Ni en el Real Madrid vale todo
Ensimismados por la apoteosis europea, el presidente, Florentino P¨¦rez, y sus auditores del ¨¦xito desde?aron las salvedades de Zidane
El f¨²tbol, el de hoy y el de toda la vida, tiene unos c¨®digos que ni siquiera el rey de Europa puede saltarse a la ligera. No siempre vale todo, por m¨¢s que se levanten cuatro Champions en cinco a?os. El peligro es que a su indiscutible cotizaci¨®n se a?ada el eco de una propaganda atronadora que lleve a la miop¨ªa. Por dif¨ªcil que resulte, el mejor gestor es aquel capaz de leer el ¨¦xito entre l¨ªneas y anticiparse desde la cumbre a una cruda rodada. En su d¨ªa lo advirti¨® Pep Guardiola en el Bar?a m¨¢s triunfal: ¡°Si sigo nos haremos da?o¡±. Y no hace tanto lo subray¨® el glorioso Zinedine Zidane. Pero su sabio diagn¨®stico desde la cima sobre los males que se le avecinaban al Real Madrid no esponj¨® en el m¨¢ximo rector, como si la celebridad tuviera una sola patente.
Ensimismados por la apoteosis europea, el presidente, Florentino P¨¦rez, y sus auditores del ¨¦xito desde?aron cualquier salvedad. Antes que con Zidane ya lo hicieron con Vicente del Bosque y Carlo Ancelotti, los otros t¨¦cnicos que alzaron la orejona durante el florentinato. Los tres advirtieron que las luces de ne¨®n de la Champions no pod¨ªan minimizar la cultura del esfuerzo diario al que remite la Liga. El todo o nada a la Copa de Europa era una peripecia acrob¨¢tica por mucho que el trapecio resistiera con Sergio Ramos en Lisboa o Cristiano dale que dale. O por el mal fario de Neymar, Salah, Benatia, Karius... O por algunas victorias ag¨®nicas que llegaban porque s¨ª, sin m¨¢s. Y que, por supuesto, cuentan y para nada son indecorosas, pero deben poner en alerta.
Por muchos avatares favorables que se le dieran al Madrid europeo del ¨²ltimo lustro no cabe descontarle m¨¦rito alguno. Todo lo contrario. Mucho puso de su parte. Pero desde la gobernanza no se parcel¨® el ¨¦xito, como si cualquiera fuera prescindible. As¨ª que no importa que haya o no un director deportivo. Si se esfuma Zidane, ya valdr¨¢n Conte, Klopp, L?w¡ Y si no Lopetegui, aunque no fuera cabeza de lista y hubiera que sacarle con f¨®rceps de La Roja. Mejor Neymar que Mbapp¨¨, con m¨¢s fanfarria comercial. Y de ser imposible doblar el espinazo al jeque del PSG, lo mismo da Cristiano que Mariano, presentado en la pasarela del Bernab¨¦u con la hilarante pomposidad del 7 de Amancio, Juanito, Ra¨²l y CR. O Mariano que Brahim, birlado, se jactaban en la mediosfera madridista, al City de Guardiola.
Lo mismo ha dado que el nominado sucesor de CR, Bale, a lo pavo real, solo se acordara del ombligo de Bale tras ganar en Kiev. O que caliente en chanclas cuando le da la gana mientras su agente escupe cicuta. Puestos a regatear los c¨®digos elementales, cabe un capricho con Courtois en detrimento de Keylor, guardi¨¢n intachable de tres Copas de Europa. Porque s¨ª, Benzema se ir¨¢ a los 30 goles y all¨¢ Marcelo, Asensio, Isco, Ceballos... Y llegado el caso, pues que el equipo se cuelgue de los 18 a?os de Vinicius hasta que al chico le revienten las piernas. Y si no basta con los ¡°cojones¡± para ir a Melilla o el espejo de Julia Roberts, se pone en on el t¨®xico observatorio mourinhista: ¨¢rbitros, VARes, calendarios¡ Y si se quema Solari siempre quedar¨¢ el eco de Mou, el mismo que por llevar al Madrid a semifinales de la Champions presum¨ªa mucho m¨¢s que aquellos que le hicieron campe¨®n.
No, no todo vale, ni siquiera en el Real Madrid de Florentino P¨¦rez y sus meritorias bienaventuranzas europeas. Un presidente con una innegable cuota de ¨¦xito, pero como parte de un todo. Un dirigente blindado estatutariamente al que ahora habr¨¢ que explorar en una situaci¨®n in¨¦dita. A quien tanto le cuesta convivir con la derrota y su normalidad tendr¨¢ que gestionar el gran fiasco de este curso. Para bien o para mal, cabe pensar que lo har¨¢ a su manera. Salvo que repentinamente ponga en valor lo que significa un entrenador, un vestuario, un capit¨¢n, una leyenda, un director deportivo, la cr¨ªtica¡ El f¨²tbol va m¨¢s all¨¢ de la ingenier¨ªa.
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