgo, Bob Jungels, surgi¨® veloz Sebasti¨¢n Molano, sprinter de Paipa, en el Boyac¨¢ profundo y elevado, que anticip¨® la arrancada m¨ªnima del franc¨¦s Julian Alaphilippe, el hombre en el que el Deceuninck hab¨ªa depositado sus complacencias, quien se sent¨® nada m¨¢s levantar el culo, aturdido. Rigo Ur¨¢n, el ¨ªdolo, recuper¨® el liderato de un Tour Colombia que acelera hacia las etapas decisivas del fin de semana.
Molano fue el ¨²nico sprinter sprinter que lleg¨® a Llanogrande, junto a Rionegro, la tierra de los Henao, Sergio y Sebasti¨¢n, vivo y entero en el grupo, un pelot¨®n que despu¨¦s de un proceso de depuraci¨®n y concentraci¨®n provocado por diferentes factores ¨Cla velocidad, la altura, los repechos duros, el estilo colombiano de organizar grand¨ªsimas escapadas que machacan a todos¡ªse hab¨ªa quedado en no m¨¢s de 40.
Fernando Gaviria, el jefe de Molano que enferm¨® la v¨ªspera camino de su sprint en La Ceja, no sali¨®; ?lvaro Hodeg, el l¨ªder no aguant¨® con los mejores, ni su lanzador apreciado, Max Richeze. ¡°Esta victoria me da mucha confianza y espero que tambi¨¦n se la d¨¦ a mi equipo¡±, dice suave Molano, de 24 a?os, que lleg¨® el invierno al Emirates despu¨¦s de haber madurado en la estructura del Postob¨®n de Luis Fernando Saldarriaga. ¡°Me ficharon antes que a Gaviria como primer sprinter, y despu¨¦s lleg¨® inesperadamente Fernando, pero yo siempre estar¨¦ a su disposici¨®n¡±.
El proceso de crecimiento de Molano refleja perfectamente la s¨ªntesis del ciclismo colombiano de ahora. ¡°Me form¨¦ corriendo a la colombiana¡±, dice el veloz de Paipa, ¡°en carreras donde siempre hay monta?as y muchos ataques, y eso me ayuda tanto como mi tipo, m¨¢s afilado que lo habitual entre los sprinters¡±.
La colonizaci¨®n la dirige Rigo, el generoso, el rey que corre en casa y abre la puerta del despacho del presidente Iv¨¢n Duque a quien lo desee y merezca, como al gerente del Sky, Dave Brailsford, quien vende ideas y proyectos (como la Europa de siempre) a cambio de talentos y dinero. ¡°Soy Rigoberto Ur¨¢n, soy amigo de todos en Colombia¡±, dice el ciclista de Urrao que qued¨® segundo, tras Froome, en el Tour de 2017. ¡°Colombia tiene demasiado talento en todos los deportes, y Colombia quiere invertir en deporte porque queremos ser reconocidos a nivel ol¨ªmpico, y de eso se habl¨® entre Brailsford y el presidente, de todos los deportes, no solo de ciclismo¡±.
A la onda de modernizaci¨®n y riqueza solo le falta que se sume la ESPN, que est¨¢ destrozando el valor del Tour Colombia. La federaci¨®n colombiana amaneci¨® con un comunicado asegurando que exigir¨ªa que mejoraran su se?al, que no ve¨ªa a la altura de lo convenido; ESPN respondi¨® con un comunicado que indign¨® m¨¢s a¨²n los ¨¢nimos en el que acusaba a unas misteriosas ¡°interferencias de origen desconocido¡± de tener la culpa de todo.
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