El Atl¨¦tico gana de rebote al Rayo
El equipo de Simeone se lleva los tres puntos de Vallecas amparado en Oblak y tras otro partido nefasto en el que su rival fue mejor y no mereci¨® la derrota
Un rebote evit¨® el desastre may¨²sculo del Atl¨¦tico en Vallecas. Un tropiezo que hubiera hecho mucha pupa en la psique rojiblanca por el nefasto partido firmado y por las consecuencias que hubiera tenido en la tabla el empate o una derrota. El gol de Griezmann fue el fiel reflejo del encuentro que ejecutaron los jugadores de Simeone. Confusos, sin saber si ir o no a la presi¨®n, con algunos futbolistas reproch¨¢ndose la colocaci¨®n, y otros, la mayor¨ªa, groseros con la pelota, sin un pase que rescatar. Incapaces de ligar una jugada para recordar.
Rayo, 0 - Atl¨¦tico, 1
Rayo: Dimitrievski; Tito, G¨¢lvez (?lvaro Garc¨ªa, min.75), Ba, Amat, ?lex Moreno; Mario Su¨¢rez, Comesa?a; Embarba (Pozo, min.56), Trejo (Beb¨¦, min.56) y Ra¨²l de Tom¨¢s.
Atl¨¦tico: Oblak; Arias, Gim¨¦nez, God¨ªn, Filipe Luis; Rodrigo (Savic, min.74), Sa¨²l, Correa (Lemar, min.59), Vitolo (Diego Costa, min.59); Griezmann y Morata.
Goles: 0-1, min.74: Griezmann.
?rbitro: Gil Manzano (C.Extreme?o). Amonest¨® a Gim¨¦nez (min.91) por parte del Atl¨¦tico de Madrid.
Un 0-1 m¨ªsero y desalentador fue lo que dej¨® el Atl¨¦tico ante el entusiasta Rayo y su hinchada. Fue el triunfo de la nada cerrado por Oblak, determinante con seis meritorias paradas. La ¨²ltima, a un cabezazo de Ba, que ahond¨® a¨²n m¨¢s en el sufrimiento de la victoria rojiblanca. Injusta para el Rayo, que no mereci¨® perder ante otro ejercicio de f¨²tbol oscuro del Cholo y su tropa. Todos, entrenador incluido, parecieron rega?ados con la t¨¢ctica y, sobre todo, con el bal¨®n. No le qued¨® m¨¢s remedio al t¨¦cnico argentino que juntar a Diego Costa y a Morata para tratar de enmendar el bochorno a menos de media hora del final. Un bal¨®n bajado de las nubes y protegido por Morata y que el remate de Griezmann tocara en Amat escenific¨® un regalo, nunca mejor dicho, ca¨ªdo del cielo.
El Atl¨¦tico no supo mimetizar las condiciones en las que deb¨ªa jugarse el partido. Un campo peque?o y un equipo que hace de esas dimensiones una de sus armas principales para hacerse fuerte en su casa. Ni por arriba ni por abajo se sostuvieron los rojiblancos. Un desastre con y sin pelota. De inicio pretendieron jugar en largo, pero para ese f¨²tbol de barricadas estaba m¨¢s preparado el Rayo. Empieza a ser significativo que un equipo de Simeone lleve unos cuantos partidos sufriendo en el juego de trincheras que tanto le ha dado. Ni Morata ni Sa¨²l se impusieron en los desplazamientos que buscaban las segundas jugadas.
No fue casual que los ¨²nicos acercamientos peligrosos del Atl¨¦tico en el primer tiempo llegaran de jugadas de estrategia. Un cabezazo de Sa¨²l, otro de Gim¨¦nez y un centro cruzado de Filipe, al que God¨ªn no lleg¨® en boca de gol, tras un saque de pillo de Griezmann. Para jugar por abajo, Rodrigo firm¨® una de sus actuaciones m¨¢s espesas desde que lleg¨®. Sa¨²l, su acompa?ante en la zona de m¨¢quinas, sigue rega?ado con todo lo que tenga que ver con jugar bien al f¨²tbol. Impreciso y mal colocado, una p¨¦rdida suya propici¨® una contra que plant¨® a Embarba ante Oblak. El esloveno, que poco antes le hab¨ªa atajado un disparo raso y cruzado, volvi¨® a hacer una exhibici¨®n de potencia de piernas para desviar el remate del extremo rayista.
Le cost¨® al Atl¨¦tico entender que en un campo de esas medidas, tres toques por jugador son un mundo. Y si los pases son imprecisos, el resultado es una patra?a de f¨²tbol. El Rayo estuvo m¨¢s certero con el bal¨®n, convertido en un suplicio en cada bota de los futbolistas de Simeone. Entre Comesa?a, Mario Su¨¢rez, ?lex Moreno, Embarba y Ra¨²l de Tom¨¢s retrataron y penalizaron las innumerables p¨¦rdidas de sus rivales.
No sac¨® m¨¢s r¨¦dito de su superioridad el Rayo porque se cruz¨® con Oblak. Estelar una vez m¨¢s para confirmar que este Atl¨¦tico sigue siendo fiable en defensa desde su portero. La estad¨ªstica de solo 17 goles encajados es m¨¢s m¨¦rito del esloveno que de un s¨®lido sistema defensivo. Ni defensa ni ataque tuvo el Atl¨¦tico. Fue zarandeado en la pizarra y sobre la hierba. S¨®lo con el gol de ventaja y con el Rayo a la desesperada pudo armar alg¨²n contragolpe al final.
La victoria permite a los colchoneros seguir en la pelea por LaLiga. Pero la imagen que transmitieron se correspondi¨® m¨¢s con la de un equipo desorientado. Incapaz de imponerse en ninguna de las facetas del juego. Ganar, gan¨®, pero de rebote. El f¨²tbol que ofreci¨® no le dio para m¨¢s. Y la Juventus no es el Rayo.
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