El Atl¨¦tico gana al Legan¨¦s con la mirada puesta en Tur¨ªn

Con la mirada puesta en la trascendental cita europea del martes en Tur¨ªn, el Atl¨¦tico despach¨® al Legan¨¦s con un partido de baja intensidad y poco juego. Un ejercicio con aire funcionarial ante un rival que se mostr¨® s¨®lido pese a sus numerosas bajas, pero plano en ataque. Solo cuando aceler¨® el paso y se verticaliz¨®, el Atl¨¦tico pudo encarrilar su corta victoria. Trastabillada, como el gol que la materializ¨®. Un rechace reba?ado por Sa¨²l tras el penalti fallado por ¨¦l mismo. Suficiente para seguir al Barcelona a una distancia a¨²n inquietante. Fue descarado que su guerra es otra. Desde la alineaci¨®n de Simeone, hasta la frialdad con la que afront¨® el choque. La inflamada despedida de la hinchada a sus futbolistas al finalizar el encuentro tambi¨¦n delataron que en el ambiente estaba m¨¢s la batalla que le aguarda contra la Juventus.

Entre uno y otro engendraron un partido de digesti¨®n dura. El Legan¨¦s, rebajado por seis ausencias, parec¨ªa bastarle con el f¨²tbol control que emanaba de la salida de pelota con sus tres centrales. Con riesgo m¨ªnimo, jug¨® a asegurar el bal¨®n y a juntar l¨ªneas en defensa para evitar el juego interior de su rival. El Atl¨¦tico, sin v¨¦rtigo y bajado de revoluciones, se transforma en un equipo pastoso, de poco dinamismo y escasa creatividad. De nada sirvi¨® que a los costados de Rodrigo y Thomas se alinearan Vitolo y Correa. Ni uno ni otro tuvieron chispa, contagiados por la sordina del ritmo plomizo que termin¨® por imponerse. Tampoco contaron con la colaboraci¨®n de Arias y Solano. El chico, diestro, se estren¨® en el lateral izquierdo con ¨®rdenes de subir lo justo. Arias se prodig¨® un poco m¨¢s, pero no acab¨® de romper. Antes de finalizar el primer acto, Simeone los intercambi¨® de banda. La producci¨®n ofensiva de su equipo se hab¨ªa reducido a un par de disparos lejanos de Griezmann, un cabezazo manso de Kalinic y otro cruzado de Thomas. En la porter¨ªa del Legan¨¦s debutaba Lunin, el espigado juvenil ucraniano cedido por el Real Madrid. Le probaron poco en los primeros 45 minutos para medir sus hechuras y su temple ante su primera cita en LaLiga.

Tard¨® menos Lunin en lucir su imponente envergadura. Se revolucion¨® el Atl¨¦tico con la entrada de Lemar, que entr¨® por Griezmann. El cambio sorprendi¨® porque Simeone decidi¨® ir a por el partido para mantener a su equipo en la pelea por el t¨ªtulo sin su futbolista m¨¢s decisivo. Tambi¨¦n dej¨® El Cholo en la caseta a Solano para darle el carril izquierdo a Sa¨²l. La probatura del chico dur¨® lo justo. Fue desde la verticalidad de Lemar de quien parti¨® la combinaci¨®n que se trabajaron entre Kalinic y Correa. Si el croata dej¨® su mejor acci¨®n con la pared de espaldas que tir¨®, el argentino forz¨® el penalti por la inocencia de Omeruo al meter el pie. El lanzamiento de Sa¨²l, un tirito raso, lo adivin¨® Lunin sin atajarlo. El propio Sa¨²l remach¨® su defectuoso primer disparo.

El tanto dio paso a una bocanada de ese f¨²tbol intr¨¦pido en el que el Atl¨¦tico se siente m¨¢s identificado. Thomas estamp¨® un disparo en el larguero. Lemar volvi¨® a exigir a Lunin sus credenciales tras una falta cometida por el Correa m¨¢s chisposo. La rosca del franc¨¦s cogi¨® escuadra y Lunin dej¨® un gran vuelo para meter el guante y desviar la pelota al palo. A esa descarga del Atl¨¦tico respondi¨® Pellegrino metiendo a El Zhar y Carrillo por Eraso y Braithwaite. Llegaba con buen cartel este ¨²ltimo, pero se fue sin apenas dejar rastro. Tampoco se vio mucho del potente En-Neisry.

El cambio de fichas le dio m¨¢s empaque al Legan¨¦s y lo detect¨® Simeone, que se fortaleci¨® en el medio con la entrada de Juanfran por Kalinic. Sa¨²l pas¨® al costado derecho del centro del campo y la punta de ataque qued¨® para Correa, con Vitolo de enganche.

Ya jug¨® el Atl¨¦tico a la gesti¨®n del 1-0. Se repleg¨® con seguridad cuando el Legan¨¦s se hizo con la pelota y trat¨® de conservarla en campo contrario a la espera del paso del tiempo y que el Legan¨¦s destapara alg¨²n agujero. Nadie juega como el equipo de Simeone a que no suceda nada. Y nada sucedi¨®, salvo una entrada al l¨ªmite de Rodrigo a Arnaiz en el descuento que ni Mateu ni el VAR estimaron como penalti.