Solari, todo a una carta
El t¨¦cnico del Madrid, m¨¢s leal a la directiva que a s¨ª mismo, quem¨® f¨ªsicamente a los jugadores que sosten¨ªan al equipo y desanim¨® al resto margin¨¢ndolos en el banquillo
Como si se hartara de desatar un enredo para el que no ve¨ªa soluci¨®n, Santiago Solari apost¨® todo a una carta: all-in. Se jug¨® Copa, Liga y Champions con 12 futbolistas en una semana y el resultado no solo fue quedar fuera de las competiciones. Revent¨® f¨ªsicamente a los jugadores que sosten¨ªan al equipo y expuso al resto a un sentimiento de desprecio del que los profesionales del f¨²tbol, vanidosos por naturaleza, no se recobran f¨¢cilmente.
Este domingo en Zorrilla (20.45) el entrenador del Madrid se pondr¨¢ en manos de chicos que se callan cada vez que le ven aparecer. Solari se dispone a dirigir el que podr¨ªa ser su ¨²ltimo partido, dada la distancia que le guarda la directiva, en busca de un sustituto, y considerando la nula empat¨ªa que inspira en el grueso de un grupo de futbolistas que le identifica con el brazo ejecutor del presidente Florentino P¨¦rez. El destino, en cualquier caso, no le reserv¨® sorpresas. Ning¨²n entrenador del Madrid ¡ªni siquiera Zidane¡ª ha ocupado el cargo con m¨¢s conocimiento de causa.
Siendo futbolista en n¨®mina, Solari soport¨® de 2003 a 2005 la presi¨®n de Florentino P¨¦rez empuj¨¢ndole a abandonar el club. Ganador de dos Ligas y una Champions como destacado escolta de los gal¨¢cticos, se sinti¨® menospreciado cuando los emisarios del dirigente comenzaron a enviarle mensajes cada vez m¨¢s inequ¨ªvocos. Primero Valdano, despu¨¦s Butrague?o y finalmente Sacchi, le trasladaron la idea de que sobraba. Comenz¨® a jugar menos. Fuera quien fuera el entrenador, Queiroz, Camacho o Luxemburgo, todos le alejaron de la titularidad. Canteranos con menos talento que ¨¦l, como Borja Fern¨¢ndez, acabaron quit¨¢ndole el puesto.
La amargura le nubl¨® la mirada. Maldijo al presidente por entender que hac¨ªa una planificaci¨®n deportiva caprichosa, cada vez m¨¢s alejada de criterios futbol¨ªsticos. Contra toda evidencia, quiso imaginar que acabar¨ªa su carrera en el Madrid dignamente sentado en el banquillo de los suplentes. Ten¨ªa 28 a?os y se resign¨® a la condici¨®n de especialista en intervenir en las segundas partes de los partidos. En la ¨¦poca en que sus colegas se aturd¨ªan con el hip-hop ¨¦l acababa los entrenamientos, se met¨ªa en su Audi, cargaba el CD, cerraba los ojos y se dejaba llevar por el hechizo de una sonata de Schubert.
Poca psicolog¨ªa
Cuando el Madrid le vendi¨® al Inter en el verano de 2005, Solari daba la impresi¨®n de estar desencantado del f¨²tbol y la industria que lo recubr¨ªa. Cansado de vivir en la burbuja desde que naci¨®, escuchando a su t¨ªo y a su padre ¡ªambos jugadores y entrenadores de primer nivel¡ª desentra?ar un juego que invad¨ªa cada cent¨ªmetro de la cotidianeidad. Parec¨ªa saturado y al mismo tiempo incapaz de escapar del c¨ªrculo que, una d¨¦cada m¨¢s tarde, le devolvi¨® al lugar de su ¨ªntima fascinaci¨®n: el Madrid de Florentino P¨¦rez.
Los empleados de Valdebebas le calaron desde el principio como el m¨¢s abnegado de los funcionarios del presidente. Ten¨ªa esa reputaci¨®n en la cantera cuando lo nombraron primer entrenador, el 28 de octubre. No defraud¨®. Los intereses que emanaban de los despachos nunca encontraron mejor correspondencia. De entrada, los enlaces entre la directiva y el banquillo fueron depositando sugerencias siempre bien atendidas. Que por qu¨¦ no contemplar que Keylor cediera su puesto a Courtois en la Champions; que por qu¨¦ no empezar a pensar que Marcelo estaba amortizado; que por qu¨¦ no situar a Bale de extremo izquierda; que por qu¨¦ no dar cancha a Vinicius; que por qu¨¦ no postergar a Asensio, o incluso prescindir de Isco, ya que no gozaba de prioridad en la pol¨ªtica deportiva... Las decisiones del entrenador coincidieron con los deseos de sus jefes sin que mediaran ¨®rdenes directas.
Abrumado por la necesidad de arbitrar soluciones t¨¢cticas a una plantilla desmoralizada y carente de suficientes futbolistas desequilibrantes, Solari se ajust¨® al esquema dirigencial como quien se ahorra esfuerzos intelectuales in¨²tiles. Ante la duda, fue leal a Florentino P¨¦rez m¨¢s que a s¨ª mismo. En lugar de procurar seducir futbolistas sin prioridad en el plan maestro del club, los trat¨® como a simples empleados. ¡°A Santi le falta ser psic¨®logo¡±, dijo Roberto Carlos, asombrado ante la lista de marginados que comenzaron a frecuentar la suplencia o la grada: Keylor, Mariano, Isco, Marcelo, Ceballos, Asensio, o Bale, entre ofendidos y displicentes.
Embutido en el estrecho uniforme de profesional de la corporaci¨®n, Solari ni ejerci¨® de psic¨®logo ni se esforz¨® por convencer a los jugadores de que ¨¦l era algo m¨¢s que un vicario de la directiva en el camerino. A la hora de jug¨¢rselo todo con el Bar?a y el Ajax, hizo lo que crey¨® que le valdr¨ªa la aprobaci¨®n de la c¨²pula y apost¨® por los once de siempre m¨¢s Bale.
Ante las grandes dificultades aflor¨® el car¨¢cter de un hombre que nunca se mostr¨® m¨¢s inflamado por la vocaci¨®n de entrenar que por vivir tranquilamente escuchando a Schubert.
Isco y Asensio regresan al frente en Valladolid
Sergio Gonz¨¢lez se sum¨® en 2017 a la larga romer¨ªa del equ¨ªvoco nacional. ¡°Asensio est¨¢ a la altura de Iniesta y Xavi¡±, dijo el entonces entrenador del Espanyol, tutor de Asensio durante su temporada de pr¨¦stamo en Cornell¨¢. Este domingo Sergio, que ahora dirige al Valladolid, volver¨¢ a encontrarse con Asensio y declara que espera verle jugar de titular. No le quedan m¨¢s alternativas a su hom¨®logo, Santiago Solari, que prepara el partido de Zorrilla bajo m¨ªnimos, entre sancionados, magullados y lesionados.
Lucas, Carvajal y Vinicius, tres titulares fijos, est¨¢n lesionados. Kroos, Casemiro, Bale y Varane, tambi¨¦n titulares habituales, sufren molestias f¨ªsicas. Llorente acaba de recuperarse de una lesi¨®n y est¨¢ fuera de ritmo y Brahim lleva 13 convocatorias sin entrar en la lista. En cuanto a Ramos, cumple jornada de sanci¨®n, circunstancia que no le impedir¨¢ sumarse a la expedici¨®n. Seg¨²n el club, el capit¨¢n acompa?ar¨¢ al grupo consciente de la gravedad del momento tras la triple derrota en Copa, Liga y Champions.
A los dirigentes madridistas les preocupa que el equipo se deje arrastrar por el des¨¢nimo y no se clasifique para la Champions. La posibilidad parece remota, considerando que basta con quedar entre los cuatro primeros de LaLiga y el Madrid (tercero) suma ocho puntos m¨¢s que el quinto (Alav¨¦s).
Ramos presidi¨® el mi¨¦rcoles pasado la reuni¨®n de vestuario en la que los jugadores, sin Solari, hicieron catarsis y se animaron a recuperar el tono competitivo. El capit¨¢n se ha convertido en un l¨ªder esencial en estos momentos, dada la desconfianza que inspiran en la plantilla tanto el entrenador como los dirigentes. Una de sus labores consiste en intentar motivar a futbolistas como Asensio o Isco que no son titulares desde hace m¨¢s de un mes y ahora deben meterse en harina sin margen de aclimataci¨®n.
¡°Ganar¨¢n en posesi¨®n de bal¨®n con Isco y Asensio jugando m¨¢s por dentro¡±, especul¨® Sergio, cuando le preguntaron si el Madrid perd¨ªa desborde sin Vinicius.
Nuevamente, las esperanzas del madridismo vuelven a depositarse en Asensio e Isco. Esta vez, sin embargo, son ellos quienes deben tirar del equipo y no al rev¨¦s.
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